Thousand Hands (camren)

take 8

—¡Camila, Camila, espera! —Dinah gritó llegando junto a ella y sosteniendose en sus rodillas, había intentado alcanzar a la morena que se dirigía al gimnasio.

—H-hola, Dinah. —Camila saludó con una pequeña sonrisa que parecía algo triste. Ella conocía esa mirada. Porque ella misma la había tenido cuándo Lauren decidió ser su amiga. Así que sonriéndole suavemente tiró de su brazo.

—Lauren ha aceptado escucharte. —Camila abrió sus ojos como platos y su respiración se aceleró igual que su corazón, mierda, ¿que estaba pasando con ella?

—¿M-me, m-me estás ll-llevando con ella a..ahora? —Preguntó nerviosa y Dinah asintió—Y-yo, y-yo tengo m-miedo. —Dinah la vio impresionada.

—¿Camila Cabello tiene miedo? —Preguntó con un tono de voz bastante gracioso, pero al ver el rostro desencajado y triste de la pequeña morena, supo que iba en serio, no sólo en lo que le acaba de decir, si no tambien, en todo lo que le dijo el viernes. Camila Cabello, había cambiado—Hey, escucha, Mila. Sólo tienes que ser sincera, ¿Está bien? A Lauren, solo tienes que hablarle con el corazón en la mano, entonces ella te entenderá. —Camila asintió lentamente con sus ojos cristalinos.

Bueno.

Era ahora o nunca.

Respiró profundo y siguió a Dinah sin decir palabra alguna, con su rostro pegado al suelo.

Sintió cómo su corazón latía fuera de su pecho cuando una figura bien conocida se pudo ver a lo lejos. Lauren estaba sentada en las gradas, con sus dedos entrelazados. Al rededor no había absolutamente nadie, todo estaba sólo. Cuando sus ojos se encontraron, la mayor la miró totalmente inexpresiva. Camila apartó la mirada completamente intimidada y siguió caminando hasta llegar justo en frente de ella. Cuando estaba ahí, sintió unas terribles ganas de salir corriendo, vomitar, desaparecer. Se sentía desnuda bajó aquellos ojos verdes.

—Bueno, chicas. Ustedes... Hablen, yo estaré con Allysus y huh, adiós. —Se despidió la polinesia y Lauren asintió una vez con una pequeña sonrisa, que desapareció cuándo su amiga se fue.

Camila sintió que perdía su respiración y estaba segura de que iba a tener un ataque de pánico, entonces, miró a todas partes, menos a la ojiverde que la miraba atenta. Se balanceo de atras hacia adelante un par de veces con sus manos tras su espalda y dio tres pasos adelante, quedando más cerca de la mayor.

—L-lauren. —Susurró al verla totalmente de cerca, sin estarle tratando de pegar o intimidar. Al fin, tenía un momento oars detallar a Lauren cómo inconsientemente siempre había querido hacerlo.

Sus ojos, parecían dos diamente esmeraldas, aunque hoy estaban algo apagados de lo normal, su nariz era pequeña y hermosa decorada por unas pecas sobre esta y bajo de sus ojos, sus labios, tan besables y rojos. Sus facciones bien marcadas y unas cejas gruesas y oscuras. Su corazón se apretó al ver una pequeña marca encima de la ceja izquierda. Camila estaba experimentando una mezcla de sentimientos. Lauren se quedó de piedra cuándo la pequeña morena levantó su mano levemente y la puso sobre su mejilla, estirando sus dedos para acariciar delicadamente la marca en la ceja. Presionó un poco.

—¿D-duele? —Preguntó con voz cortada y Lauren negó simplemente.

—Ya no. —Respondió la mayor.

Las cejas de Camila se arquearon en una mueca de tristeza y mordió sus labios con fuerzas. La primera lágrima cayendo por su mejilla.

—Y-yo... Lo siento tanto. —Sollozó y estrujó su ojo con su puño. Lauren sintió su corazón apretarse—Nunca pensé en que el daño que te hacía, e-era tan grave. Y-yo... Era una estúpida, Lauren. Una imbécil que quería ser el centro de atención, una egoísta, una jodida superficial sin corazón que no sabía lo que quería. Una que se metió con la persona equivocada. Te rompí, Lauren. Te destrocé, te hice tanto daño... Nada de lo que yo haga o te diga ahora mismo nunca podrá compensar todas las cosas que te dije, que te hice. Lo siento tanto, merezco que te levantes justo ahora y me des la espalda y no mires atrás, ni si quiera un segundo.