Amor en una mentira

Capitulo 89

Mis lágrimas salían sin detenerse empapando mis mejillas, mire una y otra vez hacia la puerta, rogaba porque alguien me rescatará, porque alguien viniera por mí y me sacara de este horrible lugar. No sé cuántas horas ya habían pasado, pero parecía ser una eternidad ¿Qué sucederá conmigo? Si ella logra hacer lo que dijo, entonces... no me importa lo que a mí me suceda, puedo morir una y mil veces, para mí ya nada tendrá sentido, si algo le sucede a mi bebe entonces quiero morir también, claro luego de acabar con Eun Mi. Esa mujer se había ganado todo mi desprecio, me maldije una y otra vez por haber sido tan tonta y creerle, si habría esperado a Donghae en su oficina no estaría pasando por nada de esto ¿Por qué fui tan estúpida? Me pregunte una y otra vez.

Eun Mi estaba en una habitación que creo era la cocina, la escuchaba hablar por su celular, estaba diciendo algo así de un pasaje de avión, quería huir después de cometer esta locura. Moví mis manos con fuerza detrás de mi espalda, tratando de desaflojar la soga que ataba mis manos, estaba muy bien apretada. Mis manos dolían ya de tanto moverlas, juraría que mi muñecas estaban muy marcadas y lastimada por la presión de esa soga. Eun Mi salió por la puerta de esa habitación donde se había metido, guardo su celular en su chaqueta. Se acercó a la mesa donde había dejado esa jeringa y volvió su mirada a mí, mis labios temblaron y moví con más rapidez mis manos, tenía que desaflojar el nudo.

— ¿En que estábamos?—pregunto riendo atrayendo una silla para sentarse frente a mí—ah ya lo recuerdo... tengo que colocarte esta inyección...

— Eun Mi ¡no!... ¡por favor!—suplique llorando—piensa en tu hijo, tú también tendrás un hijo ¡no hagas esto! por favor...—me moví en la silla desesperada—

— ¿Mi hijo?—soltó una risa de vacilación y luego se quedó pensativa—quería retener como sea a Donghae... nunca existió tal bebe en mi...—su mirada sombría se posó sobre mí y luego bajo hasta mi vientre—considero que una niñita como tu tiene mucha suerte ¿tú no lo crees?—no supe que decir, me sentía tan aturdida ¿ella había mentido?—quise embarazarme de cualquier idiota que viera por allí, total el idiota de tu marido me creería pero...—dejo sus palabras a flote y se acomodó en su silla, el dolor y la tristeza se reflejaban en su rostro—no podía quedar embarazada, días después mi doctor me dijo que...—su voz era aguda, entonces agacho su cabeza y se echó a llorar—soy estéril, jamás tendré hijos... ahora ya no me queda ¡nada!—volvió a levantar su mirada, apretaba sus labios con furia respirando por su boca—ya ni siquiera podre volver con Heechul, el no querrá saber nada de mi... estoy perdida, ya nada tiene sentido para mi...

— Lo siento....—murmure, pero creo que eso no era lo que ella quería escuchar y mucho menos de mi—

— ¿Lo sientes?—dijo entre dientes, parecía que su enojo había aumentado aún mas—tu no lo sientes, es más, creo que debes estar riéndote de mí

— No es cierto...

— Tu conseguiste lo que yo no pude, siempre un paso delante de mí. Eres una muchachita muy astuta ¿lo sabias?—sus ojos se abrieron tan grandes como pudo, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, mis manos sudaban, en realidad todo mi cuerpo tenía miedo—es por eso que te odio (TN) ______, tú me quitaste todo...—de pronto sentí la soga resbalarse por mis manos, debido al sudor que había empezado a correr por estas— ¡todo! Ahora yo me encargare de quitarte todo a ti—Eun Mi levanto la jeringa preparándola para introducirla en mi brazo—

— ¡No!

Libere mis manos y empuje a Eun Mi tan fuerte como pude, ella cayó a un lado soltando la jeringa, esta fue a caer debajo del sofá. Me apresure en llevar mis manos a mis pies, tenía que desatar la soga que envolvía mis pies, cuando por fin lo hice me eche a correr pero Eun Mi agarro mi pie derecho haciendo que cayera al piso.