- Yo me haré cargo.

- ¿Sabes cambiar pañales?- pregunto.

- Tengo el conocimiento para hacer, la experiencia aún la desconozco- responde- Hay que practicar.

Asiento para subir a nuestra habitación y darme mi merecido baño.

.........

Al terminar de ducharme, me visto con ropa simple, mi antigua ropa, que de cierta forma, me queda grande, aunque no me preocupo, porque puedo recuperar mi antigua figura, pero tengo que pasar el tiempo de "dieta", como la llamaron los doctores. Escucho un pequeño llanto venir de la habitación contigua, dejo de secarme el cabello con la mirada, para ir a ver que estaba haciendo mi esposo con nuestro hijo.

Los observo desde la puerta, Silver está llorando mientras pasan una toalla secando su cuerpo, los movimientos de Shadow no son bruscos y quizás se deba a que tiene hambre, miro un poco más, como el azabache le pone el pañal, este deja de llorar un poco, gimoteando.

- Al menos no eres tan escandaloso- lo veo acariciar parte del pequeño pelaje del pecho del erizo menor- Rose, ven aquí, este pequeño está pidiendo por ti- sonrío cuando menciona mi presencia, me acerco a ellos, tomándolo en brazos, lo cargo y lo meso, sus gimoteos disminuyen un poco, alza sus pequeños brazos hacia mi rostro, me obligo a levantar mi camisa para acomodar a Silver en uno de mis pecho para alimentarlo. Puedo sentir sus labios y como succiona, duele un poco, pero debo acostumbrarme.

- Me han robado ese pequeño privilegio- menciona mirándome a los ojos.

- ¿Qué cosas dices?- digo intentando mantenerme al margen, no alterarme, para no asustar a Silver y asustarlo.

- No importa, luego disfrutaré de ello- sus iris se vuelven de un color más oscuros- Por ahora, voy a ducharme, te dejaré hacer tu trabajo- se acerca, besa mi frente con cariño y sale de la habitación.

Un rato después, cuando dejo de sentir los labios de mi hijo en mi pecho, lo alejo, acomodo mi camisa, miro el rostro de mi pequeño está adormilado, acaricio su pequeña cabeza.

- ¿Es algo nuevo todo lo que puedes ver?- le pregunto, tiene los ojos entrecerrados- No me presenté antes, soy Amy, tu madre y el erizo que se encargó de darte un baño, es tu padre, Shadow, ambos estamos felices de que seas parte de nuestra familia, haremos lo posible para que seas feliz a nuestro cuidado, que crezcas como un niño bueno y que sobre todo, comprendas las historias que nos unieron a mi y a tu padre para que seas nuestro hijo, espero no heredes mi mal hábito de ser tan curiosa, quizás no sea malo, pero es mejor evitar problemas al tener demasiada información reunida- sus ojos se cierran- Descansa pequeño- me inclino y beso su frente.

........

¡No puedo dejar de mirar ese pequeño rostro angelical!. Al no querer despertarlo, no pude ponerle una de las camisas que se le compraron a este pequeño, tuve que limitarme a arroparlo en su cuna, ubicada al lado mío de la cama, decisión tomada exclusivamente por mi. Estoy sentada en la cama, mientras Shadow me abraza por la espalda y trata de convencerme para recuperar tiempo perdido. Me niego, aunque mi cuerpo dicta que si, mi instinto de madre, me dice que no lo haga o despertaría a Silver.

- Eres demasiado pesado- hablo en voz baja, sintiendo su respiración en mi cuello- Deberíamos dormir también.

- No puedo hacerlo y más ahora que desprendes una esencia que me vuelve loco- me dice, provocando que mi cuerpo se estremezca, mi pelaje se eriza un poco, comienza a besarme.

- ¡Sha-Shadow!- grito en un susurro- ¡Ya te dije que no!

- Está bien- da un último beso y una ligera mordida para alejarse y acostarse en la cama, mi cuerpo tiembla un poco, no se si es por los nervios o por otra cosa en especial- ¿Crees que todo va a salir bien de ahora en adelante?- su pregunta me toma desprevenida.

Pequeñas mentiras grandes verdades (Shadamy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora