Toma lo que sea,
Puedes dejarme pero en nada,
Está en tu naturaleza,
Se lo que estás haciendo.
Podrías ser el traficante y yo tu mercancía,
Podrías ser el fuego y yo las cenizas.
<<Bobi Andonov, "Smoke">>
Adrien.
Entre tambaleándome y en un intento fallido por no caer me sujete de una pared; por supuesto que esto no funcionó y termine en el suelo.
No podía estar más ebrio.
Y es que, en aquel momento sentía como si mi vida fuese un infierno.
El teléfono sonaba, pero a pesar de que lo había intentado no lograba contestar.
Así que había perdido un montón de llamadas.
Pero no era como que en aquel momento me importase. Solo me preocupaba por encontrar alguna botella de alcohol, y es que tiempo atrás había admitido tener un problema.
Debido a esto había tirado todo lo que tuviera alcohol, o al menos eso pensaba.
Ya que encontré otra botella de vodka escondida en mi armario; y es que sobrio no me atrevía acercarme a aquella parte, ya que eran las cosas que Eliane había dejado en mi casa cuando aún salíamos.
Creía que madurar significaría dejar de beber.
Pero después de un tiempo, me di cuenta que aquello no era del todo cierto.
Madurar era admitir que tenía un problema, y hace algo para solucionarlo. Y he ahí el por qué había tirado todas las botellas, o "casi todas".
En fin, aquella noche sentía que lo único que me podía hacer sentir mejor era el alcohol, ya que de nuevo esa sensación de estar a la deriva había empezado a surgir en mi.
Y estando en esa situación, hice lo que terminaba haciendo sin falta cada vez que me embriagaba.
Subí y me dispuse a ver aquella película que ya era demasiado familiar para mi.
-¿Por que te sigo amando?- pregunte al aire, más a mi mismo, mientras que el inicio de "Todo lo que ocurrió" se reproducía en el televisor.
Adrien.
27 de Octubre.
Ella me besaba de una forma tan desesperada que cedí.
Y después de Eliane, ella fue la primera chica con la que dormí. Estaba demasiado ebrio y no me importo su nombre.
Recuerdo que estaba realmente molesto, y más al darme cuenta que Eliane seguía llamando.
An llevaba casi todo aquel mes marcándome, y los meses pasados, pero aquello no me causaba gracia ni en lo más mínimo.
Y es que, consideraba estúpido que ella antes no quisiese saber nada de mi, en lo absoluto, pero en aquel momento no dejaba de insistir.
En fin, daré un poco más de detalles de aquel día.
Había salido junto con Jarno a un club que estaba de moda en aquel entonces, decidido a sacarme de la mente a Eliane, ya que creía que era demasiado retorcido el cómo jugaba conmigo.
O al menos eso pensé.
Así que esa chica castaña se acercó a mí después de que yo ya había bebido demasiado; y no solo yo, sino que Jarno también me juro al día siguiente que esa chica era casi idéntica a Eliane.
Entonces esa fue la clave para que todo ocurriese.
Terminamos en una habitación de un hotel. Y no hace falta que diga lo que ocurrió.
