—¿Khalessi Efron? —me dice la morena que está atendiendo en la recepción del tercer piso —. Adelante, la señora Jenna le está esperando adentro.

—Muchas gracias —le agradezco con una sonrisa y me apresuro a entrar en el consultorio de la única mujer a la que le he dejado revisarme durante muchos años.

Jenna se encuentra sentada en su escritorio viendo algo en su móvil. Sube la mirada y me ofrece una gran sonrisa para después levantarse del su cómodo asiento a recibirme con un gran abrazo. Al darse cuenta de que estoy temblando me mira preocupada, a lo a pesar de mis nervios le ofrezco una tímida sonrisa.

—Algo te está sucediendo y me lo vas a contar ahora —me dice con aquella cálida voz que posee. Camina hasta la puerta cerrándola con seguro —. ¿Quieres algo de tomar? ¿Una limonada cómo siempre?

—Sí, gracias. —Me entrega la botella de vidrio con el líquido amarillo dentro de ella y la destapo para así beber su contenido —. Lamento no haber llama diciendo que no podría venir. Es solo que he tenido muchas cosas en la cabeza.

—No te preocupes. Creo que todos nos hemos enterado de la famosa boda de tu hermano —me dice, robándome una sonrisa —.  Pero cuéntame, ¿qué te tiene tan preocupada? ¿Son las pastillas anticonceptivas? ¿Tienes algunos síntomas? —pregunta preocupada, a lo que me acomodo bien en el asiento de cuero.

—No —niego con la cabeza —, las pastillas no tienen la culpa creo yo. Si no quien se olvida de tomarlas —comento, a lo que ella suelta una pequeña carcajada dándome de la razón —. Pero estoy aquí porque me he estado sintiendo de esta manera hace dos meses.

—Soy toda oídos —me asegura con una sonrisa, acomodando sus gafas.

—Hace tres meses me hice una prueba de embarazo —alza ambas cejas sin perder su sonrisa —. Y pues salió negativo, por eso no me preocupé para nada. He estado teniendo tanto trabajo que me he olvidado sobre el hecho de que no me ha venido mi período.

—Entiendo —dice pícara, a lo que bajo la mirada —. Pero al parecer las cosas no han estado siendo felicidad para ti últimamente.

—Judah y yo terminamos —admito sintiendo algo de tristeza al mencionar su nombre —. Desde aquel momento no le veo y se puede decir que he perdido todo tipo de apoyo económico por parte de mis padres.

—Vaya, no ha sido la mejor ruptura de todas entonces —comenta con una mueca. Me da un apretón de manos —. Pero no te preocupes, apuesto a que todo entre ustedes dos se va a solucionar.

—Ya perdí esperanzas en ello —me alzo de hombros con una sonrisa tristona en mis labios —. Ahora lo único que me preocupa es el hecho de que probablemente... —no termino mi oración gracias a que mi corazón late con fuerza.

—Recuéstate, no hagamos conclusiones muy pronto —dice con una sonrisa —. También puede que tu período no te haya venido por alguna enfermedad, o esperemos que solo haya sido tanto estrés el que lo ha retrasado.

Me echo en el camilla de cuero negro y ella hecha un gel en mi vientre para salir completamente de dudas. Termina de aplicarlo y me ofrece una pequeña sonrisa antes de soltar un suspiro y mirarme esperando a que le de mi afirmación para continuar.

—Muy bien, veamos —dice, poniendo aquel aparato sobre mi vientre —. Todo parece muy bien.

Es entonces en el que suelta una pequeña sonrisa y mueve el aparato por mi vientre. Me quedo sin habla y petrificada por varios segundos cuando escucho lo creo que son los latidos de un corazón. Jenna suelta una carcajada por lo bajo a lo que yo solo puedo clavar mi mirada a la pantalla que me muestra, la figura de un bebé formándose en ella.

—Felicidades, Kai —dice, a lo que siento una lágrima caer por mi mejilla —. Tienes tres meses de embarazo.

Estoy embarazada, me lo repito aquello una y mil veces en mi cabeza mientras miro a Jenna con una sonrisa, sintiendo varias lágrimas correr por mis mejillas. Voy a ser mamá a mis veintidós años.

Estoy embarazada de Judah.

SOLO PRIMOS — BILOGÍA DANGEROUS
(SEGUNDA PARTE)

CONTINUARÁ

JUDAH — TRILOGÍA PROHIBIDO (PRIMERA PARTE)

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

JUDAH — TRILOGÍA PROHIBIDO
(PRIMERA PARTE)

Solo Primos ©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora