-TRUST ISSUES- [+15]

Capitulo 12.

           —¿ya tan rápido tiene seis meses?— dijo Liu mientras lo alzaba en brazos.
         — eres su padre, se supone que debes estar contando su edad, ¿qué acaso no ves lo grande que esta y el cabello como le ha crecido?— me terminaba de recoger el cabello y trate de tomar a Lane, pero Liu me lo negó.
          — quiero tenerlo un poco más, ¿puedo?— sonreí y asentí. Salí de la habitación y baje a la cocina donde estaba Jeff comiendo cereal.
  Lo ignore y me serví un vaso de jugo, él es el único que no ha querido cambiar del todo, ya no molesta a Lane y hay veces en que lo atrapó jugando con el a escondidas, no he sabido si ha seguido drogandose, su nariz ya no llega roja en la noche así que puedo intuir que dejó la cocaina, pero aún sigue bebiendo, la marihuana y sospecho que aún sigue pinchandose el brazo, ya que siempre trae manga larga y no le he visto sin camiseta como acostumbraba estar.
         — ¿cómo te sientes Jeff?— pregunte mirándolo fijamente.
         — bien... ¿Harás un pastel para Lane?— asentí con la cabeza, creo que descubrió los ingredientes que compre ayer por la tarde.
          — ya tiene seis meses, no le puedo hacer una fiesta aún, pero si un pequeño pastel para que lo destruya y lo disfrute.— comencé a sacar los ingredientes y a acomodarlos a un lado de la estufa. — espero que no salgas y te quedes esta noche con nosotros.— se levanta y deja el traste en la mesa.
         — requiero dinero, no podré quedarme.— tiene intenciones de salir de la cocina pero lo detengo con mi voz.
         — enséñame tu brazo.— se detuvo de golpe y me miró de reojo — por favor, enséñame tu brazo.—
          —¿qué?, ¿ahora jugaras a ser mi mama y me estarás checando cada día? — dijo molesto acercándose a mi.
          — si es necesario si.— mencione firme pero retrocediendo cada vez más hasta toparme con el refrigerador. — Jeff quiero que estés bien para que...— me interrumpe gritando ya frente a mí.
         — ¡no seremos una familia Jane!, Liu es débil y por eso a aceptado cuidar al mocoso, yo no soy el, yo sí soy fuerte y no me arrepiento de nada.— tome su brazo y subí su manga, efectivamente, seguía pinchandose y además... cortándose. Quitó su brazo de inmediato y se cubrió — lo que yo haga no es de tu incumbencia.— lo mire enojada y camine hacia el haciéndolo retroceder, por alguna razón que me sorprendió.
         — ¡claro que es de mi incumbencia!, ¡por tu depresión y tú locura es que Liu y yo estamos aquí!, ¡no olvides que nos arrastrarte y nos has atado a ti de por vida!, ¡tu hermano a parte de acogerte por su estupida venganza también te tiene aquí con la esperanza de que mejores y vuelvas a tu estado normal!, ¿no estás cansado de ser Jeff the killer acaso?, más importante, ¿por qué Jeff the killer se corta?— topó con la pared y el aprieta su muñeca.
        — es que yo...— lo interrumpí.
         — no puede ser posible que no pongas nada de tu parte, no lo hagas por mí ni por Liu ni mucho menos por Lane, que ya lo has dicho tú, no es nada tuyo. Hazlo por ti, ¿acaso no aprecias tu vida?— retomo fuerzas.
          —¡no Jane, no la aprecio en lo más mínimo, todos me odian y todos me quieren muerto, deja de hacerte la interesada cuando tú eres la primera en la lista de los que más me odian y quieren que me pudra!, ¿cómo se le llama a eso?, ah cierto....— me toma del cuello aplicando fuerza pero sin llegar a sofocarme — hipocresía, solo me tratas bien por qué te conviene.—
        — Jeff, quedamos en que no pelearíamos más, basta.— suplique y tome su muñeca.
         — basta tu Jane.—
        — hace unas semanas estabas tan bien, desayunábamos juntos, veíamos televisión juntos, ¿por qué ese cambio tan radical?— sentía un nudo en la garganta.
          — tal vez las drogas me abrieron los ojos.— me soltó de golpe, choco uno de sus costados conmigo y salió de casa azotando la puerta al salir.
Liu se asomó por la cocina con Lane en brazos y se acercó a mí, que tenía la boca torcida y los brazos cruzados, muy indignada.
         — Jane, ya sabes que es bipolar, el jamas cumple lo que promete. No cambiará.— le di una palmada en la frente y se sobo mientras me miraba con tristeza.
          — cambiara Liu, él es como un adolescente suicida, hay que... darle motivos por el cual debe mejorar... esta noche saldré detrás de él.— dije segura.
         — no Jane, Jeff se va a los lugares más peligrosos del pueblo, te aconsejo que no...— lo interrumpí.
         — mira, son medidas extremas que se deben tomar, prepararé el pastel, comeremos y en la noche me iré tras de él, te aseguro que no lo notara ni me pasara nada, estás tratando con una the killer. Tú quédate a convivir con tu hijo.—
  De pronto Jeff entra nuevamente y se sienta en la sala, enciende la televisión y nos ignora por completo. Espero que no haya escuchado nada de nuestra conversación o de lo contrario el plan será un fracaso.
          — mamama...— comienza a balbucear Lane y estira sus brazos hacia mi indicando que quiere que lo tome en brazos, y eso hago.
          — ¿mama?— pregunta Liu.
        — he tratado de decirle que soy tía más no mama, pero no quiere ceder.— Liu ríe y mira la hora.
          — bueno, ya es tarde y debo irme a trabajar, nos vemos más tarde.— le da besos a Lane por toda la cara haciendo que ría a carcajadas, se despide de mí y alborota el cabello de su hermano.
Dejo a Lane en el suelo, ya que puede gatear y prosigo con el pastel, que por cierto pensaba hacerlo de chocolate pero Liu me mencionó que a Jeff le empalaga el chocolate así que decidí hacerlo de vainilla con fresas, un poco más femenil pero si todos comen de él está perfecto.
     Miro de reojo detrás mío y veo que Lane se sujeta de la pierna de Jeff, quien se lo quita de encima y lo sube al sofá lejos de él. Pero el pequeño insiste en estar con él y se acerca nuevamente, Jeff coloca su palma en el rostro de Lane, deteniéndolo para que no se acerque más.
         — si tanto te molesta Jeff, ponlo en el corral.— no me hace caso y sigue evitando que Lane se acerque.
   De pronto escucho una pequeña risa que se le escapa a Jeff y me giro de golpe.
         — ¿qué ha pasado?, es que ya ni me puedo reír.— se levanta enojado y se va a su habitación.
    ¿Qué haré con este hombre?