Sigo volviendo a ese momento,
Donde todo se desmoronó,
Así que intento y bebo mis emociones,
Hasta que no puedo sentir mi corazón.
(...) Así que cuando te llamo a mitad de la noche,
Y estoy atragantándome en las palabras
"Te extraño" no me digas que estoy fuera de tiempo.
<<The vamps, "In the middle of the night">>
Adrien.
Me quedé estático, y sé que An esperaba por mi respuesta, miré su panza y después dirigí mi mirada a sus ojos. Siendo honesto, me había quedado sin palabras, inclusive sentía que me hacía falta el aire, al cabo de unos segundos me deje caer en una de las sillas del comedor,
-¿Estas segura- su sonrisa desapareció de su rostro, se sentó en otra de las sillas y asintió, -An, no creo que estemos preparados para otro hijo-
-¿Estas sugiriéndome qué...?- ni siquiera fue capaz de terminar aquella pregunta cuando su voz se rompió, y lagrimas comenzaron a salir de sus ojos a gran velocidad,
-No An- negué pasando una de mis manos por su mejilla para limpiar sus lagrimas, ella tomo esta y la apretó contra su rostro, -Es solo que la noticia me ha caído de golpe, no era algo que estuviese esperando-
-Lo entiendo- dijo intentando no soltar un sollozo, -Creo que será mejor que vaya a dormir-
An intentó sonreír, pero en su rostro solo apareció una mueca, y me dejó ahí solo al cabo de unos segundos. Entonces por primera vez me permití mirar a mi alrededor. Sentí que algo dentro mío se estrujaba al ver todas las cosas que había hecho An para darme aquella noticia.Solté un suspiro y pasé las manos por mi rostro, me sentía frustrado; Eliane en serio estaba intentando poner de su parte, mientras que yo seguía aferrándome.
Tenía razón Camille, entonces recordé aquel mensaje. Ese que me había llegado al rededor de las tres de la madrugada aquel día, y que creí que la mejor forma de demostrarle que me era indiferente era simplemente no contestarle. Previo a este, varias llamadas que igual ignore. Me puse de pie y camine hasta la habitación que estaba compartiendo con An. Ella cerraba los ojos como si estuviese dormida, pero varias lágrimas delataban que no lo estaba,
-Recordé las llamadas- dije sentándome al borde de la cama, ella abrió los ojos y se incorporo en la cama, me miro extrañada por lo que empecé a rebuscar entre nuestros mensajes hasta que di con aquel que me había enviado ese día, "Adrien Harris, jamás llamaste". Entonces le pasé mi celular, leyó el mensaje en un susurro y asintió, -Me habías marcado demasiadas veces antes, pero nunca a esa hora, ¿Porqué?-
-Estaba sangrando- contestó rascándose un poco la frente, -Estaba demasiado aterrada, mis padres no me habían contestado, ni mis hermanos, ni Camille, o Amélie, ni siquiera Gaspar lo había hecho. Y sabía que tu ya no querías saber nada de mí; lo habías demostrado, llevabas un mes sin devolverme las llamadas o los mensajes, pero necesitabas saberlo. Te marqué y no contestaste, tenía miedo. Iba a perder a Edrian, y no podía permitir que eso pasase. Inclusive cuando me di cuenta que no contestarías pensé en dejarte un mensaje de voz, y avisarte que ocurría. Luego Gaspar me marcó, me dijo que iría a por mí y los dolores se intensificaron. No fui capaz de pensar claramente hasta después de una hora. Creí que contestarías-
-No me imaginaba por lo que estabas pasando.
-Nadie podía hacerlo- se alzó de hombros en un intento de restarle importancia, la miré unos instantes. Si alguien me hubiese dicho que la chica de segundo grado, que fue corriendo por toda la escuela para comprar un lapicero, por qué se lo había pedido, me haría tanto daño, me hubiese reído. Y a grandes carcajadas, solté un suspiro y me quite los zapatos, después aflojé un poco la corbata y me recosté en la cama frente a Eliane, -Dejé de culparte, por que entendí que fui yo quien te obligo a alejarte-
