-Los del dragón rojo descubrieron donde estábamos, sabían que Min estaba aún recuperándose y atacaron a su guardiana.

-La chica, ¿Quién es?

-La guardiana de Min... Se llama Ren.

Tiré las muletas a la mierda, el dolor había desaparecido. La rabia y la adrenalina se apoderaron de mí.

Salí corriendo de la habitación. Divisé mi puerta, ingresé mi huella y entré como alma que lleva el diablo.

A los que se los va a llevar el diablo es a ellos.

Busqué en el armario ropa negra, pantalones, una camisa, botas de combate y un sobretodo largo. Tomé mis armas y las cargué completamente. Coloqué firmemente mi chaleco anti balas y mis cinturones para poder guardar mis cuchillos y mis armas a los costados. Finalicé amarrando bien mis guantes de tirador.

Estaba lista para cualquier cosa.

Jungkook llegó corriendo y al verme trató de detenerme a toda costa. Ya no tenía razón, estaba totalmente nublada por la furia.

-¡¿Estás loca?! ¡¿Qué demonios vas a hacer?!

-Creo que es bastante claro, conejito. Voy a buscar venganza.

-¡La quemaron con las balas especiales! ¡Spring está haciendo todo lo posible por revivirla! ¿Quieres terminar como ella? ¡No podrán revivirlas a ambas si haces una locura así!

-Dime donde encontrarlos.

-No voy a dejarte ir.

-¡Puta madre, Jungkook! ¡Dime donde mierda están esos idiotas!

-No voy a decirte, espérame, no voy a dejarte ir sola y sin un plan. No quiero quedarme sin guardiana. No de nuevo. No podría soportarlo...

-¿Qué mierda?

-Y-yo... Te lo explicaré luego. Dado a que esto es una emergencia deberíamos ir con el equipo de investigación para ver si tienen algo sobre éstas cosas. Escuché que una división pudo rescatar una bala de un ataque anterior contra nosotros. Si tenemos equipamiento tendremos ventaja, así podremos hacerles frente.

-¡¿Crees que voy a esperar todo el jodido día a que vayas a ver a esos nerds para que te digan "ay no, perdón señor, aún no tenemos nada" con una taza de café en la mano y sus batas manchadas con reactivos?!

-Ross...

-Los conozco, Jungkookie.

-Namjoon está a cargo de ellos...

-O-okay, eso cambia las cosas.

Coloqué mis pistolas en mi cinturón y mi cuchillo en la funda de la pierna. Colgué mi M162  con la correa y la llevé a mi espalda.

Hice seña con la mano y salió, a lo que yo lo seguí.

Cruzamos al lado contrario del pasillo y bajamos por el elevador sin mediar palabra alguna. Pasamos del tercer piso al quinto y finalmente la puerta del ascensor se abrió dejando a la vista oficinas vidriadas que evidentemente eran los distintos laboratorios.

Seguimos caminando, mi pierna se sentía bien por alguna razón, pero éste mundo es algo loco. Luego preguntaré sobre eso.

JK puso el código de acceso y entramos a un despacho con un escritorio enorme, seguido de un sillón de cuero marrón donde estaba nuestro querido Namjoonie, inmerso en un libro de quién sabe qué.

-Nam...

El nombrado levantó la cabeza, llevándose un susto al verme detrás de su amigo.

-¿Quién rayos es ella? ¡¿Cómo la dejas entrar así armada a mis laboratorios?! Llamaré a Cookie.

-No, no. Es mi guardiana.

Su expresión cambió totalmente a una de satisfacción, por alguna extraña razón.

¡¿Qué no es extraño en esta jodida dimensión?!

-Así que ella es mi nueva ayudante... Pero no luce como una. Parece como si fuera a arrancarme el corazón con la mano como los monjes Shaolín.

-¿Quieres intentar, morenito?- Respondí, cruzándome de brazos impaciente.

-Basta, los dos. Namjoon, necesitamos toda la información de las balas experimentales del dragón rojo. Hubo un ataque... Irrumpieron en la base y atacaron a la guardiana de Yoon.

El científico se levantó de un salto, sorprendido.

-P-pero él está bien, ¿Verdad?

-¡Oye, esa no es forma de tratarnos! ¡Ren está a punto de morir! Venimos por ayuda, maldita sea- Mi humor no era el mejor, pero Kook agarraba mi hombro para que me controlara.

-Está bien, lo siento. Hemos desarrollado un par de prototipos de chalecos resistentes. Aún su funcionalidad no es total.

-¿De qué porcentaje estamos hablando?- Pregunté.

El peligris abrió una vitrina mostrando el equipamiento, además de armas, al parecer con la misma función que las municiones de la otra organización.

Tomó el chaleco en su mano, mostrándolo.

-95%, aún no está del todo completo.

Caminé hacia él y le quité la prenda.

-Eso servirá- Y salí corriendo hacia la salida.

-Eso servirá- Y salí corriendo hacia la salida

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¡¿Qué tal?!

Capítulo dedicado a mi querida Ren, quien sufrió otro ataque a su cuenta. 

Intenté pedirle permiso para ésto pero jamás me contestó, así que espero que esté bien nombrarla aquí.

 Realmente me enfureció mucho el hecho de que borraran sus acc con mis fics favoritos. Por eso el cabreo. 

En realidad ésto iba a tomar un rumbo diferente, pero surgió mi ira, y ya saben que sucede cuando mi ira se dispara.

Nace diversión y entretenimiento para ustedes. 

En fin, espero que puedan seguirla de nuevo en su cuenta, la que voy a dedicar ahora. 

¡Envíenle mucho amor de mi parte!

Gracias por leer.

-MR

Mafia de escritorasWhere stories live. Discover now