Capitulo 9

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FOTO: Maryse

                                                             Sábado

Simón

El sol comenzaba a entrar por la ventana, y me molestaba. Me cubrí con las cobijas hasta la cabeza.

Hoy mi cama se sentía más cómoda de lo normal, y era raro que mi mamá o mi hermana hubiesen venido a despertarme. No sé a qué hora había vuelto de la fiesta, quizá muy tarde y por eso me dejarían dormir hasta tarde.

Volví a acomodarme para dormir otro poco más, cuando sentí que algo me lamía el pie. Era una pequeña lengua, un poco áspera.

De un salto lancé la cobija y me puse en pie. Mire a mi alrededor, esto no era mi casa. Seguía en el apartamento de Magnus, aunque ahora se veía un... bastante desordenado.

La cobija en el suelo comenzó a moverse y lanzar pequeños gruñidos de protesta. La levante, debajo de esta se encontraba un pequeño minino, Presidente Meow.

Mi madre me mataría, no llegue a casa, y no encontraba mi teléfono.

La cabeza comenzó a pulsarme, y el dolor aumentaba. Era insoportable. Me senté en el sofá lanzando un largo suspiro.

-Guarda silenció-una voz "¿Dormí con alguien?" busque de dónde provenía aquella voz. En el mismo sofá que estaba había un bulto, una persona. ¿Sería Izzy? ¡Dormí con una chica!

- ¿Izzy? –toma la manta entre mis manos y la jale hacía abajo.

Abrí los ojos completamente, no era Izzy. Y tampoco era una chica. ¡Jace!

¡Oh no! Mi primera fiesta, dónde no vuelvo a casa y ¡dormí con un chico!

- ¿Jace? – lo mi por el hombro, lanzó un quejido-. Vamos, despierta...

-Es muy temprano...-abrió un ojo.

- ¿Tu y yo...? – no recordaba mucho de la noche anterior.

-No.-Volvió a cerrar los ojos.

- ¿Seguro?

-Si. No eres mi tipo-solté el aire que estaba conteniendo. Bien, seguía siendo... virgen.

Suspiré y me fui al baño.

El lavabo estaba manchado de un color azul, casi chillón. A Magnus no le gustara esto.

Me lavé la cara, y cuando me mire en el espejo pegue un gran grito. ¡AZUL! ¡Mi cabello estaba azul! Sabía que esas pastillas no eran nada bueno. Si al menos me hubiese teñido el cabello de otro color, no sé, más castaño, negro, o incluso un rubio. Ah no, debía ser azul.

- ¿Simón? – era la voz de Clary al otro lado de la puerta.

-Emmm... sí.

- ¿Vas a tardar mucho? -se escuchó un leve quejido.

-Pues...-me mire de nuevo en el espejo. No podía dejar que me vieran así, busque rápidamente algo. En uno de los estantes había una gorra, de color negro. No había más. Me la coloque con la visera hacía atrás.

Abrí la puerta, y pasé por un lado de Clary, me dio una mirada curiosa para luego entrar corriendo al baño.

- ¿Esa es mi gorra? –Magnus salió de una habitación, supuse que era la suya.

-Si. Me queda bien, ¿no crees? -me miró entrecerrando los ojos.

-La quiero limpia. -Dijo mientras se dirigía a la cocina.

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