Capitulo 21

3.2K 267 97
                                    

Alec

Ahora me sentía bastante tonto, le había hecho una escena de celos, a Magnus. Y ni siquiera era verdad, y él ni yo éramos algo... aún.

El día anterior, después de terminar los ejercicios con Sebastian, baje corriendo hacía el apartamento de Magnus. Le había prometido verle después, y así lo haría. Pero, ni siquiera pude tocar a su puerta cuando menciono a un ... Marcos, y mucho menos cuando aclaro que pasaría la noche en su casa. En ese momento me sentí triste y estúpido, por fin un chico me gustaba y él jugaba conmigo. Sin hacer algún ruido más, salí corriendo de edificio, aunque por alguna extraña razón, una parte de mí, quería que él fuese a buscarme. Pero no fue así.

Y toda la mañana de hoy trate de evitarlo, de no contestar sus mensajes, ni llamadas. Todo parecía ir bien, hasta que, a mi mejor amigo y mi hermana, se les ocurrió dejarme a solas con Magnus.

Fingí que no pasaba nada, pero empezó a bombardearme con preguntas, y después me beso, sus labios eran tan expertos, y sabían un poco dulces, me encantaba besarlo.

¿Qué éramos nosotros? No lo tenía claro, parecía que había algo entre los dos, y los demás lo notaban. No éramos simples amigos, los amigos no van por la calle tomados de la mano, no se besan a cada oportunidad que tienen, y mucho menos... sienten celos. ¿Entonces?

- ¿En qué piensas? –Magnus hablo mirándome curioso.

Termine de acomodar la mesa del comedor, y me acerque a él.

-Nada... ¿importante?

- Vamos... dímelo.

-Es que... mmm...

- ¿Quieres saber qué somos? – Lo mire sorprendido. "¿Cómo sabía siempre lo que pensaba?" -. Bueno, es algo que quería hablar contigo. Pero, tampoco quiero que te sientas presionado –mis manos comenzaron a sudar-, sé que esto es nuevo para ti, y de alguna manera, también lo es para mí.

- ¿De verdad? –Y yo que pensaba que la experiencia, era un largo trecho que nos separaba.

-Sí-sonrió ampliamente-. Es decir, me haces revivir cosas, y también experimentar nuevas, Alexander. –Guardo silencio un momento-. ¿Quieres...- empecé a mover los dedos nervioso- quieres ser mi novio? –oh, por el ángel.

Me quede callado, mirándolo fijamente. Las palabras no abandonaban mi boca, y mi mente gritaba ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

Sonrío de lado-: Entiendo... Sé que esto fue, muy repentino, lo siento. - ¿Qué? "¡Di algo! ¡Abre la maldita boca!" Sus ojos, mostraban un poco de tristeza. Abrí mi boca, pero de ella no salía nada-. No te preocupes-sonrió, no, esas sonrisas no me gustaban-, ¿podemos seguir como hasta ahora? –No respondí-. Supongo que ... veré si falta algo más por acomodar-se alejó de mí, hacía la mesa, tratando de encontrar algo en lo cual entretenerse.

Lo seguí con la mirada, ¿por qué no podía simplemente decirle que sí?, ¿qué era tan difícil? Me sentía un completo idiota. Magnus se había abierto completamente a mí, diciéndome lo que realmente sucedía, los dos queríamos ser algo más que amigos, y él se animó a pedírmelo, y ¿qué hice yo? Nada, simplemente me le quede mirando, gritando dentro de mí, ¡Sí!

¿A qué le seguía temiendo? Jace, ya sabía, y lo había tomado bastante bien. Y Sebastian, que también se había dado cuenta, me dijo que estaba bien amar, que no importa el sexo. Simplemente amar. Y así era, yo quería a Magnus, de verdad que quería ser algo más. Pero, también me daba bastante miedo, ¿sería tan bueno como sus anteriores parejas?, ¿sabría qué hacer en una relación? Me asustaba bastante no ser lo que Magnus deseaba, y que se terminara aburriendo de mí, y me botara. Yo no quería eso. Sabía muy bien, que las relaciones pueden tener sus altas y bajas, pero, no quiero echarlo todo a perder, mientras intentaba ser perfecto.

MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora