CAPÍTULO 23

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Annabell Brooks

Me veo al espejo y me  veo fatal pasé toda la noche llorando, no se ni en que momento me quedé dormida, la discusión de anoche me sobrepasó, nunca nadie había  humillado de esa manera, fueron pocas las palabras que Edwards me dijo pero fue lo peor que alguien me ha dicho en mí vida.

Sabía que algo le pasaba, pero nunca pensé que estaría celoso,  nunca le di motivos, se hizo todo una idea en su cabeza y hasta veía fantasma dónde simplemente no los hay.

Estas últimas dos semanas no lo he visto solo escucho cuando llega, (las pocas veces que suele llegar) y al parecer se va muy temprano porque cuando despierto ya no esta.

Gracias a Dios en el trabajo no hemos coincidido, no se que va a seguir después de esto, porque aún nos queda al rededor de un año de nuestro contrato, estoy incómoda en el apartamento ya no lo siento como mi casa, a veces pienso en irme con mis padres pero eso implicaría tener que explicarle a mi madre y no la quiero abrumar con mis problemas últimamente no se siente muy bien de salud.

James me llamo para juntarnos en una cafetería está tarde, es el único que sabe lo que pasa y al único que le he contado la verdadera razón de mi matrimonio.

—Anna, no mereces lo que te está pasando —me dice James acariciándome la cara.

—Lo sé —le digo con tristeza en  mi voz.

—Porque no le dijiste la verdad, se habría evitado este mal momento, me siento tan  culpable, debí de verlo venir.

—Claro que no, nunca diría nada y lo sabes, tu no eres el culpable Edwards se encerró en sus celos, de verdad me duele que él piense eso de mí.

—Y lo peor es que ahora no se que hacer, es insoportable estar en ese apartamento, ¿No sé qué pasará ahora? —digo y suspiro.

—Sabes qué tienes mi apoyo incondicional, pero ustedes se aman por lo que me has contado y por lo que yo mismo he visto, no es justo que sigan así por un mal entendido, habla con él y explicarle.

—No James, yo no seré quién lo busque el me ofendió de la peor manera y no pienso ir detrás de él.

El me regala una sonrisa y en ese momento suena mí teléfono.

—Hola papá.

—Annabell tú madre está en el hospital ven inmediatamente.

—¡Mami, ¿Qué tiene? ¿Qué pasó?!     —pregunto pero ya mi padre había colgado.

James me mira preocupado —¿Qué pasó? —pregunta

—No se bien, pero es algo grave para que mi padre me llamara de esa manera —recojo mis cosa de la mesa y salgo.

—Espera yo te llevo no puedes conducir en ese estado —deja un billete para pagar la cuenta.

Llegamos al hospital y casi me tiro del auto pregunto en recepción y me indican que me dirija a cuidado intensivo, me extrañó pero sigo  las indicaciones, ya James estaba detrás de mí, cuándo llegamos a la sala vemos a mi padre derrumbado en un mueble.

—¿Papi que pasó?

—Esta mañana vinimos por la quimioterapia como siempre y de repente entró en un paro cardíaco.

—hizo una pausa y en ese instante se derrumbó —Annabell no se qué haré sin tu madre.

Sentí que me desmayaría en ese instante pero el ver a mi padre en ese estado me dio fuerzas para ser el bastón que él necesitaba, ambos no nos podemos derrumbar.

Contrato Matrimonial Where stories live. Discover now