Extra 5: Tres hombres, Dos chicas y Una Boda

3.8K 215 25
                                    

23 de Agosto (13.30 pm)

―No puedo hacerlo ―chillo mirándome al espejo―. No puedo, JODER, me muero, me estoy muriendo y no me casaré.

―Emergencia en la habitación de la novia ―dice mi organizadora y yo quiero matarla.

―ESTO NO ES UNA PUTA EMERGENCIA. ES MI JODIDA CRISIS MIERDA.

―Alana... ―miro a Stefani tapándole las orejas a Katrina y mirándome con reproche mientras mi bebé se chupa su dedo, con esos ojitos grises de su padre mirándome.

DAWSON...

DIOS. ¿QUÉ ESTOY HACIENDO? MALDICIÓN QUIERO LLORAR.

―Perdóname mi niña, pero... ―la miro con ese precioso vestidito blanco, a Stef con su vestido celeste y entonces bajo la mirada a mi cuerpo.

Comienzo a hiperventilar.

―Lloras y el maquillaje se te arruinara ―dice mi organizadora y frunzo el ceño

Mierda, ¿cómo haré esto? Soy una escoria, una vil persona que no sabe apreciar lo que tiene.

No merezco este hermoso vestido, no merezco este maravilloso peinado, NO MEREZCO PARECER UNA REINA CUANDO ME SIENTO UNA PUTA YNO MEREZCO A DAWSON.

No debí salir ayer, no debí aceptar esa puta despedida, ni si quiera la quería. Odio esto, odio a Michael, odio a esos chicos...

Bueno a ellos no pero...

NO DEBI DEJAR QUE STEFANI ME CONVENCIERA.

―Todo esto es tu culpa ―grito mirándola y sobresaltándola―, no puedo casarme por tu culpa, soy una vil escoria por tu culpa.

―Wow... ―Stefani le tiende a Katrina a la organizadora y hace un asentimiento a la puerta.

Miro a mi bebé una última vez antes que desaparezca y entonces a Stefani.

―¿Y qué mierda hice ahora?

―¡Me dejaste emborracharme y por tu culpa paso ESO!

―Alana... en verdad no te entiendo ¿Qué hiciste?

―Recuerdas lo que pasó después que entramos al Barón Rojo...

―Amiga no recuerdo nada más que esos chicos restregándose contra ti.

22 de Agosto (22.00 pm)

Tenía sueño, tenía hambre, y quería ir al baño, todas esas combinaciones eran malas, si ibas a salir eran las peores.

―Vamos mujer anímate ―me dice Stefani colgada a mi brazo.

―Cariño, no desanimes a tus amigos. ―me reprende mi mamá y la miro atónita.

―Si cariño, hoy tienes que disfrutar ―chilla Grant colgándose en otro brazo.

Ruedo los ojos y me dejo arrastrar fuera del hotel, hacia una congregación de gente, o mejor dicho mujeres fuera del local.

―Tengo un mal presentimiento de esto ―rio pero dejo que Steff no haga entrar donde una señora me da un fuerte beso en la mejilla y me guiña un ojo.

Bueno... rara forma de comenzar.

Comienza con pequeños shots de tequila, luego con dulces Pinky Martini y entonces en algún punto entre el vodka y el whisky sé que estoy a un paso de estar ebria.

Y no me importa. Make the dance baby.

―Steff ―grito entre las estruendosas risas de todos, el grupo creció y junto con las chicas de otra despedida estamos sentadas en un reservado del local.

Príncipe 7 tonos de azul (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora