Lluvia

149 15 10
                                    

YiXing entrecerró los ojos al escucharlo y luego rió dándole un ligero golpe en el hombro. Se separó un poco y miró los demás cuadros, luego miró las demás cosas en la habitación y sonrió.

-Amor... ¿Por qué no vivimos aquí?

Según seguía mirando por las habitaciones hasta que llegó a la suya, o bueno, la que era suya; en todo ese rato estuvo pensando en la propuesta del mayor, estando algo sorprendido por su decisión.
–¿Quieres vivir aquí? ¿En serio?

–Pues es muy bonita y no es tan grande ni tan pequeña, tendría un bonito jardín y bueno, esta casa es más cálida y pues, me gusta. —Respondió YiXing mientras se encogía de hombros acercándose a él nuevamente antes de abrazarlo, mirándolo como niño pequeño pidiendo un juguete. —¿Sí, amor?

Sehun lo tomó por la cintura mientras sonreía. –Creo que con un poco de pintura y arreglos podría ser habitada... Tendríamos nuestra habitación, una mini oficina y otro cuarto más. -Miró a su mayor a los ojos sonriente y le dio un beso, el cual el adverso no dudó en corresponder. -¿Quieres que te muestre un lugar?

–Sí amor, llévame a donde tú quieras. –Respondió un sonriente YiXing.

Sehun sonrió y agarrando su mano lo guio, corriendo el armario que al parecer servía como puerta. Dentro habían unas escaleras que los llevaron hacia la azotea, pero en si, era como una especie de balcón, limpiaron luego el polvo que había quedado sobre ellos.

–Este era mi lugar favorito.

Estaban al aire libre, por lo que podían sentir el viento en su piel, la luna se posaba grande sobre ellos. Ahí había una silla, un escritorio con algunas hojas y artefactos y un gran telescopio dorado. YiXing se quedó sorprendido al mirar todas las cosas a su alrededor y empezó a tocar y mirar todo, sonrió y volteó a ver al menor.

—Esto es muy bonito, realmente todo aquí es muy bonito amor, en general... Me gusta todo aquí, aunque claro, me gusta más el dueño de todo.

Sehun rió y empezó a mostrarle entusiasmado todos sus apuntes, todo lo que veía en el cielo cada noche antes de dormir, los apuntes de un adolescente solo que pedía a gritos una señal de esperanza; se veían viejos, habían pasado por mucho sol, agua y viento, pero las letras se veían como si recién las hubiera escrito. Recordó entonces, que antes de heredar la empresa de su padre naturalmente, quería estudiar cosmología, aunque solo su madre lo apoyo en todo esto.

De repente un trueno se escuchó haciendo que Sehun se sobresaltara y tapara sus oídos, se estremeció mientras abría los ojos y salía de sus pensamientos.

Sintieron unas gotas en su piel, había empezado a llover como en ese pueblo llovía, era muy diferente a la ciudad, en este lugar las gotas se escuchaban caer como balas en el techo además de que venían acompañadas de un vapor helado. Unas cuantas podrían enfermar todo un grupo de fútbol.

YiXing miró hacia el cielo y una pequeña sonrisa se formó en sus labios, tomó la mano del menor para llevarlo hacia adentro nuevamente y se abrazó a él recostándose sobre su brazo.

—Amor, la lluvia se escucha muy bonita aquí, sería hermoso estar contigo bajo las sábanas, abrazados y mirando una película ... Definitivamente lo sería.

Sehun estaba un poco nervioso, su corazón palpitaba fuerte. Asintió tratando de concentrarse en las palabras del mayor, pero comenzó a estar inquieto. Sonreía débilmente mientras se escuchaba el cielo rugir, miró hacia arriba mientras su piel se tornaba más pálida de lo que ya era, instintivamente agarró la mano de su mayor, parecía un niño asustado corriendo a los brazos de su mami.

YiXing miró al menor enternecido y lo atrajo para abrazarlo tiernamente y acariciar su espalda, le dio un pequeño beso y se apoyó sobre su hombro.

–¿Podemos sentarnos o acostarnos en algún , amor? Ambos juntos, como lo estaremos siempre... No voy a dejarte sólo, no te pongas así mi amor.

A pesar de todo, Sehun sintió calma en sus brazos y asintió. –Debemos lim… limpiar un… Poco. –Dijo aún tartamudeando mientras miraba de reojo a la ventana. Suspiró y miró a los ojos a su mayor. –¿E-Empezamos?

YiXing tomó sus mejillas y acarició estas, se acercó un poco y lo besó tiernamente, rodeando su cuello. –Nada va a pasarte mi amor, estoy aquí contigo y no permitiré que nada ni nadie te haga daño.

Sehun asintió sonriendo, el mayor le hacía sentir bien y es que, para YiXing, la lluvia no era ningún problema, más bien le gustaba mucho y le parecía algo linda, sabía que al día siguiente el césped y las hojas de los árboles estarían más verdes y frescas.

Limpiaron por lo menos ese cuarto, para poder descansar y levantarse al otro día a comprar utensilios en el supermercado y volver a modificar la casa.

YiXing se acostó con él y ahora era él quien tenía a Sehun sobre su pecho, finalmente ambos tranquilos y descansando. Sehun se aferró toda la noche al mayor, lo apretaba y no pensaba soltarlo, fue hasta que quedó profundamente dormido que logró dejar de pensar en la lluvia.

Al otro día hacía una mañana bonita, Sehun despertó con un rayo de sol dando en su rostro; se encontraba en el pecho del mayor, hecho por el cual sonrió ampliamente, comenzando a acariciar su brazo y se inclinó a darle un beso en su mejilla. –Despierta mi amor... Arriba perezoso... Tenemos mucho trabajo que hacer. –Dijo susurrando en su oído con una sonrisa, regando besos en todo su rostro. –Buenos días mi Zhang...

YiXing estaba teniendo sueños hermosos hasta que escuchó la voz del menor y sintió sus besos, pensándolo bien, su realidad era mil veces más hermosa que sus sueños, así que sin pensarlo demasiado abrió los ojos lentamente y sonrió mirándolo. —Buenos días mi amor, ¿cómo amaneciste? Esta cama es muy cómoda.

Sehun rió y le dio un beso. –Lo es... Pero más cómodos son tus brazos, dormir en tu pecho ha sido el mejor lugar en el que me he quedado dormido. Debemos ir a comprar cosas para tener todo listo, te dejaré a ti la decoración porque soy malo para esto... Pero te ayudaré en todo lo que necesites, hoy mandarás y yo haré.


YiXing asiente escuchando sus palabras y suelta una pequeña risa ante lo último mientras acaricia su cabello. —Últimamente ha sido así, mi cielo, yo mando y tú obedeces, ya te lo había dicho. —Se encoge de hombros y mira las paredes pensando en qué color quedaría bien con los colores de los muebles.

Sehun rió e hizo un gesto como si estuviera sorprendido, aunque en el fondo ya lo sabía perfectamente, este tema se le salía de su control. –Primero te llevaré a desayunar a un lugar, un poco cerca de aquí amor.


Ambos bajaron las escaleras, la casa era perfecta. Se dieron un rápido baño sin jugar demasiado en este y salieron agarrados de la mano.

–El lugar queda cerca de aquí.

Cuando llegaron, era una especia de cafetería, pero era muy hogareña. Al entrar, se escuchó una campana sonar avisando nuevos clientes, muchos voltearon a verlos y un niño que corría y jugaba chocó con Sehun y calló al piso, una señora de avanzada edad le llamo la atención al niño e hizo una reverencia frente a ellos en modo de disculpa. –No se preocupe, estoy bien. –Respondió Sehun mientras despeinaba al pequeñín.

De pronto, la señora se acercó a él y le dio un fuerte abrazo. –¿Sehun? Eres Sehun, ¿verdad? ¿El hijo De HyeMin? ¡No has cambiado nada! –Dijo mientras agarraba sus mejillas y las apretaba, moviendo su cabeza de lado a lado.

YiXing sonreía viendo aquella escena del menor despeinando al pequeño. Recorrió con la mirada el lugar y soltó una pequeña risa al ver lo que la señora hacía con las mejillas de su novio, las cuales de seguro quedarían rojas. Se inclinó y se puso a la altura del pequeño para acomodarle el cabello nuevamente y darle un pequeño beso en la cabeza. —Ten más cuidado pequeño, puedes lastimarte de seguir así.

La señora volteó a ver a Zhang y le dio una sonrisa, los dos hicieron reverencia a modo de saludo.

–¿Qué van a comer? –Preguntó la señora mientras caminaba. –Sehun, ¿lo mismo de siempre? –Continuó antes de agarrar el brazo de YiXing con mucha confianza, mientras se lo iba llevando con ella. –¡Este chico era tremendo! –Dijo refiriéndose a Sehun. –Después de salir del colegio, venía con sus amigotes y acababan con todo el ramen de la tienda. –Sonrió y se sentó en una mesa, junto a ellos. –También eran escandalosos, les sacaban canas verdes a cualquiera. Habían veces en las que Sehun venía solo y pedía muchas cosas, pero al final no se comía ni la mitad, ya que mis hijos se sentaban a comer con él y terminaban quitándole toda su comida… Pero por eso querían a Sehun como un hermano mayor, en fin, ¿qué les ofrezco?

-Supongo que lo mismo de siempre. -Respondió Sehun después de que le diera nostalgia su relato.

YiXing miraba al menor con un sonrisa enternecida, imaginando cada palabra que la mayor decía; podía imaginar a ese muchachito energético y juguetón que a veces aún se expresaba en él. Tomó la  mano de este y entrelazó sus dedos recostándose en su hombro suavemente. —Supongo que yo quisiera lo mismo, quiero saber que es lo que tanto le gusta a mi prometido.

La señora abrió los ojos como platos.
–¡Oh por Dios! ¿Prometido?

LOVED SUBMISSIVE [HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora