Premio.

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La señora abrió los ojos como platos.

-¡Oh por Dios! ¿Prometido?

Por un momento Sehun pensó que la mayor iba a decir o hacer algo extraño, como por ejemplo leerles la biblia por lo pecadores que eran, pero en vez de eso recibieron una sonrisa eufórica.

-Estoy muy feliz por ustedes, ¿saben qué? La casa invita. -Dijo apretando de nuevo las mejillas de los muchachos. -Sehun-ah antes era muy introvertido; no se acercaba a nadie y a veces tartamudeaba.

-¡Yah! -Dijo Sehun avergonzado. -Yo era alguien de pocas palabras.

-Sí, alguien que se quedaba congelado cuando le trataban de conquistar. -Respondío la mayor mientras se iba riéndose.

Sehun miró a su prometido y luego al piso. Estaba avergonzado, algo que se volvió notorio cuando sus mejillas se calentaron; YiXing lo tomó por estas y lo atrajo hacia él para darle un tierno beso, donde mordió ligeramente su labio inferior y luego de unos segundos finalmente se separó para mirarlo.
Momentos después recostó la cabeza en la mesa mientras miraba a su menor con una pequeña sonrisa, no podía entender como si realmente su prometido era como la señora lo había descrito, ahora era todo lo contrario, ni si quiera como había llegado a ser tan bueno en la cama; al notar aquello acudió la cabeza para borrar esos pensamientos, no quería pensar en la cantidad de personas con quien estuvo antes para tener tanta experiencia.

-¿Quién diría que un chico así terminaría siendo un sádico dominante? Quizá algún día yo acabe sometiéndote a ti. -Dijo YiXing en forma de broma aunque la pregunta era real, ¿cómo un chico tan callado, inexpresivo, asustadizo y hasta tartamudo pudo convertirse en lo que era Oh Sehun ahora? Era de esas preguntas que todo el mundo hacía, pero que nadie respondía.

Sehun sonrió y volvió a besar a su mayor mientras agarraba su mano, luego de separarse de sus labios agarró una servilleta y alcanzó un lápiz del mostrador de la tienda.

-¿Qué necesitamos?

-¿Para la casa? Pues productos y utensilios de limpieza, cortinas, un plumero, una aspiradora, desinfectante y pintura... Creo que sólo eso.

-Yo creo que necesitamos más amor... También creo que costará más arreglarla que lo que cuesta comprar una nueva, pero sé que será un lindo hogar en el que viviremos en más tu y yo. Te Amo demasiado. -Decía SeHun mientras escribía algunas cosas en la servilleta. -Será nuestra casa.

-Sí amor, pero la casa ya está muy bonita y tiene muebles perfectamente útiles, no sé que más necesitaríamos, a menos que quieras hacerle remodelaciones amor.

-Claro que sí amor, si no lo hacemos probablemente se caiga en pedazos. -Respondió antes de acercarse a su mayor hasta rozar sus labios. -Trabajaremos en ello, soy buen carpintero. -Continuó hablando con una sonrisa, mostrando luego los músculos de sus brazos mientras guiñaba el ojo al mayor. -Además de fuerte, grr.

-No dudo que seas fuerte amor, yo también lo soy... Pero tú más mi vida. -Levantó la cabeza de la mesa y llevó una mano hacia el brazo del menor, acariciando este suavemente y apretándolo con levedad. -Sí con esos brazos puedes cargarme... Amor, serás un carpintero sexy.

Sehun miró a su mayor y rió un poco antes de abrazarlo. -Entonces terminemos de comer y manos a la obra.

A los minutos les llevaron su pedido. Hace mucho Sehun no saboreaba esta comida, lo transportó a tiempos pasados en sus días de estudiante adolescente, en los que esto era lo único que quería comer, mientras que YiXing nunca lo había comido y esta era su primera vez; este último volteó a ver al menor y le dio un pequeño beso en la mejilla.

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⏰ Última actualización: Oct 19, 2017 ⏰

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