Capitulo XLIII Nuestra vida

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Estaremos esperando una respuesta, aunque sabemos que no es fácil la comunicación en el lugar en que te encuentras.

Te quiero y extraño mucho Will Darcy.

Will enviaba el email a su amigo David que trabajaba en un proyecto solicitado por el gobierno de Inglaterra a la empresa, era un trabajo que en realidad debía hacer William en persona, pero con el embarazo de Elizabeth y el nacimiento de los pequeños anticipado era imposible que se encargue dejando a Elizabeth sin ayuda, David que se ocupaba de todo en Manchester, se había ofrecido a resolver la situación y así lo hacía, construirían un hotel a unos veinte kilómetros de Puerto Stanley y David estaba realizando el primer análisis del lugar para hacer los planos y presentar el presupuesto final.

Mientras Will terminaba de mirar otras cosas en su computadora vio que las puertas del ascensor se abrían, era siete de diciembre pasaban de la siete de la tarde, la última vez que él había visto a Elizabeth entrar a su escritorio había sido unos minutos antes de salir corriendo a la clínica para dar a luz, se veía tan distinta, la forma en la que la luz de le daba en la cara la hacía ver muy hermosa, Will la observaba interesado y ella ni lo percibía.

_ ¿Está todo en orden? _ dijo Will intrigado.

_Todo en orden, duermen los tres, llegó la enfermera, se quedará hasta mañana a las siete de la mañana y yo soy la persona más feliz del mundo ¿puedes creer? Quiero que vengan a dormir personas extrañas a mi casa, he cambiado a la fuerza y me siento libre por primera vez en veinte días_ Lizzy sonreía mientras se acercaba.

_Me alegra que hayas aceptado, ahora puedes quedarte conmigo un rato, puedes empezar a ocuparte de tus cosas, y también descansar para estar bien por las mañanas y estar con ellos._ Will la miraba sorprendido, Lizzy se veía muy bien, casi no se le notaban los kilos del embarazo, y su gesto era de felicidad, aunque tenía ojeras.

_Gracias por todo lo que has hecho en este tiempo, has estado muy bien lo tengo que reconocer, los niños te adoran y tengo que reconocer también que no esperaba tu ayuda_ dijo Lizzy recostándose en el sillón frente al escritorio del Will.

_Te puedo sorprender Elizabeth Bennet_ Will se levantó de su silla y se acercó a Lizzy en su escritorio no había ruidos molestos, ni llantos de bebes ni cólicos estomacales, ahí no llegaban todas esas realidades, se quedaron por un rato abrazados y besándose, estaban agotados pero felices, recostados en el sillón permanecieron acariciándose dejando pasar el tiempo, Lizzy extrañaba a Will para ella sola, Will estaba feliz, pero necesitaba con urgencia que pasen los malditos días de prohibición, eso no estaba dentro de sus planes, le parecía inhumano.

_ ¿Tendremos más hijos?_ dijo él intrigado.

_ ¿Pero estas loco?_ dijo ella desconcertada.

_No digo ahora, digo algunas vez en otro momento_ Will sonreía.

_No creo William, tres me parece un enorme número, son tres vidas con todo lo que eso implica, me parece suficiente._ Elizabeth no podía quejarse de su embarazo y de sus hijos, eran sanos y todo iba muy bien, pero lo último que hubiera podido imaginar era esa pregunta.

_Lizzy si hubiera dejado que elijas aún estaríamos esperando para tener uno, ahora yo dudo también, creo que estos son tan maravillosos, más adelante tal vez cuatro estaría bien.

_Por ahora no hablaremos de eso, déjame preocuparme solo por ellos ahora.

_Bueno_ dijo Will con desconcierto, a él no le parecía mal hablar de la planificación familiar, pero ella no quería hablar de eso, continuó diciendo_ ¿Dime tienes un preferido?_ Will sonaba confidente.

_Los tres son tan distintos, no podría elegir a uno, Will pequeño me encanta porque me necesita tanto que me hace sentir útil y es muy amoroso, George es tan vital que no entiendo como he podido vivir sin él toda mi vida, y Sofía es una dulzura, me recuerda a tu hermana, me da esa sensación de paz y de armonía, a veces con los ruiditos hace los gestos de mi madre, pobre Sofía en eso, ninguno puede ser mejor o peor, los amo por igual ¿y tú?_ Lizzy acariciaba a Will en el pecho mientras él la besaba en la frente.

El sueño de William DarcyWhere stories live. Discover now