MÍO

Capitulo 25

Alec

Al final, accedí a salir con ellos a beber algo. No me apetecía mucho, además era día lunes, pero Magnus insistió mucho en que fuera, y mi hermana me dijo que podía haber chicos o chicas que le echaran el ojo a Magnus, mi novio.

- ¿Iras así? –Izzy entro de nuevo en mi habitación, llevaba un vestido un poco corto, color rojo.

-Pues...-me mire de arriba abajo. Llevaba unos pantalones de mezclilla oscuros, una camiseta negra y un suéter azul obscuro-... está haciendo un poco de frío. – Me encogí de hombros.

-No, no dejare que salgas por esta puerta vestido de esa manera.

-Pero... siempre me visto así. Nadie me ha dicho que me vea mal, Magnus tampoco ha comentado algo al respecto.

¿Por qué se había fijado en mí? Él vestía de una manera... ¿fabulosa?, si, creó que esa era la palabra correcta. Y yo, bueno, me vestía de una manera práctica.

Cuando solía salir con Izzy o Jace, eran ellos los únicos en llamar la atención, y no me molestaba, en serio. Pero, ahora, Magnus me nota, y le parezco interesante. ¿Por qué? No tengo la menor idea. ¿Me vera como un proyecto?

Izzy trato una vez de cambiar mi guardaropa, pero al día siguiente yo había recuperado mi ropa, con la cual me sentía bastante cómodo.

-Ya, pero... -me miro atentamente, suspiro-. Bien, solo quítate el suéter.

Eso hice.

-Genial-sonrió.

El timbre sonó, y ella bajo corriendo escaleras abajo.

Entre al cuarto de baño, para lavar mis dientes. Guarde silencio, para saber quién era el primero en llegar. Todos nos veríamos en nuestra casa, y probablemente todos volveríamos ahí.

¿Sería Clary? ¿Jace?

Tome mi móvil mirando la hora, eran las ocho de la noche. Magnus no había dicho a qué hora llegaría... ¿sería él? No lo creó, si así fuera, se hubiese escuchado un pequeño alboroto en la sala.

Me apresure en lavar mis dientes, ya averiguaría de quien se trataba.

Salí, y me quedé parado bajo el marco de la puerta.

Dentro de mi habitación, junto al buro, mirando una fotografía. Se encontraba Magnus, dándome la espalda.

-Eras bastante lindo de pequeño-giro un poco la cabeza para verme, tenía una sonrisa bastante tierna en el rostro.

Agudice mi vista, tratando de averiguar que fotografía estaba viendo.

¡Mierda!

Era una fotografía, de cuando tenía 2 años. En la que me encontraba en el patio corriendo desnudo, con mi padre detrás, empapado, y con una toalla tratando de alcanzarme.

-No m-mire eso...-me acerque hasta él, para tratar de quitarle el portarretratos de la mano.

-Pero eres sumamente adorable-seguía mirándome de aquella manera.

- ¡Es vergonzoso!

-Es un poco gracioso, si-admitió, dejando la fotografía de nuevo en su sitio-. Pero también muy lindo.

Desvíe la mirada frunciendo un poco el ceño.

Se acercó más a mí, levanto sus manos hasta posarlas en mis mejillas delicadamente, sus manos eran bastante tibias, y mi corazón comenzó a latir demasiado rápido, como siempre. Giro mi cabeza, para que se encontrara con la suya, y me dio un corto beso.