Capitulo 87

998 47 2
                                    


Me quede dura como una roca al verla de pie frente a mí, ella solo me miro de manera desinteresada e ingreso al ascensor. No sabía cómo demonios reaccionar, se supone que ella me odiaba y yo... ella no era para nada de mi agrado, pero... por mucho que aún me costara aceptar las cosas, ella también tendrá un hijo de Donghae. Eun Mi presiono el botón que la llevaba hasta el sub suelo, donde se encontraba el estacionamiento de la empresa. Ella llevaba puesto una blusa suelta que estaba metida dentro de su pollera, muy ajustada a su cuerpo, siempre vestía como una mujer de negocios, sus zapatos eran altos haciendo que se viera más alta que yo, su perfecto cabello lacio de extremado color negro caía por sus hombros, en sus manos llevaba una cartera muy elegante. Ella y yo éramos muy diferentes, creo que esta era la primera vez que me atrevía a mirarla con detenimiento y curiosidad.

— ¿Cómo has estado?—pregunto dejándome más que asombrada ¿me estaba hablando a mí? ¿Por qué? ¿Qué acaso no me odia?—¿vas a responder o te quedaras mirándome de reojo?—ella ladeo su cabeza hacia un costado, donde yo estaba, acomodo su cabello aun lado de su hombro—

— Bien...—asentí, el asombro aún era evidente en mi rostro—

No entendía ¿Por qué ahora de repente me trataba con respeto? ella me detestaba y siempre lo había dejado en claro, hasta llego a amenazarme, si fuera por mí ni siquiera le dirigiría la palabra, haría de cuenta que no existe y la mandaría lejos de esta empresa donde no pudiera ver a Donghae... pero... ¿Qué estoy diciendo? (TN) _____ contrólate, piensa con calma, esto no se trata solo de ti, hay otras personas ahora en juego. Eun Mi también seria madre, las dos tendríamos un hijo de Donghae, seria horrible que por mi culpa ella alejara a su hijo de Donghae, seria cruel y triste.

—¿Tu cómo has estado?—me atreví a mirarla a los ojos intentando que mis palabras fueran amables y ella no se sintiera atacada por mí—

— De maravilla... el embarazo me ha sentado muy bien...—sonrió llevando las manos a su vientre, le devolví la sonrisa volviendo a apoyarme en la pared del ascensor, este era el descenso más largo de mi vida—supe las nuevas noticias...—dijo ella de golpe haciendo que volteara a mirarla ¿se refería a mi embarazo?—¡felicidades!—hizo una mueca forzosa, al menos no dijo nada que me doliera—todos en la empresa ya lo saben, el señor Lee esta como loco, aquí no se habla de otra cosa que no sea de eso...—miro a mi vientre y luego tomo aire, ella parecía cansada—

— Gracias...—estaba a punto de presionar a la tecla para detener el ascensor, aún no había llegado a donde desee desde el principio pero esta conversación estaba siendo muy incómoda para mí—

— (TN) ______...—detuve mi mano para mirarla—sería mucho pedirte que habláramos, como dos personas adultas y serias...

— Yo...

— Por favor, solo será una charla en la cafetería, ahora que las dos estamos en la misma situación no crees que deberíamos buscar la manera que hacer todo esto más... aceptable... por el bien de nuestros hijos...—sus palabras parecían ser tan sinceras. Su voz parecía ser amable, ella parecía ser alguien distinta, diferente a la Eun Mi que había conocido. A pesar que de todo lo ocurrido en el pasado ella tenía mucha razón. Ahora, ella y yo nos continuaríamos viendo prácticamente por el resto de nuestra vida—

— Está bien...—respondí, mi celular en mis manos comenzó a vibrar, mire hacia abajo viendo la pantalla— ¡Oh! Es Sunny...

Antes de que lograra contestar me vi atrapada y rodeada por unos brazos que me ceñían con fuerza, quise gritar, pedir ayuda, pero de pronto sentí un pañuelo sobre mi boca y nariz, un olor inundo mi rostro haciendo que me fuera imposible respirar, empecé a desesperarme moviendo mis piernas y brazos pero... era tarde. Todo mi cuerpo se quedó inmóvil, deje de sentir y mis ojos lentamente se fueron cerrando...

Amor en una mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora