Déjame Sorprenderte

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Esos chicos siempre tendrán un ojo sobre ti.

―Mejor nos vamos ―dice Stefani―, distraigamos nuestra mente con bodas, la señora Sanders vendrá mañana por los arreglos.

Ahora Victor me ve sorprendido a mí.

―¿Estas ayudando a Stefani con su empresa? Y yo que pensé que te alejarias de todo eso.

―Mjm. Lo se...

―Si aprendió algo de la compañía de su tía es crear un momento.

No quiero hablar de eso, para nada quiero hablar de ello, me paro...

―La jodida mierda ―grito y caigo de rodillas, me sujeto fuertemente el estómago.

Estoy respirando agitadamente, maldición duele como el infierno, en menos de un segundo Victor ya me tiene cogida en brazos y Stefani ya está con el teléfono en la mano.

―¿Qué pasa?

Suspiro, la sangre subiendo a mis mejillas.

―Estoy con mi periodo ―susurró.

Victor suelta un suspiro.

―Mejor ve a descansar ―comenta Stefani mirándome extrañada.

Lo sé, es casi improbable que por el color de mis ojos me venga un periodo, pero gracias genética me hizo especial, tenía periodos, algunas veces, pocos días en realidad, pero en algunos si me venía y con dolor.

Malditos ovarios.

Yo asiento, y Victor me lleva a casa.

―No puedo creer que James haya estado con Dayanne... ―digo en un suspiro mientras arranca el carro y veo las cosas pasar.

―Quizá él vio más allá de toda la actitud ―comenta.

―¿Lo estas defendiendo?

Se encoge de hombros y me mira.

―Una vez me dijo que me ahorrara comentarios puesto que no sabía por lo que ella tenía que pasar ―me mira de reojo―, y eso me hizo pensar que tal vez Dayanne era así por alguna razón y que James vio más allá de todo eso.

―Tal vez... pero aún así duele.

―¿Qué James te haya traicionado?

Niego con la cabeza.

―Que ella no haya tenido la confianza para decírmelo ―suspiro, sin creer lo que acabo de decir.

Después de todo, al parecer no sabía tanto como creía de mi supuesta mejor amiga.

―¿Dayanne confiaba en ti?

―Pese a todo, yo sabía su mierda, y ella sabía la mía. Era como un concurso de quien era más miserable, ella lo gano. Pensé que lo sabía todo. Esa también fue una de las razones por las que no me separe de ella antes.

Aish... veinte años de mi vida desperdiciados.

―¿Por qué podría contar toda tu "mierda"? ―paramos en una luz roja y me mira.

―No. ―suspiro y mi vista se clava en las nubes―, siempre tuve la confianza en que ella no lo diría.

―Entonces.

―Porque después de ver por todo lo que había pasado, mi familia era como la familia Ingalls. Quizá ―bostezo―, no podía dejarla sola.

―De alguna manera James atraía a las complicadas.

Mis parpados están pesados.

―No ―vuelvo a bostezar―, él atraía a las frágiles.

―¿Dayanne frágil? ―bufa Victor

Príncipe 7 tonos de azul (Editando)Where stories live. Discover now