023| Él Único

481 26 4
                                    

Octubre 21

NARRADO POR MARY:

Ayyy...se supone que debo mostrar todo mi amor por ti, pero te juro que en este preciso momento tengo ganas de matarte–le gruñí a Juan Pablo que estaba sentada a mi lado leyendo mi libreta.

Ayyy...ya por un segundo deja que los sentimientos que hablaste en Las Vegas fluyan en tí–me dijo este mientras lee una de las canciones que había escrito.

Había estado matandome por un largo tiempo para poder lograr escribirla a tiempo para usarla en el evento.

¿De qué hablas?–lo miré horrorizada.

Sabía que borracha iba a decir mil estupideces. Ya me conocia. ¡Agh!

¡Maldición!

Fue bonito así que si no lo recuerdas no lo arruinare en mi cabeza–me dijo este en respuesta.

Entonces para que lo mencionas si no me vas a ayudar a recordarlo–le gruñí.

Pero el tan digno como podía ser ignoró mis palabras y prosiguió hablando.

Me gusta tu canción El Único. ¿Hace cuánto la haz escrito?–me preguntó.

Hace como cuatro días–le respondí.

Hacía un día que habíamos llegado a México. Nos habíamos hospedado en la casa de los papás de Juan Pablo porque él había insistido por más horas de las contables con los dedos que debíamos quedarnos allí. Ha mi no me parecía que fuera una buena idea quedarnos aquí porque sentía que estorbaba y haría todo mas difícil, pero el junto a su encantadora madre me habían convencido en cuanto puse un pie en el aeropuerto de México.

En el único día que llevaba aquí había llegado a una conclusión: era odiada por su hermana. Enserio, creo que no le caigo muy bien. Ella había sido muy cortés, pero sin embargo con su mirada sentía que me estudiaba o estrujaba a su antojo buscando algo en mí y eso solo hacía aumentar mi incomodidad en este lugar.

Entonces podemos concluir que te haz inspirado en mí–dijo este mirándome con una sonrisa burlona.

Mejor dame eso–le pedí.

Ya era suficiente bullying como para seguir escuchándolo con su burla. En el viaje a Las Vegas antes de quedar tan borracha hablé con Mike y los dos llegamos a la conclusión de que hacía falta algo nuevo en toda nuestra actividad y tras minutos de plática me había pedido que escribiera una canción de ritmo suave algo más romántico para todo el asunto. Era justo la canción que sonaría de fondo en la galería mientras todos vieran las pinturas.

Ni lo creas que te la dare. Haber escucha con atención esto–me dijo.

Me senté en forma de indio a su lado mientras el estaba apoyado en el respaldo de la cama leyendo. Este carraspeó y se preparó para sacar su planeada voz de locutor.

Dime qué rechazaras a la mujer....–lo interrumpí.

Canta para mí al menos–pedí con cierta malicia–Necesitas ser más romántico conmigo.

No, no, no ni lo creas–me respondió rápido–Ahora déjame terminar de leerte.

Dime qué rechazaras a la mujer que te pida quedarte junto a ella solo porque me estás esperando. Y sé que estás más lejos de lo que pienso pero no tengo planeado irme. ¿Me quitarias mis sueños y mis esperanzas? Simplemente quedate conmigo. Todos mis sentimientos cobran vida junto a ti. Mientras me voy tropezando en mis mentiras. Tan borracha como jamás lo he estado. Y nunca te volveré a ver o tener. Por qué eres tú el único. No puedo buscar otro lugar en donde mi corazón se pueda quedar. Solo prométeme que nunca te irás. Porque tú eres el único. Toma mi mano, mi corazón, mi alma... Déjame ver tus ojos una vez más. Porque al menos yo solo tendré ojos para tí–solto un poco el aire que había estado retenido y me sonrió– Y sabes que todo cambiará...Seremos extraños si esto se termina. Te puedes quedar dentro de estas paredes y seguir mis mentiras. O solo quédate conmigo–me miro– Ahí vuelves a repetir un poco y sigues con: Quisiera tambalearme medio borracha. Perder la razón....Seguir mis mentiras. Y tenerte por siempre. Estoy tan perdida. Así que dime, ¿Cómo vuelvo? Escucho canciones tristes que solo hablan de amor. ¿En dónde me equivoqué?

Prometido Falso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora