take 20

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Camila no había dicho ni una sola palabra desde que habían llegado a la casa. Lauren estaba en shock. La había sentado encima del inodoro mientras empezaba a quitarle cada una de sus ropas rápidamente, había puesto la ducha a llenar hace un rato. Camila estaba cabizbaja dejándose hacer.

La ojiverde metió a la más pequeña en la tina y comenzó a lavar su cuerpo lentamente. Sin querer, dos lágrimas habían salido de sus ojos.

D-debería haber ido contigo sin importar nada... Soy un asco. —Lauren dijo mientras echaba agua sobre su cuerpo.

—No te culpes. N-no fue culpa de nadie. —Camila habló por fin. Lauren la miró fijamente.

—Fue mi responsabilidad, si no hubiera sido tan imbécil... —Camila la interrumpió atrayendola con sus brazos bruscamente en un abrazo.

Lauren había quedado con medio cuerpo dentro de la tina pero no iba a soltar a Camila. Esta última había comenzado a sollozar.

—¿T-te hizo mucho daño, Camz? —Susurró la mayor.

—U-un poco. —Lauren se alejó un momento para mirar su rostro y observó como los grandes ojos cafés comenzaban a derramar más lágrimas y sintió que algo se rompió dentro de sí.

—Te lo prometo que todo va a salir bien. —Camila asintió.

—Solo no te alejes de mí, por favor. —Le pidió la castaña.

Lauren negó.

—Nunca me alejaría de ti.

Algunas semanas habían pasado y Lauren se había encargado de que Camila tuviera toda la atención del mundo, la había mandado al médico y  para prevenir cualquier daño psicológico también había hablado con una psicóloga amiga de la familia.  Una cosa muy peculiar era que desde ese chico se había aprovechado de Camila, ella sólo permitía que Lauren la tocara.

El papá de Camila aún tenía aquella cosa contra ellas, pero debido a que se encontraba en sus típicos viajes de trabajo, la menor había decidido que era un buen momento para pasar unos días junto a su mamá, Lauren había estado de acuerdo. Lo que ahora nos llevaba a una ojiverde con su frente pegada al piano.

Warm me with your touch, pressure from your fingertips 
Never be enough, I'll do nothing but submit.

Lauren debía admitir que a se había acostumbrado muchísimo a la presencia de la morena y sin ella se preocupaba, se aburría y la extrañaba bastante. Pero quizás un par de días con su madre le haría mejor a la más pequeña. La ojiverde no había podido mantenerse tranquila, ella sabía que Camila estaba bien, pero desde lo que había ocurrido, sentía que debía mantenerse siempre con ella.

Lauren nunca tenía tiempo para dedicarle a más nadie más que sus hermanos. Pero cuando Camila había decidido formar parte de su vida ella le había hecho un espacio bastante grande. Ella era el tipo de persona que cuando amaba entregaba todo de si, lo que ella había heredado de su familia era eso, un gran corazón. Ella vivió rodeada de unos padres que le daban todo el amor y el cariño del mundo a ella y a sus hermanos a pesar de todo, por eso era como era. Lo que la mayor de los Jauregui más temía en estos momentos era que Camila perdiese su luz; a pesar de todo lo que pasó, la morena había demostrado ser una mujer que sólo salía hacia adelante. Lauren creyó que tal vez la latina iba a cambiar demasiado pero esta era muchísimo más fuerte de lo que todos imaginábamos, pues lo único que hacía era darlo todo de si para superar aquel hecho y seguir de pie. Pero claro, a pesar de su fuerza tenía miedo, todos en su posición lo tuvieran. Pero Camila podría con eso y más.

Thousand Hands (camren)Where stories live. Discover now