Capítulo 31

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Y cuando el alfa entró con su pequeño en brazos, todos los miraban con una sonrisa. Derek no lo soltaba por nada del mundo. Lo traía con cuidado; Stiles continuaba dormido y temblando del frío. Era gracioso porque la casa del lobo lucía como el Motel California. Toda su manada estaba ahí, el doctor, el novio de Scott, las dos chicas. Definitivamente sentían un gran alivio, como si un enorme peso hubiera caído de sus hombros. Ya todo parecía ir circulando bien; salvaron a Liam, Lydia se veía bien y ahora Stiles estaba con ellos.

-Yo lo cuidaré. -dijo Derek con el cansancio brotando de sus palabras.

-Estaremos aquí, al menos para el amanecer.

-Quisiera estar solo con él. -miró a Deaton. -Revisa que esté bien para poder quedármelo.

El doctor asintió. Scott movió a su pequeño del cuarto de Derek al de invitados. Liam estaba dormido, se cobijaba con fuerza mientras que el beta lo acunaba en su pecho. Ya su mejor amigo había aparecido, ahora podía atender a su cachorro. Se encerró con él en la habitación y lo abrazó por un buen rato.

Deaton analizaba el cuerpo del chico acostado en la cama del lobo. Revisó sus signos vitales, revisó desde su cabeza hasta sus pies bajo la mirada de Derek. Le tomó el pulso y escuchó los latidos de su corazón, los cuales eran lentos, pero no estaba muriendo. Ya estaba tomando un color más humano, sus labios ya no eran morados ni su piel como la de un muerto. Ya se estaba componiendo poco a poco.

-Su cuerpo está recuperando fuerza, no te preocupes. Cuando despierte va a tener mucha hambre. -sonrió Deaton. -Dale calor, habla con él hasta que despierte. -se puso de pie. -Quizás lo haga pronto.

Hale asintió con una sonrisa. Le dio las gracias al moreno antes de verlo salir por la puerta y asegurarse que nadie vendría donde ellos. Se quitó su ropa y se acostó al lado del cuerpo de su novio. Tomó su cobija, recuerda las veces donde Stiles se quedaba en su casa y le decía que amaba esa cobija por lo cómoda y calientita que era. Lo atrajo con cierta dificultad; no era fácil mover el cuerpo de su chico con cuidado en la posición que buscaba. Una vez listo lo abrazó. Entrelazó sus piernas y besó más de una vez los labios del menor. También buscaba darle calor las manos, torso y pecho de su chico poniendo sus manos unos momentos en cada zona.

-Te amo. ¿Escuchas? Te amo mucho Sti, siempre supe que te iba a recuperar. Sabía que estabas prisionero en algún lado. Ya estás conmigo, no te voy a dejar ir de nuevo amor. -lo miró con un brillo en sus ojos. -Te amo.

(***)

Al día siguiente Deaton llamó a la puerta de la habitación de Derek. Abrió la puerta y lo primero que se encontró fue a un Stiles durmiendo mientras abrazaba a un lobo. Sí, Derek se había transformado para que su pelaje mantuviera calentito a su novio por lo que restaba de la madrugada. Hizo un sonido con su boca, provocando que las orejas del lobo se alzaran y abriera los ojos. Miró al doctor y sacudió su cola ligeramente.

-Necesitamos hablar, baja un momento Derek. -dijo con voz baja. El chucho bostezó y como si fuera posible hizo el intento de asentir. Gruñó como un cachorro y se liberó de las manos de Stiles, las que lo tenían sujeto en un abrazo.

Salió de la cama, esperó unos segundos y estiró sus patas hacia adelante, clavando sus garras en la alfombra. Cuando se transformó en unos minutos, fue al baño a hacer sus necesidades biológicas al baño Una vez listo, se lavó los dientes y se puso una camisa con una pantaloneta floja antes de caminar hasta donde estaba Stiles y besar su mejilla. Salió por la puerta, iba con sueño, con unas ganas de un café. Vio que Scott salía de la habitación de invitados sin camisa, negó y bajó las gradas descalzo.

Estaba perdido, el cansancio lo dejó sin fuerzas. No sabía el día ni la hora que estaban. En la sala estaban los tres betas desayunando, pronto se les unió Scott. Malia y Lydia en un sofá, la banshee reposando su cabeza en el muslo de la beta. Luego estaban Niall y Zayn en un rincón acurrucados. Hasta que llegó Deaton repartiendo tazas humeantes llenas de chocolate caliente a todos. Derek estaba tan feliz que no quiso alegar. Ellos le agradecieron y se sentaron para comer, estaban muy hambrientos. Al menos alguien estaba feliz y ese era el alfa.

The Wailing Man {Sterek}Where stories live. Discover now