Déjame Sorprenderte

8.1K 676 66
                                    

―Solo eso... te juro que solo paso eso. ―grita aun conteniendo el aliento, mirando de rato en rato hacia su ingle, y luego mostrándome sus ojos suplicantes mientras sus bolas peligran en mi puño―, al menos eso me contó a mí.

―¡¿Y por qué mierda no me lo dijiste?!

Hago un poco de presión.

―¡Mierda! Porque sabía que pasaría esto. ¡Suéltame por favor! ¡Stefani ayúdame!

Oh... sabe que está en peligro.

―Your problem.

―Don't be a bitch, your nephews are in danger ... ¡Por favor!

Hago un poco de más de presión, aun no soy completamente buena con en inglés, pero estos dos siempre mantienen conversaciones así a mis expensas, así que algo he de entender.

―¿Please? God, don't lie, you always wanted that she take your balls like that.

Eso sí lo entendí. Así que hice un poco más de presión.

―Dios sagrado ―jadea―, Alana por favor...

―¡Bien! ―suspiro y lo suelto―. Pero seguro que solo eso paso... No hay nada más.

―No me dijo nada más ―suspira―, vino aquí y perdimos todo tipo de conexión, solo me volvió a contactar una vez en todo este tiempo, y Tessa ya estaba en su vida y embarazada...

―¿Entonces no hay posibilidad que Alan sea su hijo? ―pregunta Stefani quitándome las palabras de la boca.

No había pensado en eso, y pensarlo solo me hace estremecerme, que Dayanne haya tenido un hijo de mi hermano.

No.

Atrás Satanas, no dejes que mi hermano haya sido tan perro.

―Si ellos tuvieron un hijo no es Alan, y para el caso tú sabrías de eso ―me mira―, recuerda que en ese entonces seguías siendo amiga de Dayanne.

Pero hubo dos años de su "intercambio", no la vi por dos años, así que no pondría mis manos al fuego por ello.

Aunque en verdad ruego que pudiera poner mis manos al fuego por ello, pero cuando se trataba de James y sexo. Demonios si no podía asegurar nada.

Suspiro.

―Me duele la cabeza ―me dejo caer en el sofá, poniendo mi brazo sobre los ojos para evitar la luz, de alguna manera me siento mareada, miro de reojo a Victor―, ¿Qué haces aquí? O mejor dicho... ¿Cómo sabias que estaba aquí?

Él se encoge de hombros y se sienta a mi costado.

―Bueno... de hecho lo sabía hace meses, apenas comenzaste a hacer los trámites de la visa y eso...

―¿Me seguiste?

―Te encontré cuando ibas a la embajada, estaba allí visitando a un viejo amigo y te vi ―él suspira―, un mes después Cristopher Dawson se va a Alemania y dos semanas después veo a una muy acalorada Ivanna saliendo de tu casa. Todo eso me lo confirmo.

―¿Le dijiste a alguien?

El niega con la cabeza. Respiro aliviada.

―¿Por qué no viniste antes?

―Pensé que necesitabas un tiempo para ti misma. Además no es como si te haya perdido la pista.

No necesito ser un genio para ver que Victor le está sonriendo a su hermana. Vuelvo a suspirar.

Príncipe 7 tonos de azul (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora