10. Confesión

3.4K 203 1
                                    

PATCH

Suelto una pequeña carcajada al ver a mi madre jugar con mi hermano menor y mi enamorada, a la cual ya he introducido a mi padre cómo mi interés amoroso. A él le ha gustado Les desde el primer momento en que ha posado sus ojos sobre ella, y aquello es algo que me deja demasiado tranquilo.

—¿Patch? Lea es demasiado bonita, ¿qué has hecho pada tener una chica tan linda como ella? —pregunta mi hermano una vez que estamos solos en su habitación.

Sonrío al pensar que esta habitación alguna vez fue mía, pero ahora está demasiado cambiado desde que solía dormir aquí. Las paredes ahora son de un color azul marino decoradas con pequeños dibujos de carros de carreras rojos andantes, mientras que la alfombra que solía ser blanca ha sido cambiada a un color gris para combinar con los colores de las paredes. La cama de mi hermano es prácticamente un auto de carreras, y todos los objetos tienen algo relacionado con los autos de carreras.

—Pues yo tampoco lo sé, copiloto. Pero somos muy afortunados por tenerla ahora con nosotros —le digo acariciando su rostro. Sonríe encantado —. Es una mujer muy hermosa.

—Yo pensé que estadias con Sofi —admite, haciéndome soltar una pequeña carcajada —. Sofi es la chica más hemosa que he visto.

—Y no lo niego, ella es la mujer más hermosa que ambos hemos visto —concuerdo con él sacándole una pequeña cruzada de brazos —. Pero Lea también es igual de bonita, ¿vale? No será Sofi, pero es alguien que también te va a querer mucho más o igual que ella. Y eso no significa que Sofi ya no te quiera, eh. Vendrá pronto.

—Ella vino ayer —me cuenta, haciéndome alzar una ceja —. Conocí a su novio, él también es muy bonito y me carga haciéndome volar por todos lados —sonrío al verlo tan emocionado al hablar de mi amigo —. Yo solo quelo que tú seas feliz.

Abro mis brazos y él viene directo a ellos, abrazándome con fuerza y una sonrisa resplandeciente en sus labios. Sonrío encantado cuando me dice que me ha extrañado por milésima vez, a lo que yo le digo que lo amo y que siempre vamos a estar juntos no importa qué.

Relámpagos y lluvia suenan afuera, así que deduzco que mi enamorada y yo vamos a tener que quedarnos aquí en la casa de mis padres en el cuarto de visitas, debido a que no podré manejar de esta manera. Decido enviarle un texto a mi prima, debido a que no he sabido de ella en estos cinco o seis días, y ya me estoy preocupando.

Le digo a mi hermano menor que vaya a ponerse su pijama y él toma las prendas de su cómoda para luego entrar directo a su baño. Bajo las escaleras dirigiéndome a la sala encontrándome con mi novia conversando de lo más alegre con mis padres, quienes no dejan de reír ante sus comentarios.

—Mamá, hay una gran tormenta allá afuera —le informo a mi progenitora. Ella asiente haciendo una mueca cuando le echa un vistazo a la ventana —. Hace tiempo que no hay tormentas así y sabes que Maxi no duerme cuando no estoy con él en este tipo de climas.

—Encantada estoy de que se queden a dormir aquí con nosotros -nos dice, a lo que puedo ver a mi novia esbozar una hermosa sonrisa —. ¿Diego?

—Para nada, más que encantado de poder pasar más tiempo con ustedes —dice mi padre, guiñándome un ojo cuando nuestras miradas se conectan —. ¿Por qué no van a ver a Max? Tu madre y yo preparamos chocolate caliente.

—¡Yo amo el chocolate caliente! —decimos Lea y yo al unísono, ocasionando las risas de mis padres.

Tomo su mano después de disculparme con ellos por el comentario al unísono y ambos subimos por las escaleras hasta la habitación de mi hermano menor, quien ya se encuentra con su pijama puesta. Está hablándole al espejo mientras que utiliza su espejo cómo micrófono, a lo que le hago una seña a mi novia para que se detenga y así poder apreciar lo que está diciendo.

—¡Ahí viene el meor codedor del mundo! ¡Maximilian Bolton! ¡Y la tente se eloquence! —grita mi hermano imitando gritos de emoción, a lo que no puedo evitar soltar unas cuántas carcajadas por lo bajo al igual que mi novia.

Me quedo callado cuando él deja el peine a un lado de su cómoda roja y se acerca a su mesita de noche, lugar en donde se encuentra una fotografía de nuestra familia. Sonríe y le escucho decir una pequeña oración antes de caminar a su librero subiéndose al pequeño banco que hemos puesto para que alcance sus cuadernos, a lo que saca varios libros los cuales debe de haber agregado a su colección.

—¡Listo copiloto! —digo entrando a la habitación, a lo que Lea me sigue con una sonrisa —. Nos vamos a quedar a dormir, ¿qué te parece eso?

—¡Yupi! —exclama emocionado, lo primero que hace es abrazar a Lea —. ¿Dormirás aquí conmigo?

—Por supuesto, los tres lo haremos —dice ella, acariciando su cabello. Deposita un beso en su frente —. ¿Te gusta leer?

—¡Me encanta! ¡Sofi siempre me lee un cuento antes de dormir! —admite mi hermano, sonriendo emocionado mirando a sus libros.

Lea me da una mirada la cual indica que sabe que se trata de la misma Sophia que se encuentra ahora con Blake, pero de igual manera sonríe y se acerca para juntar sus labios con los míos en un rápido beso. Maximilian finge soltar un pequeño sonido de asco entre risas y luego mi novia se gira a verlo.

—¡Yo también quelo un beso! —dice, a lo que ella ríe ofreciéndole su mejilla, a lo que mi hermano deposita un pequeño beso en ella. Río negando con la cabeza —. ¡Hueles dico!

Sonrío para luego abrazarlos a ambos haciéndolos reír, los tres jugando entre nosotros tirándonos de todo lo que hay en la habitación.

Definitivamente no he podido escoger mejor novia.

KHALESSI

Camino por las calles tomada de la mano de Judah, sabiendo que habrá muchos paparazzis a lo lejos esperando por tomar una buena fotografía que les de mucho dinero. Pero aquello no me importa, estoy más que orgullosa si me involucran con él. Además sé que mucha gente dirá que no tiene el suficiente dinero como para estar conmigo dado a entender sobre la familia de la que vengo, pero aquella tampoco me interesa. Yo estoy con él no por su dinero, sino por su amor.

Veo que tiene su cámara en su bolsillo, así que me acerco a depositarle un último beso en sus labios y saco la cámara, robándole unas cuantas carcajadas.

—Gatita, ¿qué haces? –pregunta entre risas, a lo que le ofrezco una sonrisa—. Venga, dámela.

—Gatito, quiero una foto —replico, a lo que él alza una ceja al escucharme llamarlo de esa manera —. Venga, hazlo por mí. Eres un fotógrafo, así tienes que hacerlo por mí.

—¿Por qué debería hacerlo? —dice jugando conmigo, su tono de voz cambiando a uno más sensual. Muerdo mi labio inferior imaginando las cosas que le voy a pedir cuando lleguemos a mi casa —. Gatita, no me mires así —pide en un tono más bajo, a lo que paso mi lengua por el labio inferior, a lo que coloco una mano en su pecho. Judah no aparta su mirada de la mía en ningún momento —. Kai.

—Por mí —susurro sobre su boca —, solo una foto.

—¿Qué obtengo a cambio? —pregunta pícaramente, a lo que suelto una pequeña carcajada acercándome a su oreja susurrándole todo lo que obtendrá de mi parte. Muerde su labio inferior y coloca una de sus manos en mi cintura. Me alejo de él con una sonrisa victoriosa —. Vale, con ese premio acepto tomarme todas las fotografías que tú quieras.

Río y estiro la cámara con una sonrisa, a lo que él pega sus labios a mi mejilla cerrando los ojos. La fotografía no tarda en salir de la máquina y sonrío al verla. Es simplemente perfecto.

—Esa estará en mi billetera —me informa haciéndonos reír a ambos. Estoy tan concentrada en la fotografía que su confesión me pilla completamente por sorpresa: —. Te amo, Kai.

Solo Primos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora