The Wailing Man {Sterek}

Capítulo 32

-Y eso fue lo que pasó. -dijo Derek viendo las hermosas pestañas de Stiles, metido entre sus piernas y acariciando sus costillas. El menor lo abrazó por la cintura con sus piernas y le acariciaba la barba.

-No puedo creerlo. -dijo estupefacto y no sabía si era por los hechos que pasaron o por lo hermoso que Derek lucía viendo su reacción. -¿Yo? ¿Haciendo todo eso?

-Sí, casi nos matas a todos. -trató de darle diversión al asunto.

-Pero no maté a nadie, ¿verdad? -subió su mirada de sus labios a sus ojos. Derek bajó la mirada pensándoselo dos veces antes de responder, sin embargo, su silencio le dijo todo. -D-Derek...

-Alison, ella, ella murió cuando gritaste por primera vez. -dijo con dificultad. -Llevaste a Lydia y Malia a una emboscada en el bosque.

-Dios...

-Y mataste a Theo. -suspiró. -Amor, no es tu culpa, era Void controlándote.

-No puede ser....-sus ojos estaban idos en asombro. Casi con lágrimas asomándose en ellos. -Los Argent me deben de odiar...

-No pienses eso, no fue tu culpa. -besó sus labios con amor. -No fue culpa de nadie, no eras tú. -Stiles se aferró a su cuerpo con fuerza.

Sintió las suaves caricias de su lobo en su cuerpo, calmándolo, pues ese sentimiento de que él asesinó a alguien no se iba, abrazó a Derek y se escondió en su cuello. Derek sólo lo besaba, susurrándole que no pasaba nada, la verdad es que no iban a culparlo por un banshee que había tomado su cuerpo sin permiso. No iban a culpar unas muertes que fueron provocadas por Void. Hale posó sus labios en el pectoral del menor.

-Te amo Stiles. -dijo inhalando el aroma del susodicho. -Te amo mucho.

-Yo más Derek. -dijo con una sonrisa. -No me dejaste en ningún momento. -acarició su cabello. -Estuviste en las buenas y en las malas.

-Siempre Stiles, porque te amo lo suficiente para no dejarte ir tan fácil.

Comenzaron con una nueva sesión de besos. Stilinski no podía evitar restregar su trasero contra el pene del alfa; había perdido la noción del tiempo de cuando fue la última vez que lo sintió, que le hizo el amor. Necesitaba que Derek lo reclamara como suyo una vez más, porque se sentía ido y vacío, se sentía como al inicio de todo, pensando en que quizás la manada lo odiaba. Porque él había sentido como Void entraba en su mente y violaba cada dato de sus amigos, pensando en como atacarlos uno por uno, pero él se sentía como si fuera un muñeco sin vida dentro de su propio cuerpo, que un banshee lo controlaba a su antojo.

-Hazme el amor Derek...-dijo en su oído cuando quiso abrazar al lobo. -Te he extrañado...

-¿Seguro? -dijo contra sus labios. Stiles se quedó en silencio unos segundos.

­-Márcame.

(***)

Las horas pasaban y la manada estaba la mayoría del tiempo tranquila. Sin Void asechando por los alrededores de la cuidad no había problema. Era la una de la tarde y todo el Beacon Hills transcurría como todo el tiempo. Boyd suspiró y miró a Issac, quien estaba leyendo una revista, descalzo y con los pies subidos en el sofá. Erika terminaba de lavarse los dientes; todos acababan de almorzar.

-¿No planeas decírselo? -preguntó el moreno viendo la figura de su amigo beta.

-Lo haré si me dices de qué estás hablando. -dijo pasando la página.

-Sabes de qué estamos hablando, sabes que empieza con la letra s y termina con cott. -dijo tratando de no elevar la voz para que la rubia escuchara. Issac lo miró alarmado. -Sí amigo, de eso hablamos.