Capítulo 37-Tú y yo

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He llegado a la conclusión de que tengo la peor suerte del mundo. Puedo llegar a entender que cada poco me encuentre con alguien ya que somos ocho personas en esta casa... pero tenía que ser él....tenía que ser Yoongi.

Todavía no me había dado la vuelta, el miedo que tenía a mirarle a los ojos me superaba. Mis manos temblaban y mi respiración estaba agitada, mientras que sentía como si el corazón me fuera a salir del pecho a la velocidad que palpitaba.

-¡No tienes ni cojones a mirarme a la cara!-gritó Yoongi, mientras notaba como había dado un paso en mi dirección.

Gire al instante con mis manos ya en forma de puños por la rabia que tenía a causa de sus palabras. Yoongi estaba a un escaso metro de mí, analizando mi rostro con una mirada fría como si buscara alguna respuesta.

No sabía qué hacer, simplemente me quedé mirándole mientras intentaba tranquilizar mi respiración y hacer que el enfado se me fuera.

-Pensaba que habíamos tenido una gran cita...-dijo Yoongi dejando caer la palabras, y luego añadió con tono resentido- que te lo habías pasado bien conmigo...

Me fijé en cómo Yoongi bajaba la mirada y posaba su mano derecha en su nuca, mientras en su rostro aparecía una sonrisa nostálgica como si estuviera reflexionando sobre la cita que tuvimos.

-Yoongi, tuvimos una gran cita...la mejor que he tenido...-dije mientras daba un pequeño paso y apoyaba mi mano en su hombro.

-Pues parece que al final la cita te ha aclarado, ¿no?- me respondió mientras con el ceño fruncido conectaba nuestras miradas, e intentando imitar mi voz añadió- Desde el día que nos conocimos ha habido algo entre nosotros.

Aparté la mano de su hombro y dí un paso hacia la puerta principal, tras dar un breve suspiro lleno de frustración.

-¡¿Y qué quieres que te diga?!¿¡Que no siento nada por él?!-dije levantando la voz.

-¡Los dos sabemos perfectamente que lo único que sientes por él....!-empezó a gritar, pero dejó a oración sin terminar, mientras apartaba la mirada.

-¿Ahora quién no tiene cojones para mirar a la cara?-dije con tono divertido, mientras me cruzaba de brazos- Vamos, dime lo que siento por Jimin.

-Lo único que sientes es pena-me respondió secamente- Simplemente te sientes mal porque no puedes corresponderle... 

-Yo no siento pena- dije en un susurro.

-Lo que pasa es que te gustaría sentir algo por Jimin....y no quieres darte cuenta que la persona que de verdad te gusta soy yo-dijo muy seguro de sus palabras-En el fondo lo sabes muy bien.

Me quedé en silencio asimilando todo lo que me había dicho. Con la mirada perdida empecé a mirar a la pared blanca de mi derecha

-No pienso perderte-volvió a hablar Yoongi atragantándose con las palabras. Y cuando centré mi mirada en él, ví como se frotaba los ojos con las mangas de su jersey negro. Cuando apartó las manos, ví como por su mejilla se deslizaba una lágrima.

-Yoongi... yo..-no pude seguir hablando ya que él me interrumpió.

-Vas  llegar tarde al trabajo, será mejor que te vayas- dijo Suga en tono bajo, mientras posaba sus manos en mi hombro y me dirigía a la puerta.

En escasos segundos ya estaba fuera de la casa.

***

¡Por fin he llegado a casa! pensé. La jornada había sido la más atareada que había tenido, en conclusión: no había tenido un gran día. Mi superiora me riñó por llegar tarde y después me dió más trabajo de lo normal como castigo.

Me hice ramen rápidamente,  y me lo comí tranquilamente en el salón mientras veía cualquier programa en la televisión.

Después de terminar de comer, me dirigí a mi habitación con paso lento, dispuesta a pasar todo el día con el ordenador y ver alguna serie para conseguir evadirme de mis pensamientos.

Cuando entré en la habitación, me encontré a Jungkook tumbado en su cama perdido en su teléfono.

-Hola Jungkookie- le salude mientras me dejaba caer en mi cama.

-¡Hola!- me contestó con una sonrisa- Te quería comentar un cosa sobre Yoongi.

-Eh... claro, dime- dije con un nudo en la garganta, mientras notaba como mis manos empezaban a temblar.

-Como has tenido una cita con Yoongi, ¿qué tal si tenemos tú y yo una?-dice con una sonrisa mientras levanta levemente una des sus cejas.- Pero con una condición.

-¿Qué condición?-pregunte divertida.

-Que a la cita tu ropa no está invitada.



Siento muchísimo haber tardado tanto en escribir, pero es que no se me ocurría nada. Muchas gracias por apoyar esta novela en serio, significa mucho para mí.

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¿Cómo es Suga en la cama?-BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora