Cambios

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Sehun despertó con ganas de quedarse dormido otra vez, su teléfono sonó y sobresalto para responder.

-¿Si?, oh, hola... De acuerdo, estaré ahí... -Todos sus planes de salir con el chico se habían ido por el retrete, se arregló en un mini segundo y se dirigió a la cocina donde Jen lo esperaba con un café, al parecer no estaba de buen humor.

-Debo irme. -Dijo el chico tomándo su café a toda prisa. -Cuidalo.

-Lo que me faltaba, ser la niñera.

Sehun se quedó asimilando la osadía de la chica al responderle de esa forma, suspiró mientras se terminaba su taza y se dirigía a ella. - Tal vez te he dado mucha confianza... Lo que me gusta, pero no olvides quien soy y en que posición estas. -Nunca le había gustado recalcarle lo que era, pero habían veces en las que su crueldad salía a flote por que su enojo lo cegaba, siempre hacia más daño a las personas por sus palabras que por sus actos. -No me tardo. -Finalizó mientras salía de casa, y se dirigía a su empresa.

Por otro lado el mayor no supo en qué momento se había dormido, cuando abrió los ojos mágicamente ya era otro día. Suspirando se levantó de la cama y fue a darse un baño rápidamente, estuvo cerca de media hora bajo el agua tan relajante y luego salió, cuando abrió su closet se sorprendió levemente al encontrarse con la bata de la cual "su señor" le había hablado la noche anterior, encogiéndose de hombros tomó prendas normales y se las puso antes de volver a su cama nuevamente. Mirando hacia la ventana se dio cuenta que estaba tan acostumbrado al encierro, que incluso ahora, que era relativamente libre, no salía de su habitación. Perdido en sus pensamientos por enésima vez apenas pudo escuchar la puerta sonar, se levantó y fue a abrir encontrándose con una mirada fría que no le gustó en absoluto.

-Buen día hermana.

-Ya te dije que dejes de llamarme de esa manera, debes ir a desayunar, aunque claro tendrás que prepararte tú mismo el desayuno porque yo no soy empleada tuya.

La chica hizo un mal gesto y se dio media vuelta, él por su parte solamente se encogió de hombros y salió de la habitación hacia la cocina, él sabía cocinar por lo que no sería problema para él hacerse algo de desayunar, al llegar ahí abrió la refrigeradora y sacó algunas cosas para prepararse algo. Pasados los minutos tenía algunos waffles cubiertos de miel en un plato y un vaso de jugo al lado. Mientras desayunaba se cuestionaba el si realmente debía olvidarse de las circunstancias en las que llegó a ese lugar, pero sin olvidar su puesto en la casa, aunque realmente sonara contradictorio. Suspiró profundo y miró su plato, había encontrado y perdido a su mejor amiga en tan sólo un par de días, pero de alguna manera eso no lo hacia sentir mal, el tiempo pasó y su desayuno acabó, lavó los trastes usados y luego salió hacia el jardín para quedarse ahí por un buen rato.

Sehun llegó a su oficina donde su secretria entregó unos papeles que debía firmar, y pasó toda la mañana así, en conferencias, firmando contratos, realizando proyectos, en reuniones ejecutivas y realizando todo tipo de cosas que como todo buen presidente empresarial, debía realizar.

YiXing había estado regando las plantas y cantándoles un poco sentado en medio de ellas, por una vez en tanto tiempo se sentía feliz, esos eran los efectos que la naturaleza ocasionaban en él, se olvidaba de todo y simplemente deba un respiro de oxígeno puro proveniente de las bellas plantas.

Para cuando Sehun llegó a casa se dio cuenta de que el chico estaba en el jardín. Sonrió al verlo pero cambió su cara a una de seriedad cuando el chico lo volvió a ver.
-¿Has comido? ¿Cómo te sientes?-Dijo esperando su respuesta, mirándolo fijamente a los ojos.

El mayor ni siquiera de dio cuenta cuando ya prácticamente estaba cayendo el sol, sino hasta que el joven llegó nuevamente. Al escuchar su voz rápidamente se levantó y asintió.
-Sí, ehm ya me he alimentado y me siento bien, gracias... ¿Se le ofrece algo?. -Dijo sin mirarlo directamente pero pudiendo sentir cierta tensión en el aire.

La mañana del más joven había sido muy tensa, se sentía presionado y su cuerpo pedía a gritos algo que lo relajara, quería tomar las cosas con calma, tal vez lograría persuadir a Jen para que esta le hiciera un masaje, pero después de lo de esta mañana seguramente ella se vengaría, pensó en tomar un baño relajante pero se conocía tan bien que sabía que eso no lo relajaria completamente, entonces miro al chico que, aunque no quería incomodarlo más, podía hacerle bajar toda la tensión. "Se me ofrecen muchas cosas..." Pensó antes de suspirar mientras miraba hacia el cielo. Tomó una bocanada de aire y le sonrió, tampoco tenía ganas de llevarlo a la habitación hoy, con el ánimo en el que estaba saldría lastimandolo de verdad, lo miró suplicante pero luego entró a casa.

Al no obtener respuesta alguna el mayor simplemente se encogió de hombros y se sentó nuevamente entre las flores mirando hacia el cielo, unos minutos después bajó la mirada mientras pensaba en los ojos del contrario. Por ahí dicen que los ojos son el espejo del alma y él era muy bueno para ver esos reflejos, a diferencia de los días anteriores esta vez pudo ver verdaderos sentimientos en sus ojos, y no precisamente sentimientos positivos.

Sehun supuso que si necesitaba al mayor lo mandaría a llamar, pero en su mente sentía que necesitaba a alguien, esto era lo que más odiaba de estar sólo. Casi siempre, cuando el trabajo lo acababa, solo quería llegar a casa y recostarse en el regazo de alguien hasta que todos sus problemas desaparecieran. Entró a la cocina donde por el momento no había nadie, agradeció esto dirigiéndose a la nevera, sacó una manzana verde y se sentó mirándola, pensándolo bien, estaba convirtiendo su vida en una rutina aburrida y monótona, necesitaba rápido una intervención. En las mañanas, café y en las noches una manzana verde y agua, todos los días era lo mismo.

-Hoy cuide muy bien a tu chico. -Dijo la joven entrando a la cocina.

-Ahora no, Jen. -Dijo Sehun resoplando con el poco de paciencia que le quedaba.

-¿Qué pasa?

Sehun miró la manzana. -Pensando, necesito darle unos cambios a mi vida...

-¿Cómo cuales? ¿Cambiar las manzanas verdes por las rojas? -Dijo sarcástica la chica.

Sehun sonrió incredulamente. -No.-Respondió empezando a salir por la cocina. -Necesito un cambio más radical... Y además odio las manzanas rojas. -Dicho esto subió a su habitación con su manzana en la mano, cerró la puerta y la puso sobre su mesa de noche, se recostó mirando al techo pensando como podía llenar el vacío que sentía.

Aún pensando en qué podria estarle pasando al menor y el por qué él estaba ahí, YiXing se levantó del piso y entro a la casa nuevamente. Si algo le caracterizaba era el que tenía un noble corazón y no le gustaba ver mal a la gente, a los que él considerada verdaderamente "gente", y el joven no se había portado mal con él hasta ahora, más que eso, lo liberó de su prisión y muy a su manera, había tratado de hacerlo sentir bien, por lo que él quiso hacer lo mismo. Llegó a la puerta de la que supuso era la habitación de él debido a ser la principal y tocó un par de veces la puerta, aún levemente indeciso de qué debería hacer exactamente. Cuando iba a retirarse debido a que no abrían la puerta, sintió la puerta abrirse y como el contrario lo metía por el brazo a su habitación.- Eh yo... Quería decirle... Uhm... Si usted lo desea... Conmigo puede desahogarse si es que algo lo atormenta y es que bueno... Realmente no me gusta el sentimiento en su mirada... Me preocupa...

Sehun sintió que su corazón iba a explotar, sonrió y lo besó, nunca había hecho esto, nunca se había dejado llevar de los impulsos y mucho menos nunca había acostado a un sumiso en su cama, estaba rompiendo muchos acuerdos y contratos pero no le importaba, ésta vez no quería tener todo bajo control, ésta vez quería hacer lo que su cuerpo pedía, no quería ser el de la sangre fría, quería sentir aunque fuera una vez que se sentía dejarse llevar. Lo tomó en brazos desde sus muslos pegandolo a la puerta, el chico era tan liviano que no le costó mucho trasladarlo a su cama, se posicionó encima de él mientras lo besaba.

YiXing correspondió a su beso en el momento de sentirlo y pasó los brazos alrededor de su cuello con delicadeza, no le importaba él mismo en ese momento, sólo quería hacer que el contrario se sintiera mejor y no le importaba que tendría que hacer para que así fuera, además de apenas haberse dado cuenta de la gran deuda que tenía con él por haberle dado su parcial libertad, sabía en lo que probablemente acabaría todo eso y aunque él hubiese querido que su "primera vez" fuera más por amor que por los motivos que tenia ahora, trató de bloquear esos pensamientos de su mente y concentrarse en hacer bien su "trabajo".

LOVED SUBMISSIVE [HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora