¿Para que sirven los hermanos?

Start from the beginning
                                    

Maldición, ¿Dónde estás?

Miro a ambos lados en una bifurcación, de alguna manera estoy ansiosa y algo dolida, claramente me imagina otra circunstancia, otra forma en que terminarían las cosas, esperaba su apoyo no esto.

Ya sabes cómo se sintió tu hermano.

Mente traicionera.

Aunque me hace detenerme en seco, sintiendo ahora lo que mi hermano sintiendo y recordando que él no me siguió

¿Por qué no lo hizo?

Muchas preguntas se quedan sin respuesta últimamente. Todas dedicadas a él. Veo a Ivanna por el rabillo del ojo, sentada en un paradero y me apresuro hacia ella.

―¡Iv! ―grito cuando ella me ve y se levanta para volver a alejarse de mí.

Al último momento frena en seco y me encara.

―¡¿Qué?!

―Necesito ―jadeo― hablar ―jadeo―, contigo.

Ella bufa.

―Ya dijiste lo necesario Alana. No tengo... o mejor dicho, no quiero oír más.

―Sé ―vuelvo a respirar, siento como si el corazón se me saliera del pecho―, cómo te sientes.

Lo que en un principio intento ser un indicio de comprensión, Ivanna lo tomo como una burla.

―¿Sabes cómo me siento? ―ella ríe, fuerte y alto―, ¡Por dios! que equivocada que estás. No sabes cómo me siento, porque a pesar que tú familia es como es sabes que tienes una.

―Ivanna.

―Ni mierda Alana. ―dice parando un taxi con su mano―, de todas maneras harás lo que quieras, así que hazlo, no me importa. ¿Pensaste que ibas a tener mi visto bueno solo por ser mi amiga? Pues, yo pienso que solo estás huyendo, al igual que siempre lo haces.

―Ivanna

Ella camina al taxi, abre la puerta y antes de cerrarla da por culminada la charla.

―No todo va a ser como piensas Alana.

Y se va, dejándome ahí parada, suspiro y comienzo a regresar. A pesar que no quiero que las palabras de Ivanna ronden por mi mente, no puedo evitarlo.

¡Mierda!

Justo cuando estaba tan decidida.

¿En verdad estoy huyendo?

Otra pregunta que se queda sin respuesta, por el mismo hecho que no quiero conocer la misma. Puesto que no quiero desanimarme de mis planes.

Abro la puerta de mi casa con un suspiro.

Veo a Grant bajar por las escaleras.

No es necesario decirle que paso. Él lo sabe. Quizá por eso me mando tras de ella, ¿su pequeña venganza por no decirle mi plan, tal vez?

―¿Tu también me dirás que estoy huyendo?

Él sonríe y niega lentamente.

―Hay cariño ―Grant me tiende sus brazos y me acerco para un abrazo conciliador―, dale tiempo. No creo que estés intentado huir, solo... quieres solucionar las cosas a tu modo. Es bueno que lo intentes, a Iv ya se le pasará.

Suspiro.

―Difícilmente lo creo.

―Fuiste tras de ella, eso es mucho. Pero... solo no la hostigues. Conoces lo terca que es esa chica, has tus cosas, cuando esté bien, regresara.

Príncipe 7 tonos de azul (Editando)Where stories live. Discover now