The Wailing Man {Sterek}

Capítulo 28

Scott corría más rápido. Había percibido el aroma de su chico. Dio una profunda respiración antes de enfocarse en donde provenía ese olor. Miró a unos metros el pozo de Beacon Hills y no dudó en acercarse.

Liam estaba escalando las piedras. Le dolía su cuerpo, le dolían sus manos, los nudillos no dejaban de sangrarle. No sabía si lo que caía por su rostro eran lágrimas, sudor o el agua donde había estado jace poco. No quería averiguarlo tampoco, pero sin duda se estaba quedando sin fuerzas, ese viejo pozo tenía su estructura resbalosa, por lo que le costaba mantenerse estable por mucho tiempo. Se había llevado tres caídas hasta ahora en unos intentos de salir a la cima. Ahora se encontraba escalando otra vez, sus manos mojadas y tenis con suela de goma no eran la ayuda que necesitaba, pero era hacer el intento o morir ahí mismo de una hipotermia, ya que estaba anocheciendo.

Le faltaba poco, unas cuantas estiradas de brazos y ya saldría. Tomó unas respiraciones antes de volver a estirar su brazo y tomar otra de las rocas para poder afirmarse bien. Tanteó unos segundos para ver si no estaba resbalosa. Gracias al cielo no lo estaba, al parecer la humedad se concentraba más que todo en lo profundo. Escaló unos milímetros que fue lo sus piernas y manos le permitieron. Volvió a estirar su brazo contrario para subir. Tenía miedo, ya casi llegaba, no quería perder otra oportunidad.

­-¡Ayuda! ­-dijo. Hasta su voz salía débil, en otra situación se hubiera avergonzado pero ahora no era el caso, rogaba para que lo encontraran.

Otra escalada, la punta del pozo se asomaba cada vez más. Pero como siempre, tuvo que haber un fallo. Liam puso el pie en una de las zonas resbalosas, la inercia lo llevó consigo de vuelta al agua. Cerró los ojos al sentirse en el aire, ya no podía, ya no tenía fuerzas para nada. Pensó que sentir una mano fuerte sosteniéndolo era producto de su imaginación pero no fue así cuando sintió su cuerpo sacudirse por evitar la caída. Abrió los ojos para ver qué sucedía, nunca esperó ver la figura del hombre al que amaba sosteniéndolo para que no cayera. Scott lo sostenía fuerte, con la mitad se su cuerpo dentro del pozo y la otra fuera, trataba de alzar al menor, pero desgraciadamente se estaba resbalando.

Los brazos de Liam se aferraron al cuerpo del lobo, lo miraba con miedo de caer, pero alegría de verlo, de saber que iba a salvarlo. Su miedo crecía al ver que tanto él como el cuerpo de Scott se iban hacia abajo, queriendo decir que el beta se estaba resbalando. Y efectivamente las piernas del mayor no tenían donde aferrarse por lo que no fue sorpresa cuando ambos se fueron completamente. Cerraron los ojos esperando el impacto de la fría agua, pero nada llegó, al menos para Scott, porque sus compañeros betas lo estaban sosteniendo de los pies. Issac lo mantenía sujetándolo de los tobillos, tratando con todas sus fuerzas de alzar ambos cuerpos. Liam por otro lado, había terminado con agua tapando sus pies con las tenis. Boyd y Erika se sumaron a ayudar.

En un mínimo de tiempo, los dos estaban afuera, todos en el suelo tratando de recuperar la respiración. Liam miraba a Scott con sus lágrimas cayendo por sus mejillas. El lobo lo miró, la alegría asomándose por sus ojos, sin pensarlo dos veces lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó, besando la mejilla de su chico. Liam se quedaba quieto, analizando lo que acababa de suceder, efectivamente el amor de su vida lo había salvado. Se permitió sollozar en el cuello del beta mientras le correspondía ese abrazo. Lo extrañaba mucho, Scott era todo para él, y aunque ahorita estuviera herido, no quitaba que sus sentimientos estuviera ahí.

Issac los veía con cierto recelo, los otros dos betas solo les dedicaban una sonrisa; felices de haber podido salvar al chico.

(***)

Lydia terminó de colocarse el sostén y miró a través del espejo el cuerpo de Malia acostado. La chica continuaba desnuda en la cama y sin ninguna intención de levantarse. La de pelo largo peinó su cabello y se tomó su tiempo para maquillarse.