Capitulo 45

465 46 8
                                    

Alec

-Entonces, quedarte en mi apartamento no es una opción-dijo Magnus.

Eran casi las 4 de la mañana y aun continuábamos en aquel bar, las horas se habían pasado volando. Y en cuanto Simón comenzó a sentirse un poco mal, decidimos que era el momento de volver a casa, pero tanto mi hermana como yo, no teníamos lugar al que llegar esta noche; la situación con mis padres no era muy buena, tendríamos que esperar por lo menos dos días para hablar bien con ellos, sobre todo para evitar los gritos de mi madre y, darle tiempo a mi padre, que me seguía pareciendo el más afectado por lo que les había contado.


Al final todos terminamos yendo al apartamento de Magnus, aunque Sebastian insistió en ir a su casa tuvo que desistir de la idea, pues habían olvidado las llaves del apartamento y su madre se encontraba fuera esa noche.

-Bien, supongo que pueden quedarse en la habitación de invitados.

- ¡Pedimos la cama! –dijo Izzy apresurándose a la habitación-. Tengo chico herido.

-En cuanto a ustedes-Magnus camino hasta la habitación-, hace unos días compre unas cómodas colchonetas, supongo que les servirán como cama...-tras unos segundos apareció de nuevo con unas pequeñas colchonetas blancas enrolladas, eran tres.

-Genial...-Jace tomó dos, pero antes de entrar giro levemente la cabeza-. Recuerden que no están solos, y esta noche quiero dormir plácidamente...-mire rápidamente hacia otro lado.

-Gracias-Sebastian también tomó la suya, y entro detrás de la última pareja.

Nosotros entramos en la habitación de Magnus, aún recordaba la última vez en que habíamos dormido juntos; comenzaba a ponerme nervioso. En varias ocasiones deseaba estar con Magnus, acurrucados en su cama, pero... de pronto aparecían varias interrogantes ¿sabría qué hacer? ¿sería bueno...? ... y entonces desechaba la idea. Por eso me ponía un poco nervioso cuando entrabamos a su habitación...

- ¿Estas bien? –Magnus se acercó hasta mí, rodeándome con sus brazos por la espalda.

-Eh...-pase saliva nervioso-...

-Alexander, sabes que no haré nada que no quieras.

-Es que...-respire hondo cerrando los ojos-, si quiero...

Sentir su aliento detrás de mi cuello acallaba levemente las voces en mi cabeza, aquellas que constantemente me reprochaban de todo y por todo, las constantes quejas de mi madre por no presentarle una novia, así como del nieto al que tanto desea para que pueda tener mis ojos, algo que claramente no podría darle de la forma que ella esperaba...

-¿En que estas pensando? -su voz era baja y suave, me soltó levemente para tomarme de la mano y guiarme hasta su cama, invitándome a sentar.

Suspiré pesadamente-: Es... no quiero agobiarte con mis preocupaciones, probablemente ni siquiera debería de darle tanta importancia ahora que todo salió, ¿no crees? -lo miré de reojo, aún con la tenue luz de su habitación podía verlo, me miraba fijamente pero no sabía cómo interpretar su expresión.

-No te presionare para que me cuentes todo en este momento -tomo mi mano-, es cierto que yo ya pase por esa situación y, probablemente mi experiencia haya sido un tanto diferente a la tuya, para empezar, mi padre – baje de nuevo la mirada-. Pero debes de saber una cosa Alec, el que las circunstancias, los personajes o las reacciones sean distintas, no hace que tu experiencia sea menos importante. Has tomado una decisión bastante difícil, supongo que ahora debería decir que eres muy valiente por lo que acabas de hacer, aunque se que por dentro te estas muriendo de miedo porque no sabes lo que pasa a continuación, eso también esta bien. -Guardo silencio por un momento-. Podría decirte una sarta de hipótesis sobre la reacción de tus padres, pero creo que eso ya está rumiando por tu cabeza y no quiero agregar un peso más, pero puedo compartirte lo siguiente, esto es un proceso que harán juntos, cada uno por su parte lidiara con las acciones ligadas a salir del clóset, y espero... -apretó ligeramente mi mano-, espero que con el tiempo tus padres puedan aceptarte tal cuál eres.

-¿Y si nunca lo hacen? -continúe con la cabeza baja-, ¿recuerdas a la señora del centro comercial? Es cierto que siento un poco de miedo, porque no se que es lo que viene a continuación, jamás me había siquiera atrevido a pensar contarle todo a mis padres, era algo simplemente inimaginable. Ahora que lo hice me siento extrañamente vació, como si hubiese estado conteniendo una gran cantidad de aire, por otra parte... me siento ligero, es decir, aquel aire solamente me estaba lastimando al querer mantenerlo todo dentro compactándolo con todas mis fuerzas, pero al momento de dejarlo salir pude experimentar como si mi cuerpo se relajara...-sonreí de lado-. Tal vez, solo estoy diciendo disparates.

-No son disparates, creo que es una forma de expresar como te sientes, creo que tú eras como una caja cuadrada y bien pulida, que con el tiempo fuiste almacenando celosamente muchos secretos, eran tanto que en algún momento comenzaron a ser molestos, pero no podías permitirte dejarlos salir, ni siquiera dejar una pequeña ranura, hasta que decidiste abrirla...

No dije nada durante un momento.

-Supongo que sí, ¿sabes? Ahora que esa caja se encuentra vacía quiero llenarla de nuevo, pero esta vez serán recuerdos y cosas que realmente anhelo. -Levante la mirada, se encontraba bastante cerca de mí-: Magnus, ¿me ayudarías a coleccionar mi primer recuerdo?

-Sí-su voz seguía siendo suave, se acerco más a mí, solo nos separaban unos centímetros-, por supuesto que si Alexander...

-¡Quiero comida china! -pegué un brinco al escuchar el grito de la habitación de al lado.

Aún con Magnus cerca, pude ver como se le formaba una gran sonrisa en los labios-: Alguien dormirá en el vestíbulo...




¡Hola! 

Se que ha pasado mucho desde que deje de actualizar esta pequeña historia, he de confesar que durante este largo tiempo me mantuve con un gran bloqueo. Durante muchos momento abría el archivo para comenzar a escribir pero mi cabeza estaba totalmente en blanco y mis dedos se negaban a fluir y dejar plasmadas palabras. 

Pero ahora, me siento mejor y mis dedos me han insistido en que vuelva a darles magia, fueron tan insistente que no me pude negar.

Lamento la demora.

Agradezco infinitamente a todas las personas que aún leen mis pequeños relatos, espero continuar así. 

Gracias por el apoyo. Los quiero.  🌟

MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora