06| Bienvenidos a Hawaii

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Septiembre 14

Narrado Mary

¡Está loco!

Totalmente loco.

Lo iba a matar.

¿Puedes creer lo que hizo?-grité desde la sala.

¡Cálmate Mary! Él solo te está ayudando, ya verás que funcionara para que tú madre se la crea y vea que hay mejores que Pablo-me dijo James mientras tiraba uno de mis sostenes rojos con asco hacia la maleta.

No he usado eso-le dije por el sostén y su rostro-Eso no me va a ayudar en nada James eso empeoró todo. Ahora será fingir todo el día.

Por lo tanto Mary ahora se tienen que creer la gran pareja que se supone que son-insistió James.

¡No!

Eso era peor y estaba segura.

Aunque pensándolo bien podía verlo sin camisa y no podría decir nada por que soy su prometida.

Borra Mary.

Todo es falso.

Da igual, James. Jamás vas a entender porque así eres. ¿Tienes los anillos?-le pregunté mientras lanzaba unos trajes de baños en la maleta.

Sí, te los he dejado sobre la mesa de la entrada. Están en su cajita y son de terciopelo negro con detalles dorados-me dijo James como si eso realmente fuera importante ese detalle.

Bien, deja que le presuma eso a mamá para que vea que son aún mejor que lo que pudo haber hecho Pablo-le dije con coraje mientras cerraba la maleta.

Mary estás mal, no importa si es mejor o peor que Pablo se trata que parezca el mejor amor-me dijo James tirando a la basura algo.

Espero que lo que hayas tirado a la basura no sea uno de mis sostenes-le advertí.

Por que demonios nunca estás pendientes a lo que te digo-me protestó James.

Lo fulmine con la mirada.

Justo en ese momento el sonido del timbre del departamento comenzó a sonar. Miré el reloj de la pared y noté que ya Juan Pablo debía de llegar. Me levanté del suelo y abrí la puerta. Allí estaba él con su habitual pose despreocupa, una mochila colgaba de su hombro y en sus manos llevaba el mango de la maleta.

Agarré las cajas de terciopelo​ y las abrí.

Puedes pasar-le dije a Juan Pablo.

Miré los anillos que estaban en estas cajas. Dos aros, el de hombre era sencillo pero con cada borde negro y el de mujer era un aro que tenía un pequeños diamante incrustado, haciendo que fuera totalmente liso y sus bordes resaltarán con el dorado. Le di la caja a Juan Pablo con su anillo.

Toma querido nuestro anillo de compromiso-le dije con una sonrisa sarcástica.

Ni crea que se me va a olvidar que me está complicando la vida.

¡Oh pero que belleza! ¿No deberías de arrodillarte y pedirme qué me casé contigo porque te mueres por mí?-me pregunto Juan Pablo con todo el sarcasmo posible.

Quieres ver cómo te hago arrodillar a ti pero de una patada-le brame.

Uyyy....pero que mal genio-dijo este riendo.

Rodé los ojos y caminé hacia el cesto de basura para sacar lo que sea que haya tirado James. Empuje a este de mi lado y saqué lo que había tirado. Lo miré desconcertada, había tirado mi sostén blanco de encaje que tanto me gustaba. ¡Agh! Este se había manchado con salsa roja que había tirado a la basura antes.

Prometido Falso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora