🌟|•Capítulo 5•|🌟

409 37 36
                                    

—¿Podemos hablar un segundo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Podemos hablar un segundo?

Me sorprendo demasiado cuando a cuarta hora —Después de haber corrido a ocultarme en la biblioteca, en lugar de ir a la cafetería—, me llama alguien que no es ni Josh, ni Alex, ni Jazmín..., y tampoco Eidan.

Si no, Jeffrey Heizer... Su mejor amigo.

—¿Sí? —Despego los ojos de mi libro—. ¿Qué pasa, Jeff...? —Él también forma parte del grupo de atletas, en un principio al ver la chaqueta verde y gris, pensé que se trataba de Josh o del idiota de mi ex novio.

—No es nada, Collings... Sólo quería saber cómo estabas.

—Pues, estoy bien... —Sonrío un tanto confundida—. ¿Y tú, qué tal?

—Bien también —Me sonríe de vuelta—. Aunque debo admitir que a veces te extraño en las prácticas de fútbol.

Frunzo el ceño.

Jeff es un chico con una bonita piel morena y unos ojos negros bellísimos. El es uno de esos chicos que vez en la escuela y piensas que jamás voltearan a verte; sin embargo, aquí está, hablando conmigo y diciéndome que me extraña. 

—¿Sí? Bueno... Eidan ya no me extraña por ahí —Desvío la mirada hacia la ventana de cristal, donde choca el sol, resplandeciendo—. Así que..., no creo ir en mucho tiempo.

—Sólo quiero que sepas, que el hecho de que lo que sea que tenías con él haya terminado, no implica que nuestra amistad también —Se pone serio y asiento. 

—Lo sé, no te preocupes Jeff.

Es un buen chico, lástima que tenga que convivir con personas como Eidan Smith.

—Bueno... Ya nos veremos por ahí —Sonríe nuevamente y sale de la biblioteca, dejándome sola. 

Lo observo caminar frenta a la ventana, mirando a ambos lados del campo estudiantil y luego se desaparece, quién sabe a dónde. 

Suelto un doloroso suspiro.

No importa lo que haga de algún modo termino pensando en él... En Eidan.

¿Cómo es que olvidaré todo eso? Es imposible que no recuerde todo lo que pasamos juntos... Como ahora que estoy pensando en nosotros tres, él, Jeff y yo, sentados en la sala de su casa, viendo alguna película o simplemente hablando entre nosotros dentro su auto. 

Todo eso ha terminado de una forma tan repentina, que ni siquiera la hallo explicación.

Biangelis Marie Collings, vamos supéralo, ya.

Tomo una larga respiración y es en ese momento que siento el tremendo jalón que me da Josh, levantándome de mi habitual silla en la biblioteca, apartándome de la ventana. 

—Oye... ¿Qué crees que ha...? —No termino de preguntar, porque él me interrumpe.

—¿Vienes aquí diario...? —cuestiona y niego con la cabeza, viéndolo tomar mi asiento.

Los ojos también mienten © #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora