take 4

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5 meses después.

Camila extrañaba a su mejor amiga, nada le estaba saliendo bien, no había logrado volver con Shawn y no se sentía para nada bien. Había notado que Dinah y Jauregui, se habían vuelto prácticamente las mejores amigas y veía en su ex amiga una sonrisa que cuándo era su amiga nunca había visto. Era una persona nueva, diferente, hermosa y con una sonrisa verdadera y firme. Y eso era lo que le dolía a Camila. Que ella parecía más feliz de lo que nunca fue.

¿Por qué tenía que haber sido una perra? Camila sentía sus lágrimas inundar sus ojos. A parte, que ella había notado que Jauregui, desde que conoció a Dinah, se la pasaba con ella todo el santo día, ya no pasaba tiempo sola como antes lo hacía. La rubia iba con ella a donde fuera. A veces, podrías llegar a pensar que tenían más que una amistad, aunque no era así, pero lo que Camila más odiaba admitir, era que eran adorables. A parte de que la gente las admiraba mucho.

El grupo, que ahora consistía en Dinah, Lauren, Shawn, Keana, Lucía, Verónica, Siope, Chad el chico de los tatuajes, Troy y una nueva chica llamada Ally, eran el centro de atención de la universidad, pues eran muy buenas personas. Definitivamente Dinah había cambiado. Muchísimo. Sus ex amigos habían estado intentando molestarla pero ella no se dejaba hacer y a parte, su ojiverde amiga siempre salía en su defensa pegándole a cualquier hombre que la molestara. Normani estaba cada vez más alejada del grupo, incómoda y la morena podía notarlo.

No obstante, Camila no había cambiado mucho. La morena aún sentía que Lauren Jauregui tenía que pagar. Y más cada vez.

~~~

-Adiós, mamá. -La polinesia se despidió de su madre cuándo escucho la bocina del auto de su mejor amiga estacionar afuera.

-Pasatela muy bien, cariño. -Su madre le dijo con cariño y ella sonrió acercándose para darle un pequeño abrazo.

Salió de casa y se acercó al conocido Porsche negro abriendo la puerta de copiloto.

-Buenos días, laur. -Se acercó para besar su mejilla. Lauren le sonrió con ternura. Adoraba a su amiga, hablarle aquél día fue lo mejor ir pudo hacer.

-Hola, pequeña. ¿Lista para irnos? -Dinah asintió efusivamente. Era más que feliz ahora.

Sacó el cable aux de la guantera del auto y lo conectó a la radio para poner música.

Ambas fueron cantando y riendo por todo el camino, como todos los días y llegaron a la prisión... O Universidad, bueno, es lo mismo.

-Oh miren, es acuaman y la copia barata de Beyonce. -Austin rió con el resto de sus amigos, Camila estaba ahí y Lauren sonrió suavemente.

-Si, una hermosa copia de Beyonce. Al menos no es una falsa cómo todos ustedes. -Dinah le sonrió suavemente.

-Al menos, yo no soy pobre. -Austin contestó y todos se fundieron en risas. Lo más gracioso era que hace un buen tiempo que el papá de Dinah había logrado levantar su empresa y ahora tenían incluso más dinero que antes. Y esa fue la razón para que Lauren riera con ellos. Pero, si algo había aprendido la menor de su ojiverde amiga, era que no tenía que presumir su dinero para ser una buena chica. Entonces ella simplemente sonrió suavemente.

-¿Puedo? -Lauren preguntó a su amiga y ella asintió.

-Sólo un poco. -Susurró la menor. Lauren sonrió maliciosamente y se acercó a Austin que aún reía dando una buena, pero buena, muy buena patada en sus bolas. Casi dejándolo sin hijos.

Thousand Hands (camren)Where stories live. Discover now