¿Para que sirven los hermanos?

Comenzar desde el principio
                                    

―No creo...

―¡ESAS CRIATURAS SON LA PERSONIFICACION DEL DEMONIO CUANDO SE TRATA DE MI!

―No creo que los chicos te hagan nada ―dice Grant mientras le hace caballito a Alan.

―¡NO HABLO DE LOS CHICOS!

Suspiro. En otro momento su fobia por los pollos me hubiera dado risa.

―Eres una de las razones por las que me voy. Esta vez no estoy huyendo, esta vez los estoy dejando libres, estoy bien con todos, hice las paces con todos, pero mientras siga aquí, mientras sigamos viéndonos en cada momento y conviviendo a cada instancia, no podremos superarnos, necesitamos tiempo.

―Alana... ―los ojos de Ivanna parpadean atónitos, claramente ya sin saber que decir.

―No quiero perjudicar tu relación con Trevor pero mientras siga aquí seguirán peleándose.

―Nuestras peleas...

Ivanna intenta negarlo pero solo niego con la cabeza.

―Ya lo sé Iv, no tienes que mentir, sus pelas son por mi culpa, porque Trevor aún se siente culpable por lo de la boda y... solo quiero que termine. Quiero comenzar de nuevo. Y que ellos también lo hagan.

―¿Y nosotros qué? ¿Qué hay de mí? Tú eres mi única familia y así de simple te iras...

El silencio reina en la habitación, nadie dice nada por unos minutos, pero sé que como mis amigos me apoyaran...

―¡Vete a la mierda Alana! No seré cómplice en esto.

La explosión de Ivanna es tal que Grant y yo nos quedamos atónitos viendo como camina hacia el frasco de tacoz deposita los dólares y se va con un portazo de la casa. Alan comienza a llorar.

Me quedo estática en mi lugar, sin saber que decir o hacer.

―¿Que paso? ―pregunto, esperando que Grant haya comprendido la situación mejor que yo de alguna manera.

―¿Esperabas que te apoyara?―dice levantando una ceja mientras arrulla a Alan intentando calmarlo―. Es claro ¿no?

―Pues al parecer soy una bruta porque no entiendo que mier.... está pasando.

Grant suspira, levantándose del sillón y negando levemente.

―Solo piénsalo un poco ―dice, caminando hacia las escaleras―, ¿cómo te sentiste cuando tu hermano se fue?

―Eso es completamente diferente a...

―Sí ―me corta―, tienes razón es diferente pero Alana, para Iv, quien creció sin padres y de que de alguna siempre vivió contigo no te ve como su hermana. El que te vayas, ella lo entiende más como si la estuvieras dejando huérfana.

No necesito procesar mucho antes que la realidad me golpee.

―Maldición.

Puedo sentir a Grant sonreír mientras salgo por como un demonio por la puerta, en busca de Ivanna.

Como no me di cuenta antes. Desde que conocí a Iv en la universidad y compartimos cuarto, siempre estuvimos juntas, de alguna manera ella se aferro a mí, lo que me dijo Grant me hizo recordar la desolación que sentí cuando James se fue.

Maldición, evitaría que Ivanna sintiera eso.

Mis pies se mueven por inercia, aunque ciertamente no sé dónde voy, no sé dónde puede estar Ivanna y no sé si mi presencia calmara en algo las cosas.

Porque la decisión está hecha.

No cambiará.

Pero me gustaría que entendiera lo que quiero, aunque entiendo cómo se siente.

Príncipe 7 tonos de azul (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora