Capitulo 88

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Me hallaba dormida, era un sueño pesado como los que nunca tenía. Sentís mis parpados querer abrirse, pero parecía ser un gran trabajo, el cual me costaba realizar. Intente abrir mis ojos ladeando mi cabeza pero estos nuevamente se cerraron instintivamente, intente hacerlo una vez más pero falle, tome fuerza de donde pude y pude abrir mis ojos apenas, pero mi visión era borrosa, no lograba ver nada, absolutamente nada. De pronto...

— (TN) _____...—dijo una voz muy tranquila, era una voz femenina, una voz que no lograba identificar, parecía que todos mis sentidos fallaban— (TN) _____—volvió a llamarme—despierta querida... despierta...

— Mmmm...—me queje apretando mis ojos, quería moverme pero parecía que era otra cosa que me resultaba imposible ¿Qué me paso? Me pregunte aterrada tratando de salir de mi sueño—

— (TN) _____ despierta... es hora de despertarte...—continuo diciendo aquella voz con mucha tranquilidad, después de un determinado tiempo mis ojos lograron abrirse apenas un poco pudiendo ver la figura de una mujer frente a mí, aun así todavía no podía identificar quien era ella—eso es... despierta... ¡despierta!—grito aquella voz al mismo tiempo que sentí un chorro de agua caer sobre mi cara haciendo que recuperara todos mis sentidos—

Tome aire con fuerza, parecía que quería ahogarme, el agua había entrado por mi boca llegando hasta mi garganta, comencé a toser agachando mi cabeza.

— Lo siento, espero no haberte asustado...—inhale aire. Mire hacia el piso, la persona que estaba frente a mí, ella era alta tenía unos zapatos muy elegante, subí mi mirada logrando verla con claridad... Eun Mi—

Ella sonrió al ver mi expresión de confusión, fue en ese instante cuando logre darme cuenta que mis manos estaban atadas, amarradas a mi espalda tras una silla en la cual me hallaba sentada, mis pies estaban en el mismo estado, atados con una soga. El pánico invadió mi cuerpo, mire el lugar donde me hallaba, era una sala muy espaciosa, las luces estaban apagadas, excepto una lámparas que estaban a mi alrededor, Eun Mi se carcajeo captando mi atención, ella aún estaba de pie frente a mí, me observaba con una gran sonrisa en el rostro ¿Qué había hecho? Jamás debí confiar en ella. Sentí mis ojos humedecerse temiendo por lo que podía llegar a suceder.

— ¿Dormiste bien?—pregunto con un tono divertido en su voz—

— ¿Por qué haces esto?—mire hacia todos lados, solo había una salida, pero con mis manos y pies atados jamás lograría llegar hasta allí, unas lágrimas rodaron por mis ojos—Eun Mi...

— Shhh... silencio niñita...—llevo su dedo índice a sus labios—no queremos que nadie te oiga... aunque...—se quedó pensativa y luego rio cubriendo su rostro—de todas formas no creo que nadie te oiga... ¿sabes dónde estamos?—con su mano rozo mi mejilla—¿lo sabes?—negué sacudiendo mi cabeza—

— Déjame ir... por favor...—susurre dejando mis lágrimas caer—por favor Eun Mi...

— No llores, tu linda carita se ve muy mal cuando lo haces...—dijo amablemente acariciando mi otra mejilla, no podía dejar de pensar en que ella estaba planeando hacer algo malo conmigo—¡deja de llorar!—tomo mi mentón con su mano presionándolo levantando su voz—no soporto escuchar tu estúpido llanto...—apreté mis labios tragándome mis lágrimas, ella volvió a sonreír y se acercó más a mí—¿quieres saber quién es el dueño de esta casa?

Mis ojos comenzaron a pasear por todo a mi alrededor, había una gran chimenea y sobre el estante unas cuantas fotografías, no podía visualizar bien quienes eran las personas que salían es esas fotos, solo una llamo mi atención, un cuadro que estaba en medio de las demás, por su tamaño podía verlo con más claridad, la fotografía retrataba al señor Lee junto a Donghae...

Amor en una mentiraOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz