Capítulo 27 | Viviendo y recordando

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Justamente cuando creo que me dejará caer, corre hacía mí y me atrae a su cuerpo para sujetarme fuertemente.

Nuestros rostros están muy cerca y por primera vez desde que llegó comienza a examinar mi rostro con ternura. Mis manos están sobre sus brazos y pueden sentir músculos mucho más definidos que antes.

Juro que toda yo vibra cuando comienza a peinar mi cabello hacia atrás sin dejar de mirarme.

Dios mío.

—De verdad estás de vuelta —me dice con media sonrisa.

—¿Me lo juras? —susurro mientras me atrevo a recargar mi cabeza sobre su pecho, mis palabras ahogándose en su piel.

Puedo escuchar los latidos de su corazón acelerarse.

—Te lo juro... Pero necesitas terminar de cambiarte si no quieres resfriarte.

Juraría que podría quedarme horas abrazándolo de no ser porque estoy totalmente empapada. Se aparta de mí y me vuelve a sentar en la silla. Toma mi ropa interior y un camisón del hospital completamente limpio para ponerlos a mi alcance. También me pasa la toalla y se da la vuelta para que yo termine de secarme todo el cuerpo.

Todo el proceso me lleva más de diez minutos en los que Jiyong y yo no nos decimos ni una palabra. Él sigue dándome la espalda para brindarme un poco de privacidad, pero el hecho de poder hacer algo tan íntimo juntos me hace muy feliz.

—Estoy lista —le digo, levantándome de la silla.

—¿Puedes caminar? —pregunta mientras voltea y me mira preocupado.

—Un poco, pero necesito apoyarme en ti.

—Para eso estoy aquí.

Me contesta tan serio que me sorprendo, casi como si no estuviéramos teniendo la misma conversación.

¿Estamos en la misma sintonía?

Paso uno de mis brazos por sus hombros mientras él rodea mi cintura. Caminamos lentamente fuera del baño y yo me permito disfrutar de su proximidad antes de que me ayude a recostarme en la cama.

Su rostro está tan cerca de mí que cuando él comienza a alejarse, yo levanto una de mis manos para posarla sobre su mejilla. El vello en su rostro le hace cosquillas a la piel de mi palma.

—Jiyong-ah...

—Debes descansar —me interrumpe antes de que pueda decir otra palabra.

Toma la mano que tengo en su mejilla y la devuelve a mi regazo con suavidad. Hago un puchero y me sonrojo cuando él me vuelve a regalar media sonrisa.

—¿Sabes que tenemos que hablar, verdad?

Me arrepiento cuando esas palabras salen de mi boca, pues noto de inmediato cómo se tensa de nuevo.

—Lo sé.

La única muestra de su ternura anterior es el pequeño beso que deposita en mi frente antes de alejarse de mí.

Regresa.

—Jiyong, cariño, qué bueno que estás aquí —escucho a mi mamá decir inmediatamente después de que la puerta se abre.

No me olvides | G-DragonWhere stories live. Discover now