What we deserve

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Seguíamos avanzando recto en una avenida casi desierta, si no fuera por los semáforos, el resto de los habitantes y una que otra ancianita que levantaba su bastón en el aire en señal de enojo.

Viajamos una hora hasta llegar a un paraje con vegetación, desaceleré y me estacioné para respirar algo de aire fresco. Seguía siendo temprano y para ser sincera el tiempo no era algo que me preocupara, sólo necesitaba despejarme un poco.

-¿Qué haces? ¿No que querías ir al centro comercial?- Hoseok me miró con un gesto de confusión.

-Tranquilo, ni Gucci ni Vesace irán a ningún lado. Sólo quiero estirarme y sentir el viento en mi cara por un momento. ¿Vienes?

-No veo porqué no- Respondió abriendo la puerta del acompañante y caminando a la orilla de la ruta.

Un acantilado se abría con majestuosidad ante nuestros ojos, el alrededor lleno de pinos, los pájaros cantando por el atardecer y los tonos naranjas y rojizos del crepúsculo me llenaron de energía una vez más.

-Usualmente hacía esto cuando necesitaba estar sola y recargar energía, donde vivía era una ciudad al pié de la montaña- Corté el silencio –He estado sintiéndome de distintas formas últimamente, necesito algo de equilibrio, ¿Sabes?

Seok ni siquiera me dirigía la mirada, estaba totalmente perdido en la belleza del paisaje.

Cuando la brisa se hizo más intensa, el aroma de los pinos venía a mí y el aire frío chocaba con mi cara. Extendí mis brazos y cerré los ojos para inhalar profundamente. Nada me preparó para los brazos que nuevamente me rodearon y el mentón que se posó en mi hombro.

-Deberías dejar de hacer eso, pensarán que estás conmigo o algo por el estilo- Dije sonriendo sin cambiar mi postura y sin abrir los ojos, sumiéndome aún más en el frío del viento y el calor del cuerpo que me sostenía.

-Lo siento Ross, yo... Soy algo así como sensible a las energías y pues...- Suspiró.

-Lo sé, me estaba recargando. Pero también descargaba energías negativas, si te pones tras mío vas a recibirlas todas- Respondí con preocupación.

-De hecho, soy como los árboles, ¿Has visto que ellos reciben nuestros desechos en el aire y lo convierten en oxígeno?- Suspiró nuevamente –Yo hago lo mismo. Por eso irradio luz, por eso me llaman "sol".

-¿Puedes quedarte conmigo por siempre?- Reí –Tengo mucho de eso. Oye, espera, eso sonó mal.

Ambos nos pusimos a reír y él finalmente se separó de mi para volver a mi lado.

-Tengo muchas preguntas que hacerte, Hoseok- miré su mano con un leve brillo.

-Dime Hobi, es más, dime como quieras. Excepto caballo, odio ese apodo estúpido- Su ceño se frunció al decir lo último.

-Está bien, Hobi, ¿Qué fue eso que pasó en el baño de mi habitación?- Lo miré y su rostro tomó un color rojizo.

-Eso... Es la forma en la que puedo ver como es la persona realmente. Lo he hecho con todos los que están aquí, al que no le he dado el visto bueno no solo no se ha quedado, sino que fue eliminado...

-¡¿Besaste a mi hermano?!

-Por algo te dije que no te parecías en nada a él- Sonrió y me sacó la lengua con un gesto burlón.

-Debió haber sido horrible, lo siento por ti.

-Oye, no estás tan mal- Alzó sus hombros.

-Lo decía por mi hermano...- Fruncí mi nariz y él se rió.

Mafia de escritorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora