Inicios

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Las gotas de lluvia terminaban su trayecto en el piso donde quedaban estampadas y salpicaban una mínima porción de este, la noche era fría y el simple hecho de que lloviera convertía el aire en un tono más helado, tenia su capucha puesta, las manos en los bolsillos y caminaba cabizbajo, vestía de negro por lo que era difícil de verlo, aunque... Eso era lo que Oh Sehun queria: pasar desapercibido.

Se había bajado en una parada de autobús y camino tres cuadras más, dobló la esquina y entró por un callejón, todo lo hacía rápido, como si conociera el camino de memoria, lo único que deseaba es que todo quedara en completa discreción, su vida no necesitaba un espectáculo, ni menos un disturbio hacerca de este tema.

Recordó lo que le dijo kris el día en que se encerraron horas y horas para hablar en su despacho.

~*FLASHBACK*~

-El anterior que me ofreciste era apresurado, me gustaba su energía pero... No quiero a alguien que demuestra su felicidad por hacer este tipo de cosas...-Dijo tomando un sorbo de su brandy. Kris sonrió.

-Lo siento... Pensé que te gustaban de esos... -Piensa.- ahora veo que tus gustos son más peculiares...

Sehun rió al escuchar como había etiquetado su situación con la palabra "peculiar".

-Me gustan las miradas timidas, los que tapan su boca por vergüenza a que los escuchen, los que se sorprenden de lo que ven sus ojos, esos que hacen inocentemente lo que les pides, como si no supieran como hacerlo.

Kris sonrió maliciosamente y apoyó sus codos sobre la mesa.

-Tengo el que buscas... Lo han pedido mucho pero como eres tú... Lo separare.
-¿A que se debe tu pronta amabilidad?
-Éste vale un poco más que los otros. -Sehun bufó, sabía que algo escondía.- Pero... Vale la pena Sehun... Si quieres ven a verlo en dos días. Si te gusta te lo llevas, si no, no hay trato.

~*End FlashBack*

Todo esto sería un tema polémico para un presidente empresarial tan importante como él, debía ser cuidadoso, como dijo Kris, sus gustos son peculiares pero otras personas lo tacharian como cerdo, cruel, o canalla. El sabia que esto no era lo mejor pero era lo único que podía satisfacer su sed.

Tocó la puerta y se abrió una pequeña ventanilla donde alguien vigilaba.

-WU YI FAN.- Dijo mientras miraba a todas partes, pensando que Kris era el único que ponía su nombre como contraseña de entrada, por fin abrieron y entró al lugar, aún encapuchado, pues no se sentía seguro aún. Lo llevaron hasta la oficina donde Kris lo esperaba. Cerró la puerta y al fin enseñó su rostro.

-¡Hun-ah!- Dice mientras sonríe mirando la hora.-Eres puntual.
-¿Es eso malo?
-No lo es... Justamente iba por él.
-Espera, antes de eso, cuéntame más de él.

Kris sonrió. -E s chino, más bajo que tú, un poco inocente y uhm... Ah... es mayor. - sonríe como si fuera la persona perfecta. Kris sale y el se queda sentado en su sillón esperando.

Por otro lado estaba Yixing, para quien ya habían pasado varios años desde aquel desdichado día

*~FlashBack*~

Ese día, volviendo de la secundaria, sintió como su frágil cuerpo era atrapado por unos fornidos brazos y su boca tapada por una gruesa mano.

No supo nada más de si mismo hasta que despertó atado en lo que parecía ser una bodega, por la pequeña ventana de ésta se podía ver claramente como las nubes pasaban por fuera de ésta y era obvio para él que estaban en un avión. Solamente tenía 15 años cuando eso pasó y desde entonces su vida se había vuelto un calvario completo.

~*End FlashBack*~

En los últimos 8 años de su vida lo han tratado peor que a un perro callejero, golpeándolo casi a diario, cada vez que no obedecía o trataba de defender a alguno de sus "compañeros" más jóvenes e indefensos, que así como él, tenían que aprender a ser "buenos sirvientes", como les decían esos malditos ogros que los tenían cautivos.

Día con día veía como los que había llegado a considerar sus hermanos se iban, se los llevaban, y se martirizaba por no poder hacer nada por evitarlo. Odiaba todo lo que tenía que vivir, odiaba lo que era su "vida", prueba de ello eran esas cicatrices en sus muñecas que sí fueron hechas por él mismo, contrario a las demás marcas de su cuerpo... Cada vez que se veía al cuerpo deseaba morir, porque aunque no tuviera cicatrices "profundas" los golpes morados en su cuerpo le hacían odiar su reflejo.

Si algo era cierto es que él, aún con 8 años de haber estado ahí, jamás se acostumbraría a la idea de que hubieran personas tan retorcidas que "compraran" a las personas simplemente para hacerlos sufrir, pero ahora que él era prácticamente el único que quedaba... Quería largarse inmediatamente de ese lugar, por lo que no le quedó más opción que "sumisarse" y ser como se supone que debería.

Agradecía a Dios el hecho de que jamás lo hubieran tocado sexualmente, aunque de una u otra manera, él sí hubiera tenido que tocar a otros tipos para "aprender" lo que debería y poder "complacer a su dueño", estaba harto de todo, sólo quería desaparecer del mundo de una sola vez y dejar de sufrir de tal manera, o como ultima opción, ser "comprado" por alguien que comprendiera que él era un humano también, aunque sabía que a su actual edad era muy difícil ya ser sacado de ese lugar... Al menos eso pensaba hasta que vio llegar al dueño de aquel lugar e instantáneamente bajó la mirada, lo primero que había aprendido era a no mirar a los ojos a las "personas superiores" y bajar la mirada ante ellos, a menos que le pidieran lo contrario, escuchó las palabras que aquel hombre dirigió a su "carcelero" y suspiró profundo, de alguna manera estaba feliz de salir de ahí finalmente, pero igualmente estaba indignado por el hecho de estar siendo tratado como mercancía.

Cuando sintió el agarre en su mano de aquella mano fuerte y rasposa solamente pudo pasar saliva y seguir sus pasos, manteniéndose un par de pasos atrás hasta llegar a la "oficina" donde su destino había sido ya trazado, con la mirada aún en el piso hizo una reverencia de 90° y suspiró profundamente, no iba a hablar hasta que así se lo pidiesen.

LOVED SUBMISSIVE [HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora