Capitulo 35

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Simón

- ¡Ya voy! –salí corriendo de la habitación, eran ya las siete de la noche. Y alguien tocaba desesperadamente la puerta, ¿se habría olvidado mi mamá las llaves?

Pero no era ella, era Luke. Me miro bastante serio.

-J-juro que yo...

-Tranquilo Simón, esto no es para arrestarte ni nada parecido. Simplemente una visita... rutinaria-sonrió de lado.

- ¿Y por eso tanta prisa? –enarque una ceja divertido.

-Estoy de guardia esta noche, así que sí. Veras hay mucho movimiento en la comandancia, han desaparecido dos chicas más, la misma situación que tu amiga.

Pase saliva nervioso, así que esos sujetos aún rondaban por aquí. Puede que me los haya encontrado algún día en la calle, y haberles sonreído de manera casual a esos monstruos...

-Entonces...

-Si-asintió con la cabeza-. Necesito que estés más atento que antes, y si recuerdas algo o, a alguien, lo más mínimo, llámame inmediatamente.

- ¿No estaré en riesgo?

-No, tranquilo. Ya te lo había dicho, si algo llegara a suceder, te protegeremos. –Miro su reloj-. Es todo, siento la interrupción. –Sin decir una palabra más, subió al auto, perdiéndose entre las calles.

Sebastian

- ¿Qué es lo que quieres? –solté tajante en cuanto me senté en la mesa.

-Yo también me alegro de verte-sonrió falsa.

-No estoy para tus estupideces.

-Que aburrido eres...-rodo los ojos-. Vine por lo que me debes...

-Pues viniste en vano, entre nosotros ya no quedo nada. –Me cruce de brazos.

-Mi pequeño, niño...-me hablo como si fuera un pequrño al que le van a explicar porque jugar con fuego es malo-. Yo te dije, que en ese momento estábamos a mano, pero que pronto te cobraría. ¿Recuerdas?

"Mierda"

- ¿Cuánto quieres?

-Querrás decir, qué.

Entrecerré los ojos-: Todo es dinero para ti, así que solo pon la maldita cantidad.

Rio-: Eres tan gracioso, ya recuerdo porque te elegí. Necesito que te encargues de un cargamento. Algo ligero esta vez.

-No.

-Te estoy dando una orden, y tú debes limitarte a obedecer.

-No lo hare, y ya está. Recuerdo perfectamente ese día, dónde yo también aclare que no volvería a trabajar para ti.

- ¿En verdad quieres jugar? Sabes que no me gusta perder, Sebastian.

-No, ya no puedes obligarme a nada. Es más, puedo hablar con las autoridades.

- ¿Piensas jugar al policía bueno? –enarco una ceja divertida.

-Solo hare lo correcto.

- No me vengas ahora con que eres un buen ciudadano –esto parecía ser bastante divertido para ella.

-Lo soy. –Me puse en pie-. Y no estoy interesado, así que gracias.

No pensaba trabajar para ella de nuevo, ahora podía decirle que no.

-Clary.

Capto de nuevo mi atención, la mire serio, no esperaba mostrarle alguna señal.

-Es una linda chica, ¿no es así?

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