14. Esperar

2.6K 182 2
                                    

PATCH

Prendo la televisión mientras que sonrío al ver una entrevista que les están haciendo a las modelos de Neon Demons. Muerdo mi labio inferior al ver a mi novia, la cual acaba de volver a trabajar para Axel. Acaba de irse para una pasarela en México, y no la veré por una semana, toda una tortura.

Prendo la radio sin decir nada más pero al poner el CD el timbre suena, a lo que dejo el estuche a un lado y corro a abrir la puerta. Frunzo el ceño al ver a mi prima con una cara llena de preocupación, a lo que ella solamente me abraza con sus ojos abiertos, confundiéndome mucho más.

—Hey Kai, ¿qué sucede? —pregunto cerrando la puerta.

—Estoy tarde —dice, a lo que le miró alzando una ceja —. ¡Tarde, Patch!

—¡Oh! ¿Tarde de eso? —caigo en la cuenta de que me está hablando de su menstruación. Hago una mueca —. ¿Y yo qué tengo que ver con eso? ¿No tendrías que ir a un doctor?

—¡Patch! —me reprocha preocupada —. He estado teniendo relaciones sexuales, ¿quieres que te sea más explícita?

Abro los ojos al darme cuenta de lo que quiere decirme, a lo que mi boca no tarda en hacer lo mismo. No tardo en tomarla de la mano y así correr hacia mi habitación, a lo que ella me sigue sin pensarlo. Una vez en mi cuarto, le miro y sin decir nada subo su blusa de color blanco quitándosela y dejándola solo en su sujetador negro.

Le hago que se coloque delante del espejo y empiezo a mirarle girando a su alrededor. La última vez que la vi estaba más delgada, pero aquello puede ser porque ha estado comiendo de más, ¿verdad? Pero según ella también está demasiado tarde.

—Joder, Kai. —Me coloco detrás de ella y la rodeo con mis brazos ambos de perfil frente al espejo. Pongo mis manos sobre su vientre y es en donde me doy cuenta de su aumento de peso —. Si existe la remota posibilidad...

—¡Mi padre va a matarme! —grita esta vez sollozando. La abrazo sin dudarlo —. ¡¿Sabes lo que me va a hacer?!

—Pero tú vas a poder mantener a tu hijo, Kai. Tienes mucho dinero hecho por tu propia cuenta —digo tratando de alentarle, ella niega —. ¿Qué no me estás diciendo?

—Patch, mi papá me hizo prometerle que cuando yo saliera embarazada, me encontraría casada con el hombre al que amaba —dice, sacándome una mueca —. Sabes muy bien lo que significa romperle una promesa a mi padre. Él no quería que yo saliera embarazada tan joven al igual que mi mamá.

—Pero Judah no es tu padre, Kai. Además son otras épocas —digo tratando de calmarla. Ella sigue con la respiración demasiado acelerada —. Venga, todavía no sabemos si estás embarazada. Lo mejor que podemos hacer ahora es ir a una farmacia a comprar esa prueba de embarazo que las mujeres se hacen en momentos así.

—T-Tienes razón, puede que haya estado comiendo de más —dice asintiendo, a lo que le ofrezco una sonrisa tratando de calmarla. Me rodea con sus brazos pillándome desprevenido —. Muchas gracias por estar conmigo, Patch.

Deposito un beso en su cien y junto nuestras frentes entrelazando nuestras manos con una sonrisa en mis labios.

—Siempre voy a estar contigo, Kai —susurro, dándole un apretón a sus manos.

KHALESSI

Negativo.

Veo el resultado una y otra vez sintiendo cómo todo el aire que se encontraba acumulado en mis pulmones sale libremente dejando solamente pura paz. Patch sonríe detrás de mí y no puedo evitar soltar un chillido de felicidad para luego rodearlo con mis brazos entre risas de alegría.

—Tengo que dejar de comer —digo firmemente, a lo que le saco una sonrisa. Acerco mis labios a su mejilla depositando un corto beso en ella —. Muchas gracias por haberme apoyado.

—Cuando quieras, Kai —me asegura, colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja —. Ahora tienes que ir a ver a tu novio, me ha estado reventando el móvil de llamadas y mensajes preguntando si tengo idea de dónde estás.

—Si, debe de estar preocupado porque no lo he llamado durante de todo el día —hago una mueca al pensar en todo lo que me va a decir —. Te mando un texto cuando llegue a casa, ¿sí? Te quiero —doy un último beso en su mejilla y después de tomar la prueba de embarazo y meterla en mi bolso, salgo corriendo de la casa.

—¡Yo también te quiero! —le escucho gritar, haciéndome reír.

Manejo todo el camino a casa sintiendo una alegría inexplicable. No es que no quiera ser madre algún día, pero soy demasiado joven y no he conocido muchas cosas. Tener un bebé sería un impedimento para muchas de ellas, al igual que mi trabajo. Estoy más que segura que Axel me dejaría volver a trabajar para él después de que mi embarazo terminara, pero no me puedo arriesgar.

Cuando llego a mi casa, él está cocinando la cena. Entro lentamente a la cocina sintiendo miedo a lo que me vaya a decir. Apaga la estufa y se voltea mirándome con ambas cejas alzadas, cruzándose de brazos.

—Hola —le ofrezco una tímida sonrisa —. Huele delicioso, ¿eso es pasta?

—¿Dónde has estado, Kai? ¿Sabes lo preocupado que me has tenido? ¡No tenía ni la más mínima idea de dónde estabas! —exclama preocupado. Me acerco a él rodeándole con mis brazos —. Escúchame, no quiero sonar como un novio demasiado sobre protector, pero no quiero que nada malo te suceda. Quiero saber dónde estás por si algo sucede yo ir a recogerte de cualquier lugar.

—Te prometo que la próxima vez te diré en dónde he estado siempre antes de salir a cualquier lugar —le digo, a lo que él asiente sin decir palabra alguna —. Te amo, y tú me amas también, ¿verdad gatito?

Sonríe sin decir nada, a lo que yo empiezo a depositar varios besos húmedos por su mandíbula, a lo que él lleva sus manos a mi cintura clavando los dedos en ella. Sube poco a poco la tela de mi blusa blanca dejándome en sujetador, a lo que sin decir nada se quita su camiseta tirándola a un rincón de la habitación.

—¿Sabes? Calum me dijo algo muy chistoso esta mañana —dice mientras besa mi cuello, haciéndome reír —. Me dijo que si seguíamos así muy pronto sería padre —se ríe.

Esperemos que no.

Solo Primos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora