No me olvides | G-Dragon

Capítulo 2 | Oppa

Me despierto cuando siento ganas de ir al baño. Veo la hora en el reloj de la cocina y me doy cuenta que son casi las dos de la tarde. Saco una piña del refrigerador y la corto en trozos para comerla mientras reviso unos casos en los que estoy trabajando, poniéndome los lentes para leerlos sin que mis ojos quieran explotar. Estoy así unos minutos, comiendo mientras fijo toda mi atención en el trabajo que tengo frente a mí, analizándolo y haciendo notas cuando tocan a mi puerta. Abro sin siquiera ver a través de la mirilla. Frente a mí está Mino, mi vecino de arriba y que casualmente es parte del famoso grupo WINNER. ¿Cómo hice para estár rodeada de estrellas de kpop? Ni yo podría contestar a eso. Trae el tostador que le presté hace unas semanas en las manos con una sonrisa en el rostro. Cuando noto que sus ojos recorren disimuladamente mi cuerpo me vuelvo consciente de lo que traigo puesto: un camisón rosa lo bastante transparente para poder ver mi ropa interior. Me escondo detrás de la puerta mientras me sonrojo.

—Traje tu tostador, noona —me dice mientras me lo entrega y lo pongo bajo mi brazo—. Gracias.

—Pídelo cuando quieras —contesto con una sonrisa. Internamente quiero que se vaya para poder cambiar mi atuendo—. Bueno, en un rato tengo que ir a ver a Jiyong grabar así que... —estoy cerrando la puerta lentemente pero él me detiene.

—Yo también voy para allá. ¿Quieres que te lleve, Meg? —pregunta, un poco ansioso. Su voz gruesa mientras dice mi nombre y me ve directamente a los ojos hace que mi piel se erice. Recuerdo entonces cómo nos conocimos. Jiyong me había invitado a una fiesta de navidad hacía dos años . Estaba tan borracho y entretenido bailando con todas las modelos posibles que yo me había quedado sentada en la barra, preguntándome por qué había accedido a ir. Entonces él se me acercó y comenzamos a hablar. Había visto a Mino en las salas de ensayo varias veces mientras visitaba a mi mejor amigo pero jamás había hablado con él. Comenzamos a hablar fácilmente y la conversación fluyó bastante bien. Me había cautivado hablándome de sus sueños cuando debutara con su grupo y cómo deseaba tener mucho éxito. En algún punto de la noche comenzamos a besarnos. Y a la mañana siguiente desperté en su cama. Tuvimos una mañana bastante romántica llena de mimos y caricias que se repitió durante varios meses antes de que me diera cuenta que mi corazón no estaba con él.

—Claro —acepto finalmente.

Me doy una ducha y me cambio para encontrarme con Mino en el garage del edificio. Cuando lo veo esperando al lado de su auto, me siento más confiada ahora que mi ropa no es casi transparente. Abre la puerta para mí y le agradezco con una sonrisa. Hablamos un poco durante el camino y reímos de igual manera. Todo es tan fácil alrededor de él... ¿Entonces por qué todo con Jiyong me parece tan difícil? Cuando llegamos me guía rápidamente a través del edificio, donde bajamos escaleras miestras pasamos estudios y salas de ensayo. Casi cuando entramos al lugar en donde sé que estarán todos los chicos de BIGBANG, veo el salón de ensayo más viejo del lugar, en donde a veces se me permitía entrar de contrabando para ver a Jiyong practicar cuando aún era un trainee. Él tenía diecisiete y yo quince, en ese entonces me parecía bastante gracioso y el amigo más genial que tenía. Comíamos pollo frito cuando él descansaba y platicábamos de lo que queríamos hacer cuando fuéramos más grandes. Fueron los mejores años.

Mino pone un brazo alrededor de mis hombros y abre la puerta del estudio. Los chicos están sentados alrededor de la maquinaria mientras Jiyong se encuentra dentro de la cabina. Cuando me ve entrando, no sonríe ni hace ningún ademán de que le agrade mi presencia, no es hasta que saludamos a todos y mi acompañante se va que él sale de ahí.

—Meg, qué bueno que estas aquí —me dice Youngbae con un abrazo mientras me siento en medio de él y de Seunghyun.

—Queremos saber tu opinión sobre esta canción —añade Seungri.