Capítulo 13 | Cumpleaños

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Inguk se fue después de felicitar a Jiyong y asegurarme que me llamaría después.

—Tú eres la increíble, nena —dice entre dientes. Está molesto.

—¿Yo? ¿Por qué? —pregunto de igual manera. Al parecer, yo siempre tengo la culpa de que esté enojado.

—Siempre estás rodeada de monstruos que quieren devorarte —suelta de repente. Se nota apenado después de eso.

¿A qué demonios se refería con "monstruos" y "devorar"?

—¿De qué estás hablando? —pregunto ya irritada por toda la situación.

—Olvídalo. Yo te llevaré a casa.

—No seas ridículo, Ji. Es tu fiesta. No puedes irte.

—Ridícula te verás tu si tengo que cargarte hasta mi auto. Es mi fiesta, puedo irme cuando quiera.

—Por favor, Jiyong. Yo sé que... ¡Bájame! —trato de protestar, pero él ya me lleva sobre su hombro.

Por un momento, me quedo asombrada de su fuerza, pero cuando vuelvo a ser consciente de mi situación, comienzo a patalear y a pedirle que me suelte.

¿Quién se ha creído?

¡Bájame! Eres un completo idio... —me quedo a media oración, pues siento como me palmea el trasero con un poco de fuerza.

Me quedo muda y me pongo más roja de lo que ya estaba por la sangre viajando directamente a mi cabeza.  Me mete en el asiento del copiloto y me pone el cinturón de seguridad, todo mientras yo sigo en sock.

¿Por qué había hecho eso?

Él se sienta del lado del conductor y se prepara para arrancar mientras yo lo sigo viendo con los ojos como platos. Se ríe y voltea a verme, con la sonrisa más grande que le había visto en toda la noche.

—No te sorprendas, Megan. Era la única manera de que te quedaras callada.

—P-Pero... —nada sale de mi boca, pero esta vez, yo río fuertemente. Estoy avergonzada.

Jiyong no borra esa expresión divertida de su rostro durante todo el trayecto. En realidad no hablamos mucho, pero lo volteo a ver muchas veces de reojo mientras él no aparta la mirada del camino. El cielo está muy oscuro pero la luna llena le proporciona luz a toda la ciudad, como una gran reflector.

Cuando estamos a punto de dar vuelta en la avenida que lleva hacia mi casa, él se desvía y toma otro camino.

—¿Qué pasa? ¿No vamos a mi departamento? —pregunto un poco adormilada.

—No, quiero llevarte a un lugar especial. Si quieres puedes dormir un rato, está algo retirado.

Me acomodo en el asiento y cierro los ojos. Estoy cansada de tanto bailar, sin embargo, me emociona estar de nuevo a solas con Jiyong después de tanto tiempo. No sé a donde me llevará, pero sé que será genial.

Cuando despierto, lo primero que veo es Seúl brillando a todo su esplendor. Los edificios más altos se imponen sobre los más pequeños y todo se encuentra unido de una manera más o menos uniforme. Los templos tradicionales resaltan entre las edificaciones y son alumbrados por el brillo de la luna. Es precioso.

No me olvides | G-DragonWhere stories live. Discover now