Capítulo XLVIII El bautismo

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Para julio todos aceptaban con mayor tranquilidad la realidad que les tocaba vivir, luego de haber pasado momentos inquietantes, días de enojo,  de cansancio,  noches sin dormir con algunos resfríos, las cosas normales de bebes pequeños,  estaban ahora en un buen momento y más adaptados.

Eran casi las once de la mañana, Brandon esperaba en la puerta con la limusina,  desde ahí irían Tris con Sofía, William con William pequeño y Lizzy con George.

David iría desde la mansión con Ruth, la Sra. Reynolds y Denis.

Ruth y David habían comenzado una relación hacía cuatro semanas, ya estaban planeando mudarse a la misma ciudad ya que vivían a más de cinco horas de auto y eso los tenía entristecidos.

Los últimos fines de semana  habían pasado el tiempo viajando para verse y eso era verdaderamente tortuoso, aunque  luego se compensaba con el encuentro,  querían pasar más tiempo juntos y viviendo en ciudades distintas era impensable. Hacían una hermosa pareja, algo que  a Will y a Lizzy los ponía felices.

Charles y Jane aguardaban en la iglesia, ambos impecables, eran agraciados en la imagen los dos, pero Jane era la madrina embarazada más bella de todo Londres, su encanto era inexplicable, ¿con quince kilos de más alguoen puede verse tan bella? , esas eran las palabras de las portadas con su fotografía el día anterior en las revistas de toda Inglaterra. Había sido la  ganadora del  premio a la mejor periodista de espectáculos del año, tenía fecha de parto para la siguiente semana y se veía radiante, llevaba  un vestido color gris claro, sandalias grises  decoradas con perlas, una gargantilla de diamantes y perlas diminutas que le había regalado su esposo unos minutos antes de salir, sus ojos se veían más verdes que nunca en contraste con esos tonos. Charles no podía dejar de mirarla, acariciarle la panza y sonreír como era habitual en él. Se amaban eso era indiscutible.  Charles ante cada miraba que veía que alguien le hacía o la saludaba, la tomaba más fuerte de su mano demostrando que la señorita tenía dueño.

Charlotte llegó a tiempo junto a William Collins, sus dos hijos y sus padres, por el momento todos se comportaban bien, aunque William Collins hijo, intrigado por conocer que había detrás del altar del sacerdote se había enredado con los cables del sonido y se había caído. Eso lo había desmoralizado en seguir fastidiando por la iglesia, y le permitía a Charlotte disfrutar  de la charla con Jane por unos minutos, sosteniéndolo de la mano para que no vuelva a escaparse.

Había un amigo de Jane de la revista, sería el fotógrafo del evento para evitar que se filtren fotos de improvisados y chismosos. 

Había fotografiado a Ruth al entrar a la iglesia creyendo que era Elizabeth, su parecido era increíble, se había acercado a Jane alterado y temeroso sin entender porque la acompañaba otro hombre, Jane se burlaba de su amigo, se sentía contenta de ser quien haría el reportaje para las revistas,  eso evitaría comentarios ridículos y desafortunados. Tenían todo preparado para hacer un gran reportaje durante la semana para que Will y Lizzy cuenten sobre la aventura de ser padres múltiples.

El señor Mac Greggor y su familia habían llegado temprano y estaban junto a los Bingley, la Sra. Bingley y la Sra. Mac Greggor se podían oír conversando sin decoro a varios metros de distancia, hablaban sobre la poca importancia a la puntualidad en los tiempos que corrían, ya que pasaban veinte minutos de las once y los nuevos Darcy brillaban por su ausencia.

Georgiana Darcy junto a Michael y a su hijo los miraba con desagrado, los comentarios le parecían desafortunados, siempre algo había para decir, pensaba, ella estaba embarazada nuevamente aún nadie lo sabía, su esposo que jamás la había vuelto a soltar desde el día del nacimiento de su primer hijo estaba fascinado con los cuidados del embarazo, parecía otra persona. William Cotry era todo un caballero de tan solo un año y medio, se parecía mucho a su tío Will, pero era rubio, observaba todo, estaba completamente impactado con la panza de Jane, no dejaba de observarla, hasta que se le escapó de las manos a su madre y se acercó a tocarla, le sorprendía lo que veía, aún no hablaba, pero se lo notaba intrigado, Jane le explicó:

_Voy a tener una niña, para que juegue contigo hermoso, eres un niño muy bello ¿lo sabes?

El niño sonrió y volvió con su madre.

Las hermanas Bingley y Mac Greggor estaban calmadas, con tanto embarazo y niño dando vueltas quedaban en segundo plano, en sus vidas nada había cambiado, habían sido acomodadas muy cerca de la Sra. y el Sr. Bennet. Tris se había ocupado de la decoración de la iglesia, todo lo referido al evento que se desarrollaría en la mansión Darcy, y de los lugares en la iglesia.  Había dado a la Sra. Bennet la orden de escuchar y poner en su lugar cada desplante o desubicación que de ellas proviniera. 

 Ed Sheran estaba invitado y sentado al lado de la Sra. Bennet, a su cuidado, ella amaba el arte en todas sus expresiones y consideraba que tenía algo más que una amistad con el joven. Tris le había prohibido a Ed mirar o hablar con las Bingley y las Mac Greggor y la Sra. Bennet debía custodiarlo. ÉlTocaría en la ceremonia y luego en la fiesta.  

Esa semana le había pedido matrimonio a Tris, que aún dudaba en la respuesta ya que sabía que él había estado con una modelo en su última gira. Ella no se lo perdonaría fácilmente, aunque estaban peleados en ese momento, ella lo había dejado porque dudaba de su amor, él le había jurado que la amaba y que sería fiel a aunque ella lo hubiera dejado , pero Ed no lo había podido  cumplir su palabra y las revistas se habían encargado de publicar los detalles que en esta oportunidad eran coincidentes con la realidad,   para Tris eso era terrible,  hasta que cambiara de opinión,  como era natural en ella y le diera el si, que era lo que más quería hacer en la vida.

Tris se había convertido en la mano derecha de Elizabeth en el negocio de la decoración, se la notaba mejor en todo sentido y muy segura de sí misma en el ámbito profesional.

Finalmente los tan esperados protagonistas llegaron, muy alegres y con sus estilos resplandecientes, el sacerdote apareció para dar inicio a la ceremonia, la iglesia  estaba colmada de gente, como en la boda de Darcy y Lizzy, pero  todos invitados esta vez.

Los más observados, los padres de los trillizos Darcy que vibraban  de felicidad y belleza. Darcy no podía verse más guapo y Lizzy con su semblante alegre y su sofisticada manera de andar por la vida, llamaba la atención de cualquiera.

Los padrinos se ubicaron cada uno con su ahijado, el único niño que se quejó unos instantes al dejar los brazos de su padre fue William pequeño, Charlotte en unos instantes lo calmo, y la ceremonia continuó. 

William sería ahijado de David y Charlotte Lucas, Charles y Georgiana serían padrinos de Sofía y el Sr. Mac Greggor y Jane los padrinos de George.

Mientras el sacerdote decía unas palabras felicitando a Lizzy y a Will por la hermosa familia que habían formado la Sra. y el Sr. Bennet lagrimeaban, los padres de Charlotte Lucas un tanto alejados también,  recordando el bautismos de sus mellizos, el sacerdote hablaba de la importancia del amor y el respeto en momentos de tensión y la importancia de conocer la paciencia cada día para a pesar de las diferencias respetarse, los niños estaban bien despiertos y atentos a todo, Sofía hacía los movimientos de la boca imitando al sacerdote, por supuesto sin poder decir las palabras, Will se ponía un dedo en la mandíbula a modo pensativo y George pateaba sobre los brazos del Sr Mar Greggor imprimiéndole energía al evento y haciendo usar un tanto de fuerza a su padrino.

El sacerdote dio por terminada la misa luego de bedecirlos a todos  y saludo a las familias.

Ed tocó una canción inédita de su próximo álbum que hablaba sobre el amor la honestidad y el respeto, muchos lloraron era verdaderamente emotiva, luego cantó Don't call me baby dedicado a su novia y las más conocidas de sus canciones, One, All of the stars, photograph entre otras.

Todos los invitados saludaron a Will y a Lizzy y se fueron dispersando por la plaza, era una mañana cálida mañana de julio, idela  para caminar por los alrededores del parlamento, ellos volverían a la mansión a festejar con los más allegados.


El sueño de William DarcyOnde histórias criam vida. Descubra agora