🌟|•Capítulo 12•|🌟

299 35 31
                                    

Aquel viernes 14 no busqué a Alex para irnos juntos a la escuela como había prometido a Josh que haría, ni recibí ningún mensaje de este último, pues había cumplido lo que le había pedido y no me había vuelto a molestar, tampoco me buscó en la bib...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Aquel viernes 14 no busqué a Alex para irnos juntos a la escuela como había prometido a Josh que haría, ni recibí ningún mensaje de este último, pues había cumplido lo que le había pedido y no me había vuelto a molestar, tampoco me buscó en la biblioteca a la hora del receso, pero me crucé con ellos en la clase de historia y en la de literatura, claramente tampoco hablamos, y ellos continuaban tan apegados a Nicole como el primer día, la cual parecía bastante contenta de que los chicos se hubieran alejado de mí.

Para cuando fue la una de la tarde ya no podía con más tristeza y fue un alivio que me reuniera con Priscilla para ir a comer a una cafetería llamada Blue World Coffee que había en la misma calle del parque donde me había encontrado con Alex.

Ambas ordenamos algo y nos sentamos cerca de la ventana, aquella mañana había estado lluviosa y yo no había comido nada, aun así, solo pedí un chocolate con leche y galletas de almendras, aquellas que decía Alex que ya no le gustaban.

—Me encantan los días lluviosos —dijo la muchacha apenas nos sentamos—. Aunque no te voy a negar que prefiero los soleados, me encanta la playa.

Sonreí.

—Yo prefiero la lluvia —dije en cambio viéndola coger la cámara que colgaba en su pecho.

—Es un buen momento para sacar una fotografía —comentó al ver la confusión en mi mirada—. Finge que no sabes que te la voy a tomar —Me guiñó el ojo y no pude evitar sonreír mirando a otro lado, precisamente en dirección de la lista de menús.

—¿Quedó bien? —pregunté mientras la veía analizarla.

—Es imposible que no quedara bien —dijo sin despegar la mirada—. Todo en la fotografía parece perfecto —frunció el ceño—. Te queda hermoso el color rosa, y ese gorro de lana queda muy bien en tu cabello lacio con este clima, además la sonrisa en tu rostro parece verse genuina, y ella está esperando ver espontaneidad.

—Wow —fue todo lo que dije al escuchar su análisis—. La sonrisa si fue sincera —me encogí de hombros.

—Ahora tengo miedo de que la foto que me tomes no sea suficiente —soltó un suspiro y me reí negando con la cabeza, Priscilla era una chica bella de cabello castaño, el cual siempre llevaba tejido en dos trenzas que caían bajo sus senos y tenía una cara preciosísima. Ninguna foto podía salir mal.

—Soy buena fotógrafa —elevé ambas cejas.

—Te creo —se puso de pies—. Bien, yo me subiré en la silla, y tú me tomarás la foto.

—¿Qué? ¿En la silla? ¿Estás loca? —la miré, horrorizada—. Nos van a mirar raro.

Ella ladeó la cabeza chasqueando la lengua.

—La gente siempre va a opinar, así que aprovecha cada oportunidad que tengas en la vida de convertir un momento en una anécdota.

Dicho esto, se paró sobre la silla con ambas manos elevadas hacia el techo frente a la ventana.

Los ojos también mienten © #1 [✔]Where stories live. Discover now