Los dos comenzaron a reír a carcajadas agarrándose el vientre y era tan contagioso que terminé por unirme al festival de carcajadas.

Tuve que parar porque recordé toda la escena que había visto por la pantalla.

-¡Vamos! Es en serio. Casi matan a SeokJin hace unos momentos, además tenemos que traer de los calzones a mi hermano- Levanté a ambos tomando sus orejas –Si algo les pasa porque ustedes están flojeando los castigaré...-

-¡Yah! Iremos, tengo que buscar nuestras cosas- Mi conejito obediente se levantó de la orilla de la cama, sobando su oreja y haciendo un puchero, para abrir su gran armario.

Mientras tanto, el mayor de los tres se dispuso a apagar la consola y a alistarse de igual forma, todos en sus respectivas habitaciones.

Los tres salimos al mismo tiempo a través de nuestras puertas y comenzamos a reír, a pesar de que lucíamos como personajes salidos de Matrix y que íbamos a acabar con unos cuantos tipos. La sincronización, tanto en tiempo en cuanto a estar listos refería, como en la misma vestimenta.

-Basta de sonrisas niños, hora de salvar al torpe de mi hermano y su príncipe.-

Nos dirigimos al elevador, encontrándonos con Cookie vestida al tono con el resto de nosotros. Bastó sólo verla para que me contestara que iba a acompañarnos.

Finalmente los 4 juntos nos quedamos parados en la sala mirándonos entre sí.

-Eh, los estoy siguiendo...-

-Nosotros estábamos siguiéndote a ti...- Respondieron los tres al unísono.

Agarré el puente de mi nariz para no agarrarlos del cuello, pues eran tres y yo sólo tengo dos manos, y negué moviendo la cabeza.

-Yo... Uh... No sé cómo ¿ir al otro lado?- Rasqué mi cabeza. En verdad no tenía ni la más pálida idea, de hecho ni siquiera estaba segura de cómo había aparecido aquí en primer lugar. Sólo me adapté a la fabulosa idea de la realidad alterna y las maravillas que me brindaba.

Cookie frunció el ceño y simplemente haciendo un par de movimientos con las manos, una puerta iluminada apareció frente a nosotros.

-¿Yo también puedo hacer eso?- Miré asombrada. Donita sólo respondió asintiendo con la cabeza y abriendo la puerta para nosotros. Vaya que es una mujer de pocas palabras.

Continuamos a través de lo que parecía una especie de lámina de color violeta que a simple vista lucía como slime, aunque al tacto no era nada parecido.

Verán, el color violeta es un color de purificación, no me extrañaría para nada que esa purificación viniera acompañada de moco, líquido... Ya saben, como volver a nacer.

Suficiente desvarío.

Pasé por el portal que parecía una caricia, algo relajante, como cuando pones sábanas limpias recién planchadas en la cama y te recuestas luego de haber tomado un baño. Prácticamente estaba durmiéndome. Si no fuera porque Jk estuvo empujándome y pellizcándome el minuto que tardamos en pasar de un lugar a otro.

¿Y dónde fueron a salir? No tengo la más remota idea. Parecía desierto, pero no tal como el Sahara, nada parecido.

-Ah, es bueno volver a México.- El conejito se estiró con total confianza y comodidad mientras yo seguía algo aturdida y adormilada.

Lo que más me impresionó fue que el cabello de Hoseok se había tornado de un color... ¿Castaño?

-No me mires así... Pasar por el portal significa también que todo será purificado- Señaló su cabeza –Es mi color natural, cuando regresemos todo volverá a la... Normalidad si puede llamarse así.

Formé una perfecta "o" con mi boca y asentí en silencio. Mis iluminaciones rubias también se habían ido y sólo quedó mi aburrido castaño claro.

-Hora de seguir camino. Casi llegamos a la base- Dijo casi ordenando Cookie. Todos comenzamos a seguirla, puesto que al parecer había tomado el mando indirectamente porque, primero, yo no tenía idea de nada, segundo, JK seguía jugando con su arma como si fuera de juguete y Hoseok le seguía y tercero, los tres aún cargábamos con una cara de cansancio fenomenal.

Claramente ella había pasado por esto más veces de lo que nosotros.

A lo lejos se divisaba algo parecido a una pequeña ciudad, que si tratabas de verla desde otro ángulo no podía ser vista. Era lo más extraño que... Bien, no diré nada al respecto.

-Es una ilusión óptica que sólo puedes ver a determinado ángulo desde la montaña. Le llaman el Oasis por esa razón, sólo quienes tienen suerte o conocen alguien aquí pueden acceder a ella, aunque tampoco no puede entrar cualquiera. Es algo así como la ciudad Utópica de Atlantis, pero en la tierra- Me explicó la que iba a la cabeza de mando.

-Tierrantis, dirás, estoy tragando polvo como si fuera cocoa- Tosí y ella esbozó una sonrisa.

-Ya casi...

¡¿Qué tal?!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


¡¿Qué tal?!

Aquí con ustedes Ross, de ahora 22 años. Me he auto-regalado éste capítulo el día de hoy. 

He estado descansando un tiempo, pero al ver que todo lo nuevo que ha salido se conecta de alguna manera con mi historia, me veo impulsada a seguir escribiendo.

No estoy diciendo que ésto sea una teoría, la historia que ahora pueden leer ha sido desarrollada mucho antes de los sucesos actuales. 

¿Hay muchas coincidencias? Claramente.

¿Tomarás algunas cosas para capítulos futuros? No, puede que me inspiren, mi contenido siempre es más inspirado por canciones que otras cosas. Siempre busco generar esa chispa con un vídeo, serie o película, pero el contenido que genero es 100% original. Con ésto no me refiero a que sea algo innovador, para nada. Sino que es totalmente hecho e inventado por mi y no sacado de alguna otra obra. 

Siempre se citarán cosas, puesto que es necesario para que ustedes entiendan y puedan buscar ejemplos prácticos, algo de comodidad para el lector poder relacionar una obra "X" con algún elemento de la cultura pop.

Quizás puedan ver similitudes o no, pero me parece importante aclararlo para que no piensen que es un "plagio" de algo. No me sentiría bien si fuera de esa forma.

Gracias por leer, les amo!

-MR. La cumpleañera. 

Mafia de escritorasWhere stories live. Discover now