Capítulo 10

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Dedicado a: lunawolfgamer1 gracias por leer :3

Tenía la mala suerte de no poder encerrarme con Derek en mi cuarto para siempre.

Así que salí a comprar un batido cuando tuve un momento a solas. Todo parecía normal, los autos transitando, personas iban y venían y yo pensaba en que hace mucho no sabía de mi mejor amigo. Quizá lo visitaría después de comprar mi amado batido. Derek salió a la veterinaria de Deaton y por lo que me dijo, tenía que continuar buscando al banshee, por mucho que deseara quedarse conmigo y continuar haciéndome el amor. No lo culpaba, de cierta forma, tenía sus responsabilidades.

Miré el suelo, alguna que otra vez pateando alguna roca. Mis manos refugiadas en cada bolsa de mi chaqueta, hechas puños y meciéndolas libremente. El local de bebidas estaba al menos diez minutos más, la verdad es que aunque hubiera mucho ruido, podía pensar un poco sobre todo lo que me estaba pasando alrededor. No solo el hecho de tener esto con Derek, si no de todo. Un banshee atacando, y dramas amoroso. Mentiría si no dijera que no estoy asustado, esa bicha me dejó un feo trauma. Cada vez que sueño, puedo ver su rostro cerca de mí, la veo moviendo sus labios, pero no puedo oír nada. Lo curioso es que solo me pasa cuando Derek no llega a dormir conmigo por una u otra razón. La pesadilla está ahí y no puedo alejarla por más que quiera.

Ya me estaba volviendo loco.

Me preguntaba cómo estaría Scott con Liam. ¿Acaso ellos eran como Derek y yo? Nah, nosotros no somos normales. Ellos ahora deben de ser pareja oficialmente, llenándose de apodos cursis y besos melosos. Aunque en ellos se veía tierno, un cabrón de cuarto grado con uno de primero. Ya pude comprobar la teoría sobre la adolescencia; los chicos grandes buscan a los más pequeños porque las de su edad ni siquiera los vuelven a ver. Reí por eso y sin darme cuenta ya estaba enfrente del local.

El horrible sonido de la campanilla se hizo presente cuando empujé la puerta. Varias personas dejaron sus asuntos para dirigir la atención hacia mí. Los ignoré pasando directo al mostrador, quería una bebida de fresa. Sonreí como un niño cuando observé el menú gigante. Pero alguien se atravesó en mi camino, si lo vemos de la manera más obvia, parecía como si me hubiesen empujado. Ahora, si lo vemos como si hubiese sido un accidente, tropecé con el chico y casi caigo al suelo si no fuera por unos brazos que me tomaron de la cintura y evitaron que me quedara sin nariz. Esos brazos me rodeaban con firmeza, haciéndome sentir incómodo. Me afirmé de los hombros del sujeto y éste me enderezó de una vez por todas. Quise separarme, pero mi cuerpo no reaccionaba o no sabía cómo apartarme de él.

-¿Estás bien? -preguntó apretándome la cintura levemente.

-Eh.. sí, gracias. -dije ahora alejándome un poco de él. El chico tenía ojos verdes y unas facciones muy lindas, su rostro era joven y estaba bien moldeado. Juré que hizo un ademán de olfatear mi cuello antes de alejarse.

Lo miré y él me sonrió, una sonrisa que no me daba buena espina, me sonreía con cierta advertencia y un toque de psicópata. Como si estuviera apunto de hacer una maldad, como si fuera un lobo viendo a un pequeño conejo. Su mirada hambrienta me hizo encogerme en mí mismo y con un poco de miedo. ¿Tenía una expresión de "Oh ven y golpéame" en la cara?

Retrocedí lentamente y el chico pareció reaccionar, su rostro nunca abandonó esa sonrisa escalofriante y se despidió con un ademán de mano.

Que raro. Bueno, al menos ya pasó.

Hice mi pedido y esperé unos minutos antes de que me lo entregaran. Salí con rapidez, hoy no había visto a Derek, y ya me hacía un poco de falta. Pensé en ir mejor hacia la casa de Scott, así que giré mis pies en la dirección contraria a la que venía y me dispuse a caminar, no eran menos de diez minutos. Diez minutos en los que me terminé la bebida y llegué a su puerta. El sonido del timbre se hizo presente por toda la casa, todo estaba en silencio y Melissa me recibió, se veía apurada y se estaba colocando los aretes.

The Wailing Man {Sterek}Where stories live. Discover now