CAPÍTULO 32

2.9K 99 8
                                    


Annabell Brook.

Comí lo que él había ordenado, todo estaba exquisito. Me dispuse a vestirme gracias a Dios había empacado una maleta muy variada, escojo un vestido rojo vino que se ajusta al cuerpo llegando hasta un poco más arriba de la rodilla, un escote de infarto en la parte delantera  y en mangas largas, me maquillé los ojos en negro ahumado y los labios un color neutro, hago unos rizos en mí cabello, me pongo unas zapatillas, un sobre a juego y lista, me miró al espejo y río para mí, esta noche me siento traviesa.

Bajo al bar del hotel y ahí estaba Edwards pegado a su teléfono celular como siempre, estaba sentado en el bar voy caminando hacia él y a mitad de camino se percata de mí presencia, se queda embobado observandome y veo como se le resbala su celular, por inercia lo recoje, sonrió es el efecto que estaba esperando, se levanta de prisa, le dice algo al bartender y se dirige hacía mí.

¡Que comience el juego!— Pienso

En este instante se me quitaron las ganas de salir, cancelare ahora solo quiero subir a nuestra habitación y hacerte el amor toda la noche —Me dice al oído

Mí cuerpo reacciona ante su aliento cálido rosar en mí cuello, respiro profundo no puedo permitir que me siga afectando.

No podemos cancelar ya lo dijiste antes, así que deja la calentura y vámonos ya —le digo divertida tengo la reacción que esperaba de él.

Ya en el auto saco el celular de mí bolso y empiezo a mensajarme con Ángel, no había podido hablar con el desde que llegué.

Edwards me miraba de reojo y juro que creí que sus ojos se le iban a salir tratando de ver mí celular y ver con quién hablaba.

Shuu que tanto miras, es privado —le digo al tiempo que llevo mí celular a mí pecho para evitar que mirase.

Annabelle te recuerdo que eres una mujer casada —me dice con una chispa de enojo en su voz

Lo miro con  cara de confucion, más descarado no puede ser el niño, pero no iba a discutir lo necesitaba flojito y cooperando jajaja.

Solo disfrutemos de está noche—le digo y el me responde con una sonrisa

Llegamos a un club que aleguas se notaba exclusivo, largas fila para entrar y nosotros entramos por la entrada VIP.

El club era igual o más impresionante y hermosa por dentro, una joven con una belleza exótica nos recibió y nos guió hacia lo que pude notar la zona más exclusiva del lugar.

Nos instalamos y en la mesa ya estaba servida un botella se champagne.

Un joven se acerca a nosotros. Edwards, hermano ¿como estas?     —Se saludaron con un apretón de mano seguido de un efusivo abrazo, el joven era alto, moreno, con  cuerpo trabajado de gym, pero no demasiado, unos ojos café y pelo negro.

Bien hermano, este club está genial felicidades —Edwards le dice de manera sincera, se nota que ambos se tiene un gran cariño. Esto no hubiese sido posible sin tu ayuda hermano, estoy eternamente agradecido —le dice el joven.

Carlos ella es mí esposa Annabell, Annabell el es mí amigo Carlos dueño de este lugar —Edwards nos presenta.

Encantado de conocerte, ya estaba ansioso de conocer a la  única mujer que a conquistado el corazón de mí amigo —me dice de manera efusiva acompañado de un gran abrazo.

Gracias un placer también conocerte—le contesto.
Ya amigo despega tus manos de mí esposa —le dice Edwards a modo de broma, ambos ríen y siguen platicando de sus cosas, según escuché Edwards es el mayor inversionista del club, aunque Carlos es quien estará a cargo.

Contrato Matrimonial Where stories live. Discover now