Capítulo XXII Navidad

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_Podemos bajar a desayunar y abrir los regalos junto a todos, y creo que no necesitas hacerme tantos regalos, _ Lizzy frunció el ceño_, luego volveremos aquí y me los darás_ dijo ella demostrando desinterés, aunque se sentía alagada, él dedicando su tiempo a elegir cosas para ella, era verdaderamente increíble.

_Bajaremos después de que hayas visto lo que te he comprado y te haré los regalos que quiera, no te habitúas a tu nueva vida fácilmente, por lo que necesitaré ayudarte, me encanta comprarte regalos, nunca disfrute de eso verdaderamente_ dijo Will con confianza mientras saltó de la cama,  Lizzy lo miraba asombrada, tenía más energía de la habitual, se lo notaba emocionado, y era tan atractivo en ese estado que ella se sintió cohibida, no pudo detenerlo, ni decirle una sola palabra. Él se movió rápidamente al otro lado de la cama y buscó varias bolsas en una de las puertas de su vestidor.

Un exagerado pensó Elizabeth, nada de lo que hacía le parecía necesario.

El trajo las bolsas y las colocó en la cama, y mirándola como un niño le dijo:

_ ¿Te voy mostrando lo que he comprado?_ tenía su cara radiante esa mañana.

_ ¿Estás loco? _dijo Elizabeth sin detenerlo y sonriendo de emoción al verlo así.

Había comprado un vestido de color manteca con unos zapatos al tono, un tapado ideal para abrigarse con ese vestido de cola de conejo, un colgante de platino y una pulsera, era la ropa que ella usaría para el almuerzo de navidad, lo había decidido en el momento de verla , delicada , elegante y refinada, justo lo que ella necesitaba ese día. Él tomaba cada regalo y lo volvía a observar minuciosamente eran elecciones muy adecuadas, mientras le iba mostrando.

Abrió otra bolsa en donde había un cofre de oro pequeño con la llave del sótano para qué ella utilice ese lugar como propio y todo lo que ahí se guardaba.

Una tercera bolsa contenía una serie de revistas de decoración de primeras ediciones, ella amaba la decoración desde siempre y él sabía en donde encontrar sobre eso por una profesora de historia del arte que le seguía recomendando sobre los mejores diseños.

Lizzy abrió las revistas y se quedo fascinada.

Luego abrió otra bolsa la última, contenía una caja pequeña Will se acercó a Lizzy que guardaba las revistas y le mostró lo que contenía diciendo:

_He ido a comprar estos anillos para el casamiento ya que por la fecha debía encargarlos con tiempo, no sé si quieres poner una inscripción, quería sorprenderte y he hecho grabar el que usaras luego de casarnos.

Lizzy no aguantaba la curiosidad, quería ver que le dedicaba Will en su anillo de bodas, él le mostraba los anillos pero no se los dejaba ver.

_Puedo mirarlos de cerca_ dijo Lizzy disimulando.

_ ¿Quieres mirar lo que pedí que escriban en tu anillo?_ dijo él observando de cerca los anillos y sosteniendo con una de sus manos a Elizabeth para que no se acerque.

_ ¡Quiero verlos, solo eso!_ dijo Lizzy desentendiéndose, pero la intriga que sentía era increíble.

_ Te mostraré, luego tú me dirás que debemos mandar a inscribir en mi anillo_ Will no podía mostrarse más cautivante ella no entendía que podía ser tan secreto e importante.

Lizzy tomó el anillo cuando él se lo entregó y leyó:

<< Lizzy quédate conmigo para siempre. Te amo 06-01-18>>

Su corazón se estremeció al leer el mensaje, las lágrimas quisieron brotar en sus ojos por la emoción, pero se contuvo, sentía felicidad y temor, se sentía atraída por Will, por su amor, por su apariencia, por su forma de vivir, a la vez todo eso era muy diferente a lo que ella había vivido hasta ese momento y el desasosiego  aparecía en los momentos importantes. Él notó su angustia y se acercó a abrazarla.

_No debes tener miedo por nada, solo tenemos que confiar en lo que sentimos y vivir_ dijo sin soltarla William, pronunciaba las palabras con seguridad.

Lizzy solo necesitaba que la abrace y sentir que podía contar con él en ese momento.

_Tendré que escribir un mensaje en tu anillo_ dijo Lizzy besando a Will en la mejilla y distanciándose para volver a leer el mensaje del suyo.

_ Tienes unos días, el mensaje no demora, había que encargarlos con tiempo y me adelanté, no quiero que nada salga mal, faltan solo dos semanas.

_ Te amo seguro lo pondré, pero, necesito decirte algo en tres palabras o cuatro palabras ¿te costó hacerlo?_ Lizzy  pensaba no sabía que escribiría.

_No tanto, soñé con el mensaje y necesité que quede escrito. Es lo que quiero, no importa que suceda, quiero que te quedes conmigo para siempre, sé que eso hará que todo sea más fácil, mi vida es mejor desde que estás en ella, no creo que eso cambie nunca, aunque es obvio que no será simple se que a tu lado será mejor que antes y podré sobrellevar lo que sea.

_Tengo un regalo_ dijo Lizzy moviéndose a una de las puertas del cambiador.

William se sorprendió, nadie le hacía regalos a él, eso era poco común.

Miró en la bolsa, una cámara de fotos Nikon Reflex profesional, no podía creerlo.

_ ¿Estás loca, ponerte en este gasto?, ¿cómo sabías que necesitaba una cámara?

_Te escuche decir que se había roto la tuya, es muy difícil hacerte regalos Will, me alegra darte algo que te sirva,  te guste y que yo pueda pagar.

Will ya estaba disparando con la cámara, tomándole fotos de mil maneras distintas. Muy concentrado como era habitual, fascinado con su nuevo objeto.

Soltó la cámara por minuto y tomó a Elizabeth entre sus brazos, se sentía muy feliz, ella era especial, lo tenía en cuenta, lo escuchaba, se ocupaba de buscar cosas que a él le interesaban, o que necesitaba, era la primera persona que había hecho algo así por él en toda su vida.

El gasto de la cámara era excesivo para Lizzy, que en realidad, no necesitaría más  dinero desde ese día por el resto de su vida, pero él no quería que haga esos gastos.

_No debiste ponerte en este gasto, yo iba a comprar la cámara cuando tuviera tiempo_ Will hablaba y seguía concentrado en fotografiar todo objeto que percibía y  en ver las nuevas funciones  que traía la cámara.

_Me alegra haberla comprado, porque no es fácil encontrar algo que necesites y que no tengas, será un gran problema eso el resto de mi vida, pero intentaré encontrar algo que te entretenga así cada año.

_Será difícil, nunca nadie me regalo algo que me guste, necesite y sea justo lo que quería, o sí, _William pensaba_ una vez mi madre, me regaló un caballito de madera que usé por años, no recuerdo otro regalo así_ sentía añoranza.

_Tu padre te regaló un auto que te encanta_dijo Lizzy recordando.

_Mi padre jamás te dejaba disfrutar de los regalos, porque automáticamente que te los daba empezaba a reprochar su valor, y lo agradecido que debías estar por recibirlos. No era un hombre fácil mi padre, para nada fácil.

Elizabeth quiso abrazar a Will, era notable lo carente de afecto que había sido durante toda su vida.

_No debes preocuparte, haré lo posible por mejorar esto el resto de nuestra vida, y cuando tengamos nuestros hijos jamás les haremos eso,  será nuestro desafío.

_De solo imaginarme un hijo contigo siento que se me estremece el alma_ Will se acomodaba el pelo y miraba por la ventana, se imaginaba a sus hijos corriendo en ese parque, a él disfrutando de verlos jugar, su vida se iría llenando de más vida junto a ella, como le había dicho hacía pocos días su especialista, y él sentía que tenía la fuerza para vivirla. 

_¿Vamos a bajar a desayuna William?_  dijo Elizabeth que terminaba de prepararse.

_Puedes ir, lleva el regalo que quieras que vean  de los que te hice, y por supuesto mi cámara nueva, me cambio y bajo_ dijo él con entusiasmo. 

_¡Lo haré!

Lizzy tomó la bolsa que contenía el vestido que él le había regalado,  el cofre de oro con la llave del sótano, la cámara de fotos y se alejó caminando.

Él corrió al baño a ducharse, mientras gritaba  que la amaba con locura.

En el comedor ya había ruidos y podía sentirse el olor a café de la mañana y a pan recién horneado. 

El sueño de William DarcyWhere stories live. Discover now