Me digo a mi misma;
Uno, no le contestes, solo te marca por qué
Está ebrio y solo. Dos, no lo dejes entrar
Luego tendrás que echarlo de aquí otra vez.
Tres, no seas su amiga, por qué sabes
Que despertaras en su cama por la mañana.
Y si estás con el, no lo vas a superar.
<<Dua Lipa, "New Rules">>
Adrien.
Recuerdo que aquel diciembre, unos días antes de navidad, acompañábamos a Camille de un lado al otro planeando su boda.
Era un tanto extraño, ya que ella no sabía que An y yo habíamos regresado, por lo que el hecho de que yo estuviese presente era algo incomodo para ella, e incluso para mí. Ya que apenas salí de vacaciones y An me invitaba a todas partes -literalmente a todas- y cada que salíamos, Camille me miraba con el ceño fruncido, y la había descubierto mirándome de esa forma unas cuantas veces mientras que me hacía cargo de Edrian.
Y bueno, en aquel entonces An y yo estábamos comprometidos, -aunque no fuese de una manera oficial-Eliane no perdía la oportunidad de mandarme indirectas cada vez que algo le agradaba para la boda, y por supuesto yo me sordeaba.
Creo que lo que quedo marcado de forma permanente en mi memoria, fue cuando acompañamos a Camille a escoger su vestido, y es que An jamás me lanzó una indirecta en aquella tienda. Y es que asumo que An estaba tan impactada viendo todos los vestidos que habían en aquel lugar, que se olvidó completamente de que yo también estaba ahí.
Así que mientras An y Camille buscaban un vestido, yo jugaba con Edrian en la sala de espera, y esperaba a que llegara tanto Gaspar como Amélie, quienes siempre llegaban tarde a todas partes.
Fingía que tenía toda mi atención en Edrian, -por supuesto que le hacía caso, pero un niño menor a un año de edad no es tan difícil de entretener- pero realmente miraba a An quién veía con gran ilusión cada uno de los vestidos.
-¿Y ya tienes su anillo?- pregunto Gaspar a mi espalda,
-Sabes que no estamos en los mejores términos- mentí,
-Y se que nos están ocultando su relación- lo miré con el ceño fruncido, -Nunca has sido bueno mintiendo-
-¿Y Amélie?- quise saber, luego voltee a la dirección en donde estaba An, y para mi sorpresa ya no se encontraba ahí,
-Se han ido las tres a los probadores a ayudarle a Camille a colocarse los vestidos- dijo sentándose al lado mío en el piso, Edrian de inmediato le extendió su peluche de conejo que cargaba a todas partes,
-¿Y ella lo sabe?-
-No se lo he dicho- se alzó de hombros y continuó, -Y es obvio que An tampoco, así que no, seguramente ni siquiera le pasa por la cabeza-
Tome a Edrian y le plante múltiples besos en su frente y Gaspar soltó una pequeña risa acompañada de un suspiro,
-No puedo creer lo rápido que se nos está yendo la vida- soltó de pronto, -Tenemos veinte años, ya tienes un hijo y ahora estás comprometido-
-Creo que tanto An como yo hemos llevado las cosas a mil por hora- admití, -Pero no cambiaría nada-
-Admito que de vez en cuando siento que voy demasiado lento-
-En mi opinión vas a tiempo- el sonrió y despeino un poco a Edrian, -Creo que voy a tener otro hijo-
-¿Hablas en serio?- me miraba directo a los ojos y con el ceño fruncido,
-Una hija para ser específico- admití, -Neige está embarazada e insiste que yo soy el padre-
-¿Y tu que piensas?-
