Extra 4: Traumas Pasados

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Alana

―Estos niños mal agradecidos que nunca llaman.

Me quejo mientras preparo la cena y Dawson se ríe de mi enojo. Bufo.

No sé si estoy en una fase o no, quizas sea la crisis próxima a los cincuenta pero quiero a mis polluelos.

Se me retrasó el síndrome de nido vacío. Una lágrima cae de mi mejilla.

Tontas hormonas, maldita menopausia.

Dawson me abraza por la espalda besando mi mejilla. Me dejo abrazar y separar de la encimera, y besa mis ojos.

―¿Por qué no llaman? ―me quejo―, Katrina, Alan y Daniel me traerán loca.

―Hablamos con todos hace menos de una semana. ―ríe y yo hago un puchero.

Para una madre querer hablar a diario con sus hijos no es raro, es solo ser madre.

―Aún así...

Dawson me mira y sonríe.

―¿Sabes... hace tiempo no visitamos a Victor y a los niños?

―¿Y?

A mi que me importa, yo sufro porque mis bebés no vienen.

Dawson toma mi barbilla obligándome a verlo, levanta una ceja, y pone su tipica mirada de Claramente no estas entendiendo.

Intento pensar de que modo Victor se relaciona con alguno de mis bebés.

Oh ya lo entendí.

Miro a Dawson con una sonrisa.

Por eso te amo.

―¿No era porqué soy sexy?

Ruedo los ojos.

―Amor, a tu edad no puedes decir eso.

Él se ríe y me besa.

****

―Han pasado casi 23 años desde que se casaron y siguen con las hornonas revueltas ―es el saludo que nos da Victor apenas lo encontramos en el aeropuerto.

Me separo un poco avergonzado de Dawson, mirando a al pequeño grupo de personas rodeandonos, preguntándose seguramente si es que mi Dawson es el actor Christopher Dawson.

Lo tomo firmemente de la mano y le lanzo una mirada molesta a una tía que estaba comenzando a sacar su cámara.

Tomo a los dos hombres del brazo, le lanzo una mirada al chico de las maletas lista para sacarlos del lugar y directo a la Ranger de Victor.

Estoy cómodamente recostada en el asiento trasero, cuando recuerdo perfectamente la razón de mi llegada. Saco mi celular y activo los datos, ciertamente nunca me gustó saber lo que hacian mis hijos de esta manera. En especial Alan, y todo lo ridiculizaban hasta el punto de la comedia, por eso casi nunca lo usaba.

No sé lo que me hizo buscarlos, escribir su nombre en Google y buscar últimas noticias.

Pero el grito que di fue tan fuerte que hizo a Victor desviarse del camino y frenar en seco. Reboté contra el asiento y caí en el espacio entre ellos. Estaba a punto de entrar en colapso.

Estos niños me iban a traer loca, si no fueran mis hijos los mataría. Joder. INCLUSO SIENDO MI HIJO LO MATARÍA

―¿Que mierda Bates? ―me chilla Victor, Dawson solo me ve preocupado, se gira inmediatamente pero yo le estrello el celular en su rostro.

Príncipe 7 tonos de azul (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora