Aprendiendo a convivir

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Sehun se dirigió a la cocina, su mente era un lío pues debía hacer muchas cosas a la vez, pero hacer que el chico que tenía en casa lo amara era lo más difícil. Abrió la nevera y sintió como unas manos se apresuraron a hacerlo, miró a la chica un poco aturdido, esta le entrego una manzana verde y un vaso de agua, se sentó en la silla más cercana y la miró.

-No tienes por que hacer esto, Jen.

-Claro que sí...

Sehun la miró nuevamente, ya no era la misma niña que había comprado hace ya algunos años, ahora era toda una mujer, una muy hermosa mujer. Miró a otro lugar, ella se acercó a él dándole un beso fogoso, él se separó rápidamente de ella.

-Jen, no. -Dijo firmemente mientras la chica miraba al piso. -Sabes que no tienes permitido esto. -Resopló. -Agradece que no estoy de ánimos para castigar lo que acabas de hacer.

-El chico...

-¿Qué pasa con el chico?

-¿Por qué lo trajo?

-Eso no es algo que pueda importarte, le tengo otro tipo de trabajo. -La miró. - No le haré daño... O bueno, si lo haré. Pero le gustará. -Sonreía mientras salía de la cocina. -Mi problema ahora es ganarme su confianza, que no me mire con asco, como si fuera un monstruo. - Salió de la cocina y subió las escaleras lentamente. Así era, se tomaba su tiempo para todo. Su manzana ya estaba terminada así que tocó la puerta del cuarto del chico.

*Paso 1*: Demostrarle que tiene su espacio y que se respetará.

Mientras aquella escena se desarrollaba, YiXing terminaba de acomodar sus pocas prendas en el gran closet, suspiró levemente, la habitación en la que estaba no parecía un habitación de servicio si no más bien una de las habitaciones principales. Miraba hacia las paredes tratando de imaginar cómo ese lugar podría volverse más cálido, simplemente con un color diferente de pintura y algunos cuadros, como el cuadro de esa pequeña foto ligeramente desgastada de sus padres, que siempre llevaba consigo, esa fotografía era lo único que lo había mantenido en pie hasta el momento, además de la esperanza de algún día reencontrarse con ellos.

Sentándose en la cama miró detenidamente la foto mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, podía recordar claramente todos los momentos vividos con ellos y lo feliz que solía ser. Tomando el pequeño rectángulo lo apretó contra su pecho y negó para sí mismo.

-Pronto padres, pronto volveré a su lado y seremos la familia feliz que solíamos ser, mamá me dará ese abrazo que tanto necesito y papá sonreirá como siempre. -Se repetía a sí mismo mientras las lágrimas fluían como cascadas por sus mejillas, no podía negar que estaba prácticamente aterrado, y el haber visto a su amiga de esa manera solamente le puso peor, pero recordando que ella había sido quien le enseñó a ser fuerte se golpeó mentalmente por debilitarse en ese momento. Al escuchar la puerta sonar, rápidamente se secó las lágrimas y guardó nuevamente la fotografía de sus padres para levantarse a abrirla, se asomó ligeramente y al ver quien era se hizo a un lado para dejarlo pasar. Aunque ese sujeto no le inspiraba más que sentimientos negativos, no debería dejar que lo notara.

La manera en que el mayor había abierto la pierta, le había ocasionado a Sehun un calor en su pecho, que debía aprender a esconder.

-¿Te gusta tu habitación? -El chico aún no decía nada, solo miro a todas partes.- Tal vez sea mucho... Te acostumbrarás al tiempo. ¿Hay algo que necesites?

*2 paso: Hacerle sentir que alguien de preocupa.*

El chico aún no daba respuesta alguna, así que suspiró fuertemente haciendo saber que se estaba irritando.

Cuando YiXing escuchó sus preguntas, miró nuevamente las paredes de la habitación, recordando lo de la pintura porque la habitación no era acogedora, pero sabía que si él pedía algo, probablemente luego tendría que pagar un precio muy alto por ello

-Mañana iremos de compras, anota todo lo que necesites, no te limites, te daré todo lo que me pidas. - Iba a irse pero se devolvió. -Mañana te daré las reglas, y te diré por qué estás aquí. -Sin decir más, Sehun cerró la puerta y se dirigió a su alcoba, se tumbó en su cama un poco agotado, sintiendo como poco a poco el sueño lo vencía.

Para YiXing, aunque el contrario le dijera que no se limitara, evidentemente lo iba a hacer, no quería tener que pagar luego un precio que probablemente lamentaría, lo que técnicamente fue confirmado por "su señor" mismo al decirle lo de darle los motivos por los cuales estaba en ese lugar, él solamente se limitó a asentir y cuando el contrario se hubo ido, se fue a la cama nuevamente y se recostó, pensando en la dichosa lista que debía entregarle el día siguiente al contrario, suspirando solamente pudo pensar en la pintura nuevamente, así que en una pequeña hoja de papel escribió su petición y luego se fue a dormir. No podía negar que la cama era suave y cómoda y eso le facilitó dormir, hasta luego de unas horas que la luz del sol se filtró por la ventana directo hacia sus ojos. Se levantó de la cama y se fue a ver el amanecer en la ventana, luego de que el sol hubiera salido completamente se levantó para darse un baño y ponerse otra ropa, no tenía mucho de donde elegir así que le fue fácil, escuchando algunos pájaros cantar en el árbol que estaba frente a su ventana se fue a verlos sentándose nuevamente en el sillón, dando una pequeña sonrisa a los pequeñitos cantantes que armonizaban su mañana.

Sehun despertó con el sonido del celular retumbando en sus oídos, le fastidio mucho pero debía responder, miró el identificador y cuando vio de quien se trataba no dudo en apagar su celular, volvió a cerrar los ojos con la esperanza de dormir un rato más, pero la alarma sonó haciendo que maldiciera para sus adentros. Era muy calmado por lo que no explotaba facilmente pero realmente odiaba cuando lo despertaban, se incorporó en la cama sintiendo su espalda arder, se dio cuenta que se había quedado dormido con la ropa de la noche anterior la cual estaba mojada, él era alguien tan "correcto", que este tipo de cosas lo enfermaba. Tomó una ducha caliente y se arregló lo más casual que pudo, se dirigía a despertar al chico pero se dio cuenta que el ya estaba listo en un sillón mirando hacia la ventana, le enterneció lo que sus ojos veían así que sin darse cuenta sonrió.

-¿Has desayunado? -El chico sobresaltó, se levantó e hizo una reverencia, esto era algo que le disgustaba pero se lo recalcaria en la noche, el mismo negó con la cabeza ante su pregunta. -Bien... Porque hoy desayunamos afuera. Sígueme.

Al escuchar YiXing sus palabras, asintió y caminó lentamente unos pasos más atrás suyo.

Se dirigieron a un amplio garaje donde habían 3 autos, todos de lujo. Sehun abrió la puerta del copiloto haciéndole señas con la mirada al contrario para que este entrara. Pero el adverso recordó que no debía ir al mismo nivel que su señor y mantenerse atrás y así lo hizo, sabía que probablemente obtendría un castigo por la desobediencia pero no le importó.

Por su lado Sehun lo tomó con calma, diciendo que era mientras se acostumbraba, pero nuevamente se decía que en la noche le haría saber que él es el que manda, tal y como el otro lo había presagiado. Entró al auto y empezó a conducir con calma, pensando donde lo llevaría después de compras o qué haría para que el chico se desprendiera de esa armadura de hierro en la que se había metido.

Durante el camino YiXing miraba por la ventana con melancolía, por tanto tiempo había deseado ver el exterior, pero nunca de esa manera.

Llegaron a un centro comercial gigante.
-Tal vez no debí traerte a un sitio tan poblado, ¿no te gusta? -Preguntó el más alto, ya que el joven se veía aturdido. -¿Hiciste la lista?

Y es que no era que a YiXing no le gustara el lugar, más bien quiso gritar por ayuda, pero algo en su interior le decía que no lo hiciera. Así que resignado se quedó a su lado y al escuchar su pregunta le entregó el pequeño papel donde solamente decía "pintura".

LOVED SUBMISSIVE [HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora